Es lamentable que tan excelente director tenga tan pocos visionados, tanto en esta como en Kira's Reason: A Love Story. Ambas películas excelentes y, aunque califique con 10 la anterior, debería revisionarla ahora, después de ver esta, pues si bien las actuaciones en ambas son excelentes, la ambientación, la tensión y la profundidad con que trata distintas situaciones de la pareja (y de la vida), en esta ocasión creo que, a pesar de lo escuetos, hay que agregarle la perfección de los diálogos, tan breves, tan precisos, tan cortantes a veces que duelen. En suma, creo que esta estaría un peldaño por encima de la otra, pero apenas. Excelente director, excelentes actores, excelente película que ojala, sean muchos más que la vean.

Película muy bien vendida para que unos cuantos miles de tontos esperen encontrarse con su cuota de sangre, destrozos y demás, y de golpe se vean ante unas historias cruzadas que hablan de intolerancia racial, y de las dos partes de cada ser humano aunque no lo parezca. Claro que, sin demasiada sutileza, sin demasiada profundidad, dirigida especialmente a esos miles de tontos que, de otra forma, no la digerirían. Tan obvia que hasta deja claro la posibilidad de una secuela. Lo bien vendida que está es fácil advertirlo, la cantidad de bajadas por internet es digna de todos los que sólo buscan basura sensacionalista, si supieran que va de algo medianamente serio, ni por casualidad se asomarían. Hechas estas salvedades, la película está bien filmada, con buenas actuaciones aunque solo correctas, buena música, algunos buenos momentos que compensan el fácil final de la historia de Sandra Bullock y el ladrón de coches y, aunque demasiado obvio para mentes un poco más preparadas, nunca está de más recordar que todos tenemos dos caras.

La película más humana que he visto jamás. Siendo que además es una opera prima, es notable destacar que este director realmente tiene algo para decir, y sabe hacerlo muy bien. Obviamente hay que acostumbrarse a una atmósfera algo extraña debido a una sociedad muy distinta a lo que conocemos normalmente, pero vale la pena hacerlo para llegar al último tramo de la historia, con una lección realmente inolvidable.

Pocas veces me he topado con una película tan dificil de catalogar. Primero hay que hacer la salvedad de que la historia parte de un hecho parcialmente real, existió un culebrón sobre el libertador, y el protagonista se obsesionó realmente con el papel haste el punto de seguir vistiendo como el personaje aún después de terminada la filmación, y esto fue aprovechado incluso por políticos para invitarlo a actos oficiales, y de campaña para usarlo demagógicamente (la escena del aeropuerto parece haber sido tal cual). Ahora la película en sí. La primera parte centrada practicamente en el entorno del culebrón, de pésima calidad como siempre, con diálogos ridículos y personajes aún más, con declamaciónes que producen dolor de estómago, hasta que se desata el conflicto en sí. A partir de allí, el director juega con una mezcla de, podríamos decir realismo mágico, surrealismo, juego ficción-realidad, teatro del absurdo y culebrón de a ratos. Y el mensaje es muuuuyyyy potente. Pienso que al director se le fue de las manos, no supo como resolverlo, y terminó envuelto en una vorágine que... resolvió a las apuradas. Debería haber dosificado un poco las partes de puro culebrón (el personaje de la madre es tan ridículo que es digno del Oscar a los peores de la historia de los culebrones), incluso con esa noviecita que también raya en lo ridículo, pero no se puede criticar la actuación de las actrices porque tal vez es adrede asi. Pero repito, con todas estas salvedades, el mensaje es tan potente... que llega igual. Aunque podría haber sido mucho mejor.

Sr Turturro, aprobado en el Master Woody Allen y con mención honorífica! Seguramente el gran Woody ha hecho algo más que trabajar en la película, habrá colaborado en el guión y también la dirección, porque en todo se nota su factura. Pero en lo que se equivocan de medio a medio quienes dicen que se queda a medias, que es inconexa y demás, es que no es un mal trabajo en esos tópicos de Woody, sino que justamente, lo distinto que tiene viene de la mano de Turturro. Woody seguramente hubiera seguido con la primera parte más disparatada, y tal vez hubiera sido una locura genial. Pero Turturro le aporta la parte más humana, más contemplativa y, aunque tal vez no tenga el valor hilarante que podría haber tenido, es justamente eso lo que la realza. Un entretenimiento con mucha inteligencia, a medias hilarante, a medias reflexivo, y con mucha sensibilidad.