Pues eso.

El mercado USA del terror se caracteriza siempre por tratar de sacar el máximo jugo a los productos vernáculos. Así, Halloween da para mucho, y se intenta que "Boogeyman", una especie de "Coco" o de "Hombre del Saco" o de "Monstruo del Armario o de Debajo de la Cama", se haga un hueco entre los espectadores europeos.

Salva esta película (relativamente: para un 4 y gracias) el clima de angustia, no mal conseguido del todo, (se agradece frente a las películas de asco y vísceras tipo Hostel y Turista, donde no se han molestado en pensar, con lo sencillo que parece resultarles el serrucho y el martillo como fuente de "terror") y algún susto que otro, porque el monstruo da bastante grima, los efectos especiales dejan bastante que desear, y la historia patina un tanto (spoiler)

Sorprende leer que la mayoría de críticas negativas que cosecha esta película no se basan en la película en sí, sino en que se trate de “otra película sobre la guerra civil”.
Sorprende, en primer lugar, porque no transcurre durante la guerra civil, sino en la postguerra. Efectivamente, durante los últimos treinta años se han hecho muchas películas ambientadas en los años de la guerra y el franquismo (entre otras cosas porque anteriormente no se pudo realizar ningún tipo de crítica), pero no creo que se pueda basar una opinión negativa de la película en que “ya hemos visto muchas sobre esto”. Muchas épocas históricas han sido objeto de atención preferente, casi siempre por cierto con tendenciosa presentación de los hechos, pero pocas veces se atreve un crítico que se respete a criticar una película de “cristianos y leones”, o de “nazis y americanos” o de “indios y vaqueros”, o de “nordistas y sudistas”, o de “resistentes franceses y alemanes” o de “hagiografías de santos” por que ya “hemos visto muchas”.
El que no quiera, que no vaya. Y el que vaya, que no opine de política sino de cine, que para eso está la crítica.
Dicho ésto, vayamos a la película. José Luis Cuerda no consigue los límites de “La Lengua de las Mariposas”, pero creo que sale airoso en su papel. Lo que nos cuenta es una historia trágica, profundamente humana, que no sólo no es inverosímil, sino que fue moneda, si no cotidiana, sí más frecuente de lo que hubiera debido ( el topo escondido, el clérigo lascivo, la mujer acosada, el militar prepotente, la brutal policía, estuvieron allí, y cerrando los ojos no conseguiremos más que sembrar el germen para que vuelvan)
Por tanto, un notable para Cuerda, pero no un sobresaliente, pues le falta la tensión que ha mostrado en otras películas.
Los actores, bien en general. Maribel Verdú me parece sobrevalorada (lo siento), pero cumple; muy bien Cámara: la pereza, la anhedonía que muestra, la desconexión con el mundo, no se deben a desidia del actor, sino a una buena interpretación de una depresión, acompañado de un alcoholismo que va destruyendo la personalidad; el niño Roger Princep, francamente, muy bueno: una figura en ciernes. Raúl Arévalo sobreactúa un poco, pero desde luego quien ya tiene unos añitos y recuerda cómo eran los clérigos de antaño ve que la voz, la entonación, el amaneramiento en ocasiones (que, obsérvese, pierde completamente de seglar), corresponden a una realidad ya perdida. Y el único pero es Martín Rivas, exagerado, histriónico y poco creíble. Sobresaliente Egido, en un papel cuyas miradas transmiten más que lo que dice su personaje.
La película transmite, además algunas sensaciones que no aparecen en el libro, que quizás sean importantes para entender bien la película, y que pongo en el spoiler

Una de las peores películas que he visto últimamente.

Desde la idea de tomar como excusa la moda del calentamiento global, hasta las interpretaciones, la dirección, el guión, las escenas de acción, todo es un sinsentido en esta película. Quizás los paisajes podrían salvarse, si la fotografía fuera buena, pero es que ni eso.

Capítulo especial para los efectos especiales. Les aconsejo que la vean en casa y, cuando salga un "bicho", la paren y la pasen en cámara lenta. Risas garantizadas. Se nota a la legua la superposición de imágenes. Hay veces en que los personajes humanos miran a otro lado, en lugar de al "alien".

Por no tener, no han tenido ni un mínimo de idea (o, más probablemente, no se han molestado en fingir que la tenían) sobre estrategia militar, para hacer mínimamente creíble la amenaza alienígena. Después de ver la película, piensen ¿qué general alienígena, humano, o incluso francés, sería tan tonto como para plantear la cabeza de puente de la invasión como los "aliens" de esta bazofia?

Y casi siempre con motivo.

Porque los directores suelen usar ese reclamo como un "efecto llamada" que aumente los espectadores potenciales, así cumo un "plus" de credibilidad para que la gente salga del cine creyendo que, efectivamente, nadie puede discutir los postulados del director, puesto que esto ocurrió así.

En este caso, "Los Crímenes del gallinero" y el caso de Walter Collins ocurrieron de manera bastante parecida a como los relata Eastwood, que por otro lado se muestra como un gran director: con oficio y energía.

Mala elección, a mi juicio, la de Jolie para la madre. Una persona menos bella, menos frágil, más luchadora, daría mejor el papel de Christine Collins. Soberbio, como siempre, Malkovich, y a buen nivel los secundarios.

Muy buena ambientacón, fotografía, y música... bien, sin más.

¿Por qué, pues, no pongo mayor nota? Pues porque creo que comete el segundo de los defectos que he señalado antes para quienes se "inspiran" en un hecho real: Eastwood no nos expone, simplemente, los hechos, para permitir que nos hagamos nosotros una idea y juzguemos lo ocurrido; dibuja unos personajes extremos, el malo es muy malo, el bueno es bueno, el oprimido queda como bajo una apisonadora... Y eso es trampa, si estás contando un hecho real. (Spoiler)

Como ha dicho alguien en Filmaffinity, subestima al espectador. Y no me gusta. prefiero que se me cuente las cosas como fueron, que ya veré yo...

¡Hala, pues ya está!

Es una de esas películas cuyo mayor interés es que nadie comprenda nada, para que cualquiera pueda sacar las conclusiones que desee.

Así, si tienes la suerte de tener una eficaz campaña de marketing o, como en este caso, un montón de críticos freakies le vean miles de puntos favorables, de vuelta al público (que en un primer momento rechazó la película) haya millones de papanatas que "comprendan" la película.

Es lenta, pretenciosa, aburrida hasta decir basta, pestiñazo ladrilloide hasta cansar, y es de las películas que más veces me han hecho mirar el reloj en años.y le salva de mi "1" la actuación del protagonista y la fotografía.

Y, claro, tanto decir que es buena, que es buena, ya lo consiguieron. Sólo "las horas perdidas", que se anuncia como "del director de Donnie Darko" consigue aburrirnos aún más. pero eso lo comentaremos en su momento.