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España España · Málaga
Críticas de Nuño
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Críticas 268
Críticas ordenadas por utilidad
3
9 de noviembre de 2017
9 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película es un desastre; demasiado mal realizada como para provocar la más pequeña emoción y lo suficientemente seria para que no apetezca reírse de ella. Un híbrido entre telenovela latina e involuntaria comedia absurda, con un acompañamiento musical menos apropiado aún que la fotografía fea e inexpresiva. Tommy Wiseau ha pergeñado una película calamitosa, pero incluso los fallos denotan una personalidad, pues, yo al menos, no he visto una película concebida y ejecutada de esta forma.

Personalmente, no la veo más inane e insustancial que muchas películas de gran presupuesto que, descaradamente, apelan a nuestra idiotez o se aprovechan de ella. Esta parece empeñada en transmitir algo sobre las veleidades del amor y con lo que se encuentra es con que no hay idiotez, o ceguera, suficiente en quienes la ven para aceptarla.

Cabría preguntarse si nuestro severo y estricto criterio y nuestro asombro ante lo pésimo no debería manifestarse con productos menos evidentes que esta humilde muestra de absoluta torpeza.

Gracias.
Nuño
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3
31 de julio de 2015
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
'A serbian film' parece haber sido pergeñada con objeto de denuncia. Sus dislates visuales, sus demenciales aberraciones sexuales con trastornados y sodomitas chiflados, van dirigidas, más que a la auto-satisfacción enfermiza del director, a criticar una realidad social o histórica.

En mi opinión, la crítica requiere inteligencia. El atrevimiento me parece estimable, pero la crítica furibunda a menudo carece de ingenio, de mordiente. No puede uno situarse por debajo de lo que crítica; y eso, en mi opinión, es lo que hace Spasojevic.

La oscura y monstruosa reivindicación de 'A serbian film' puede ser oportuna o necesaria, pero acaba yendo destinada por entero a remover el estómago, y no el cerebro.

Gracias.
Nuño
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7
8 de enero de 2023
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
A pesar de algún escarceo con los consabidos y casi apolillados tics de género, como son...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Nuño
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China
Documental
Italia1972
6,8
95
Documental
7
24 de noviembre de 2021
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antonioni observa con inmediatez. Es, en Chung Kuo, turista ingenuo y observador. Convenientemente, es paseado por los lugares considerados aptos para el foráneo, bajo la esperanza de que, al término de su visita, realice una loa al régimen chino. Él les sigue y registra lo que ve, educadamente imparcial, incluso aduciendo cierta "soberbia occidental" al efecto que causa, pero no obvia ocasionales observaciones incómodas. Los apuntes inoportunos, al parecer, fastidiaron a los dirigentes chinos, que mantuvieron bajo prohibición el documental durante varias décadas.

El país, bajo ojo sin pretensiones, parece amable. Estrictamente trazado, pero razonablemente apacible.

Las notas visuales de Antonioni, desprovistas de tesis o hipótesis, requieren del conocimiento del espectador para ser completadas. Este podrá ver en la tierra, o no, el polvo de huesos de las hambrunas, las lágrimas de los laogai, el exterminio de los gorriones o el desastre de aquellos hornos "samovares", como los definió Kruschev, que buscaron hacer la competencia a Inglaterra, país al que China profesaba (y aún profesa) enorme rencor desde la primera guerra del opio.

Por mi parte, observo en cada rutina, en cada cotidianidad, la amenaza del control riguroso y estricto del gobierno. En cada gesto prosaico y banal, se está "haciendo la Revolución".

...

El elemento político vertebra, implacable, toda la vida china.

La canción infantil, juego inocente y pueril, esconde una oda al Gran Timonel. Los niños aprenden, desde chiquitos, el refranero de Mao.

El debate, tan del gusto del marxismo universitario, se nos descubre casi como una convención tópica: discuten sólo ciertas obras, de las cuales sólo cabe una crítica.

El pasado, en los museos, siempre fue lance indeseable. El esforzado denuedo revolucionario ha hecho de China un lugar donde los campesinos sólo viven la dureza del campo "como en todos los lugares". El milenario pasado budista y confucianista es conservado como curiosidad museística.

La uniformidad en los atavíos es alabada como signo de pudor y moderación. La contención emocional de los chinos, como valor personal deseable.

El concepto de la construcción estajanovista como símbolo de "triunfo" de la doctrina, en este caso, el canal Bandera Roja como hito del socialismo. Todo régimen, incluso el más execrable, tiene logros relativos que, en gran medida, se utilizan para legitimar la naturaleza del régimen, que poco tiene que ver con ellos. Franco son sus pantanos, Stalin su Canal Belomor, Mussolini su arte fascista.

La discusión campesina ha de ir precedida de una declaración de adhesión ideológica, y el punto de partida son los refranes de Mao, quien jamás labró la tierra.

La consigna que da título a esta crítica, pintada en una pared, deseando vida inacabable al presidente Mao —irónico deseo, pues el propio Mao, al parecer, siempre excusó el tremebundo número de víctimas de sus hambrunas defendiendo con ferviente pasión la muerte como elemento de renovación, según nos cuenta Jung Chang en su ciclópea biografía sobre el presidente.

...

El muy recientemente fallecido Antonio Escohotado dijo: "la casta política es el precio a pagar por la democracia".

En China, ni siquiera parece haber precio a pagar. La política es el hilo que lo une todo y que entre todos tejen, y la madeja la da el Estado, que no puede ser otra cosa que el pueblo, siendo este a su vez, indisociablemente, el partido. La triple equivalencia domina China desde entonces.

...

Es el documental de Antonioni un valioso viaje al pasado, su asepsia es calculada y su crítica es sutil.

Antonioni no realizó un documental de oposición, desde luego, pero tampoco uno complaciente. Las inclinaciones políticas de un director, incluso de aquellos directores que más lo traducen en su obra, como es el caso de Pasolini, siempre me han sido algo indiferentes. En general, considero que hay lugares muchísimo más pertinentes a los que acudir para dilucidar cuestiones históricas, económicas o políticas que el ámbito del Arte. Antonioni alguna vez se definió como "marxista cultural" y el recurso a la alienación burguesa en sus películas me hace especular que imaginó otra cosa de China, que era en los 60 y 70, más que la URSS, el modelo marxista para el mundo. Cabría preguntarse si, a su regreso de China, también exclamó ingenuamente aquello que dijese el americano Lincoln Steffens tras volver de la recién estrenada Rusia bolchevique: "he visto el futuro y funciona".

Gracias.
Nuño
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9
9 de abril de 2016
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
De entre las muchas magias del Cine, la que más agradezco es darme de bruces con ese plano, instante, o fotograma, que me conduce, sin yo permitirlo, de la observación contenida al asombro y al pálpito. Me refiero, evidentemente, a enamorarse inesperadamente de una película que, hasta entonces, sólo mirabas. 'Cero en conducta' contiene uno de esos milagrosos pasajes.

En la escena de la procesión infantil, el compositor Maurice Jaubert reproduce una melodía transcrita hacia atrás; lo que resulta es una inefable fuente de sonidos que podrían ser la música de un sueño, si estos tuviesen una. Vigo, el director, captura a sus infantes y nos los muestra a cámara lenta; podemos detenernos en sus rostros joviales y enérgicos, mientras las plumas de los almohadones caen lentamente del cielo. Hay muchos elementos en esta escena que, unidos, en irrepetible alquimia, bien valen por muchas películas enteras.

Me resultaría injusto reducir 'Cero en conducta' a alegoría política, a baluarte cinematográfico de ideales progresistas, a propaganda. Los propósitos políticos pueden ser complemento, pero nunca fin del Arte, y, en los tiempos actuales, en que la cuestión política a menudo rivaliza en zafiedad y ramplonería con las peores tertulias televisivas, la película de Vigo podría ser minusvalorada por propósitos utilitarios. Claro que hay mucha reivindicación en ella, mucho espíritu libertario, pero de una forma tierna, humorística e ingenua; trascendente. El niño, inagotable, echándose encima del agotado adulto, festejando ese único y último momento de su vida en que podrá ser eternamente libre.

Gracias.
Nuño
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