Dice el dicho que hasta el mejor escribiente echa un borrón, que Hawks era un escribiente extraordinario no tengo ninguna duda, el y Ford estaban un escalón por encima de todos los demás, matizare que no creo que Hatari sea un borrón, pero desde luego es una película menor en la filmografía del maestro, quizás es que de el siempre espero lo máximo, y claro, esto no es posible todas las veces. Las escenas de acción están magníficamente rodadas, ya creo escuela con “Solo los Ángeles tienen alas” y las famosas secuencias de las avionetas. Aquí vuelve a demostrar su sapiencia, pero francamente, vista desde la óptica de hoy, las asociaciones de defensa de los animales pondrían el grito en el cielo.
Capturar animales salvajes para después exhibirlos en un zoo, aunque sea un trabajo arriesgado, no me parece especialmente gratificante, y algunas capturas, como la del rinoceronte o la de los monos me perecen innecesariamente crueles, sus filmaciones solo se justificarían si se tratara de un film para denunciar estos hechos, y me temo que no van por ahí los tiros. A veces seria bueno preguntarse quien es mas salvaje, si el animal capturado o sus capturadores.
No sabría muy bien en que genero encuadrar esta obra, comedia ligera con mezcla de aventura para entretener a la familia en una tarde de domingo, a veces parece que quiere profundizar algo más en algún personaje, y lo hace bien cuando lo intenta, pero rápidamente gira hacia lo banal, es un canto a la amistad y a la aventura, puede ser pero le falta guión para eso.
Cuesta un poco ver al duro John Wayne en algunas escenas, seré un poco tradicional, pero ver al ídolo corriendo tras unos elefantitos, me parece un poco patético. Ya se que hay quien sostiene que es bueno también desmitificarlo, pero yo no consigo verlo así. Y eso que Wayne esta muy correcto y siempre es una garantía. Elsa Martinelle es una aceptable actriz con un estilo y figura a lo Audrey Herbun pero bastante distante de esta, y por supuesto a años luz de la sensual Ava Gardner en Mogambo. Y cito a Ava ya que aunque no sea correcto no puedo evitar comparar esta película con la de su colega Ford, el cual en este terreno africano le gano con holgura. Mientras en Mogambo hay pasión y aventura, aquí toman copas y escuchan música, lo cual probablemente es muy digno, pero no es lo que yo esperaba. Si alguien piensa que Hatari es moralmente incorrecta por el trato que se da a los animales, lo mismo debe decirse de Mogambo, eso es cierto, el fondo será el mismo, pero al menos en la de Ford se cuidaron mas las formas y al margen de esto hay mucho mas cine en ella.

Hemos vista tantas películas sobre la guerra civil o con su trama situada en tiempo de guerra o en la inmediata postguerra y tan pocas buenas o ni tan siquiera aceptables que por principio ya recela uno de ellas. No es fácil filmar algo digno sobre ese tremendo conflicto que asolo España durante tres largos años. El maniqueísmo y el adoctrinamiento es una tendencia lógica en el ser humano, la imparcialidad es algo utópico y tendemos siempre a explicar las historias desde nuestro punto de vista.
En este film el planteamiento es esperanzador un joven ingles deja su tierra y viene a luchar en una guerra que no es la suya, pero si son sus ideales, frente a unos usurpadores y en nombre de la libertad, todo muy bonito y poético y cierto es que la película alcanza algunos momentos de emoción, pero estos se producen únicamente cuando habla de las relaciones personales entre los protagonistas, es ahí cuando Loach consigue arrancar los mejores y los únicos buenos momentos que nos ofrece en esta cinta. Lo demás deja mucho que desear, buenos y malos, corruptos y honrados siempre hay en todos los bandos. Algunos de los actores sobreactúan o no consiguen meterse en el papel y bastantes escenas de discusiones o de asambleas no son en absoluto creíbles.
Este acercamiento de Loach a la guerra civil española quiero pensar que está cargado de buenas intenciones y es una pena porque a esta historia se le podía haber sacado un partido mucho mejor desde todos los ángulos. Su punto de vista si sigues un poco su cine encaja con su trayectoria, los resultados por el contrario no le acompañan y al igual que otras películas suyas resulta un intento fallido que a menudo aburre y casi nunca emociona.

Con las películas, los libros, los lugares que visitas e imagino que con más cosas en la vida, sucede a menudo, al menos a mi, si entras en ellos más de una vez no te parecen igual siempre, sino que los ves diferentes, aún con los lugares parece lógico, ya que aunque sea poco siempre van cambiando, pero las películas, el mismo video o DVD, o los libros, las mismas paginas y que te parezcan diferentes, que te provoquen sensaciones o emociones distintas.
La única explicación a ello que encuentro es el estado de ánimo del interesado en cada momento, que sin duda se revela como algo fundamental en la apreciación que vamos adquiriendo de las cosas que nos van sucediendo. Mi estado de ánimo el día que decidí ver Reservoir Dogs debía de ser lamentable, ciertamente uno de esos días negros de verdad, no conseguí ver arte por ningún lado, el talento no lo aprecie en ningún momento, la emoción no la sentí ni un instante y el entretenimiento brillo por su ausencia.
Si vi sangre y violencia en grandes dosis, palabras malsonantes a cada frase, repulsa ante algunas escenas y tedio en diálogos interminables sin interés. No resiste la más mínima comparación con cualquier cinta de cine negro clásica o incluso moderna, si eso es el arte sin duda tendré que revisar urgentemente mis parámetros en ese sentido.
Espero que la próxima vez que la vea (dudo que lo haga) mi estado sea mucho mas vital y positivo, confío en estar más clarividente y poder captar mejor el talento, es por ello, por la banda sonora, por la puesta en escena y por Harvey Keitel que mi nota es aún muy generosa.