Le pongo un 9 porque veo estas cosas con mirada de amante del cine FrikiMierder. Si eres una persona normal querrás ponerle un -10.

Un avión se estrella en el Himalaya y los supervivientes tienen que tirar de imaginación para aguantar hasta que lleguen los equipos de rescate. Lo chungo es que los rescatadores son dos y van andando. Pero bueno, eso no lo saben los accidentados, que enseguida barajan como opción comerse a los muertos (¿os suena este argumento?).

Pese al accidente y los nervios que se van apoderando del grupo, lo peor es la presencia del Yeti. Llegados a este punto, seguro que en Carnaval habéis visto algún disfraz mejor que este, que causa una mezcla entre risa y vergüenza ajena. Cutrez al máximo, sobre todo al colar imágenes de un documental de avalanchas, errores a porrillo y efectos por ordenador que cantan muchísimo. ME ENCANTAN ESTAS MIERDAS.

No soporto a la gente que viene aquí a infravalorar este tipo de películas. No se puede ver un engendro llamado Poseidon Rex y hacer una crítica como si valorases El Padrino.

Aquí estamos ante una película que se ríe de sí misma, es mala y lo sabe. Los actores son de andar por casa, los efectos son tan lamentables que te tienes que reír, pero es que son así a posta.

El argumento es bien simple. Un buceador llega demasiado abajo en un una fosa marina y despierta a una especie de dinosaurio prehistórico que además tiene huevos a punto de eclosionar. Se lía parda y no faltan los tíos cachas y las mujeres espectaculares para adornar la historia.

La idea parece interesante y comienza bien, pero se va diluyendo a marchas forzadas.

Lo mejor es comprobar que se puede rodar una película con una única actriz, que lo hace bastante bien, la verdad.

Por lo demás... sólo dura 75 minutos, pero le sobran 60, se hace larga.

Los diálogos de la voz en off son en ocasiones muy lamentables, con frases y expresiones de vergüenza ajena.

Y cuando crees que no puede ir a peor... ¡tachán!

Me sorprendió esta película porque esperaba al típico payaso psicópata en un slasher de medio pelo, pero no.

Lo más importante a apuntar es que tiene más risas que sustos. No creo que esté concebida para dar miedo ni mucho menos.

El argumento se centra en algo tan simple como divertido: un padre encuentra un traje de payaso y se lo pone para amenizar el cumpleaños de su hijo, pero luego no se lo puede quitar.

No es capaz de romper el traje, ni de quitarse la peluca ni la nariz. A partir de aquí comienza su pesadilla y el traje es apodera de él.

La idea me parece original, el desarrollo es divertido, los efectos y el maquillaje bien conseguidos... la recomiendo.

Una pandilla de amigos empiezan a convertirse en zombis desde que se zampan unos helados con residuos tóxicos.

¿De dónde han salido esos residuos? Pues de algo visto un millón de veces: camión del ejército cargado de barriles, accidente, uno rueda... y va a parar junto a un palé de cajas de leche.

Lo interesante es que vemos la película desde el punto de vista de los chicos, que no se ven como zombis a sí mismos, pero sí son percibidos así por los demás. Empiezan a transformarse, a "cambiar sus costumbres alimenticias" y todo lo que supone ser un zombi, pero resulta divertido verlo desde sus propios ojos. Me ha gustado esta perspectiva y da mucho juego a la película, hecha con efectos de andar por casa.