Es clásica, creo que es es su mayor virtud, es como dice una de las críticas: hermética, igual que el protagonista.
Toda la parte del juego es secundaria por suerte, ya que a mí todo lo que tiene que ver con ese tema no me interesa.
William es un ser atormentado que busca la redención de alguna manera, quiere recibir perdón y perdonarse, le cuesta sobrellevar su pasado y la única forma de hacerlo y aislarse de sus pensamiento es concentrarse en las cartas.
Lo mejor: la interpretación de Oscar Isaac, lleva el peso de la película y logra que empaticemos con ese hombre roto, oscuro, lleno de remordimientos.
Está muy bien filmada, es elegante.
Lo peor: la música. Podría haber desarrollado más a La Linda y Crik, está bien que la historia es Williamcéntrica, pero ellos era personajes interesantes que daban para más.

Otra de las tantas películas de terror de principios de los 70, con una atmósfera perturbadora que en este caso es lo único bueno que tiene.
Al parecer es una adaptación de Carmila, pero como no he leído la novela, no puedo opinar al respecto.
La historia de una mujer que ha salido hace poco de una institución mental, acompañada por su pareja y un amigo de ambos, que deciden mudarse desde New York a una mansión victoriana, en una isla, y allí se encuentran con una especie de hippie, y sus vidas se empiezan a perturbar.
Todo esto narrado de la forma más lenta posible, de hecho a mí por momentos se me hizo insoportable, no pasaba absolutamente nada, incluso en varios momentos lo único interesante que sucede, son las voces que escucha la protagonista, por cierto la protagonista es pésima como ella sola.

Thriller psicológico, lleno de giros y trampas, es entretenido aunque predecible, se huele que lo que se supone al final resulte ser, no es obvio, o no del todo y si engañoso, toma un poco por boludo al espectador pero no tanto como para que se ofenda. Igual tiene unos huecos bárbaros pero en este género son raros las que no los tienen. Tampoco quiero justificarla es un bodrio, eso que quede claro.
Interpretaciones correctas.
Del subgénero persona impedida física o mentalmente en peligro es de lo más flojo que he visto.

Casi todas las secuelas, suelen ser innecesarias, y ésta para nada es la excepción, al contrario, viene a confirmar el dicho con creces.
La única forma de explicar este absolutamente ridículo refrito, es por las muy buenas ganancias que dejó la 1, aunque ésta se aleja mucho de la misma, ya que se centra en el asesino, en vez de centrarse en las victimas como la primera, en la primera mal que bien, había personajes, en ésta solo hay carne de cañón, esperando ser la próxima victima del cazador.
La historia en sí, más bien es una parodia de la primera, llena de efectos y escenas grandilocuentes, que en vez de sumarle algo, le restan y mucho.
Es de una previsibilidad chocante, ya que todo es obvio, sabemos desde el primera momento qué va a pasar y como.
El contrario al cazador que se supone tendría que ser el héroe, es un pobre pusilánime, sin chance alguna siquiera de presentarle batalla al asesino, no es esa la meta de la película, si no que el cazador, se luzca torturandolo de todas las formas posibles.
Los diálogos dan vergüenza ajena, y muchas de las situaciones, también.

Cuando una película desde el arranque se ve barata, te puedes encontrar con algo bueno y subvalorado por los demás, aunque eso suele suceder muy rara vez, o puede pasarte lo usual, que sea pésima.
Bueno algo parecido pasa con esta, no es pésima, ya que he visto muchísimos bodrios que son bastante peores, pero esta está en el borde.
Una chica atropella a un hombre y luego lo entierra.
El resto es una mezcla entre humor negro, terror o lo que supone el director que es terror, que no pasan de un rejunte de clichés, y al final ya se vuelve cualquier cosa.
Lo peor que tiene la película aunque eso sea intencional, es que casi todos los personajes son desagradables están loco, los únicos 2 personajes que son un poco más normales, el novio de la protagonista y la esposa de el atropellado, salen demasiado poco, aunque la verdad lo hacen mejor que el resto.