La película es mala. En este sentido, hay muy poco que salvar. En mi opinión, ni siquiera es adecuada para pasar el rato.

Los protagonistas tienen cierto carisma, pero se queda en poca cosa. Intenta ser un western crepuscular, pero se queda en la intención. La historia en sí misma está llena de tópicos; la ambientación es digna, pero queda lejos de ser buena; se nota mucho que los extras han sido contratados para hacer de relleno; los indios son de traca; incluso los caballos son raros; no hay ni un solo diálogo que merezca la pena.

Quizás lo más interesante sea ir reconociendo los diversos guiños -hay bastantes- que esta película hace a otros clásicos del género.

Yo no la volvería a ver.

Anodino telefilm francés de tipo policíaco y afectivo, apto para ver después de comer y echarse la siesta en caso de necesidad. Si no te has dormido, la parte policíaca es suficientemente intrigante -lo justito- para que te preguntes quién es el asesino y la resolución del caso es, más o menos, original -al menos, yo no acerté la solución hasta que me la contaron y eso que había pocos candidatos a asesino-. La parte afectiva es simpática y, en cualquier caso, no excesivamente sensiblera, ni lacrimógena. A destacar, sobre todo, los paisajes y los castillos de postal, sin duda, lo mejor del film.

En definitiva, puedes vivir sin verla, porque es totalmente prescindible, pero, si la ves, tampoco sentirás la necesidad de arrancar los cables del televisor de la pared.

Las votaciones de esta película hablan por sí mismas. Si la miramos desde un punto de vista lógico-coherente esta historia no se sostiene por ninguna parte. Vamos que si buscas una historia interesante, cuyas piezas encajen como un guante, esta no es tu película. Ahora bien, la coreografía de las peleas es muy buena y solo por eso, si te gustan las pelis de artes marciales, deberías echarle un vistazo.

Muy adecuada para disfrutar de carreras, peleas y puñetazos sin pensar y con la mente en blanco.

Se trata de una película bastante floja. Un bodrio, en realidad. Desde el punto de vista técnico no está mal, pero la caracterización de los no muertos, apostando por el látex, eso sí, es bastante mediocre. Las interpretaciones son ridículas, los diálogos no aportan nada y poco más hay que decir.

Pues bien, a pesar de la bajísima calidad del producto, si tenemos un día cachondo, nos puede resultar más entretenida de lo que parece. Los personajes son tan bizarros (la niña muda de los poderes telepáticos, el travesti mata-vampiros, el Papa, así como suena, etc.), las situaciones tan estúpidas que, aunque no lo llega a conseguir, como sí hace Sharknado, por ejemplo, tiene conatos de giro involuntario hacia la astracanada y la hilaridad involuntaria.

Realmente, no la recomiendo, pero si tienes un día de esos raros en los que te apetece ver una peli mala para ver si te ríes un rato, oye, a lo mejor tienes suerte con esta Bloody Mallory

Gavras narra uno de los episodios más oscuros de la segunda guerra mundial. La cinta está llena de interesantes recovecos, es decir, los aspectos secundarios tienen gran interés. Es muy loable el recurso con que se nos cuenta el inexorable destino de las víctimas del nazismo. Historia dura zanjada sin excesos de patetismo. Sin duda, comprometida.