Three es eso mismo: tres películas en una. La primera (Memories) no está mal, aunque es cierto que no aporta gran cosa al género. Un tanto trillada y con los tópicos habituales del cine oriental de terror, pero está bien hecha y aunque no merece pasar a la historia del cine con letras mayúsculas no deja de ser un producto decente y entretenido. Para mí es un 6/10. La segunda (The wheel) es la peor, en eso coincido con la mayoría de las críticas aquí. A pesar de ser corta se hace monótona y aburrida, que, supongo, que es lo peor que se puede decir de una película. Más que nada, resulta demasiado previsible y en ningún momento consiguió captar mi interés. Se salvan la ambientación y la fotografía, pero no es suficiente para aprobarla. Para mí 3/10. La tercera (Going Home), en cambio, me parece excelente. No es exactamente una película de terror, aunque tenga algún elemento del género. Resulta difícil de definir; es un drama psicológico, poético, con toques de cine negro y salpimentada con algún que otro elemento de terror y grandes interpretaciones de los tres protagonistas. Una historia de amor más allá de la muerte en un ambiente sórdido y sucio, pero lleno de poesía y sentimientos. Supongo que no es apropiada para todos los públicos, por lo que he visto en algunas críticas, pero a mí me parece muy buena, 9/10. No la redondeo al 10 porque hay alguna cosilla en el guion que me parece metida un poco con calzador. En cualquier caso, si las otras dos partes tuvieran el nivel de esta última, Three sería una película altamente recomendable. Desgraciadamente no es así y la media se me queda en un 6/10. Eso sí, si cae en vuestras manos muy bien podríais ir directamente a la tercera.

La película está bien durante la primera hora, más o menos. Tiene unos personajes demasiado planos y ya vistos en otras películas del género, y algunas escenas estándar, pero se puede perdonar porque avanza bien, la ambientación es excelente y la historia es prometedora y entretenida. ¿En qué falla entonces?

Zhang Yimou nunca decepciona. A mí personalmente me gustan más otras películas suyas que esta (El camino a casa, por ejemplo, que me parece de 10), pero "Amor bajo el espino blanco" no deja de ser una obra excelente. Toda la historia parte de un conflicto obvio en los países comunistas; el desajuste que se produce entre las "necesidades" de la revolución y los impulsos humanos, entre el estado y el individuo, entre la verdad oficial y la que corre por las venas. Un conflicto contado con elegancia y sublimado por una estética clásica impecable. Eso sí, para disfrutar la película en plenitud hace falta un esfuerzo por parte del espectador. No basta con sentarse, como un parásito, esperando que todo te lo metan por los ojos; hay que saber leer dentro de los personajes y, de la misma manera que ellos no pueden expresar sus sentimientos para evitar conflictos con el estado, el espectador no puede esperar que se lo den todo masticado, tiene que ser partícipe del combate que se libra dentro de los personajes. De esa manera, cuando llegan los momentos de emoción, el terreno está abonado y es inevitable sentir un nudo en la garganta. En cualquier caso, estamos hablando de Zhang Yimou, así que tenemos garantizados un buen puñado de momentos de cine de alto nivel, ¿qué más podemos pedir?

Película audaz donde las haya. Un auténtico ejercicio de prestidigitación que no decepciona. Me hacen gracia algunas de las críticas que he leído por aquí, algunas de ellas con la obvia intención de bajarle la nota media a la película por algún motivo que escapa a mi entendimiento, pero hay gente pa tó, como se suele decir. La situación es claustrofóbica y angustiosa, el director hace un gran ejercicio de honestidad manteniendo la cámara siempre dentro del ataúd. Podría habernos relajado con planos exteriores y luminosos, pero no lo hace, prefiere arriesgarse y hacernos compartir la zozobra del protagonista. Sí, es cierto que se podrían haber añadido o quitado cosas, pero tal y como está acaba siendo una gran película y el señor Cortés consigue mantener el interés hasta el último segundo. ¿Mensajes subliminales? Muchos. De hecho, puede que sean lo más interesante de la película. No voy a entrar en detalles, pero la hipocresía de nuestra sociedad supuestamente democrática y la telaraña en la que nos envuelve son tan protagonistas como Reynolds, un simple ciudadano anónimo, a lo Joseph K de Kafka, una hoja barrida por el viento.

Me resultan curiosas algunas de las críticas que he leído en este foro. Por un lado están los que dicen que no da miedo cuando lo que en realidad quieren decir es que no hay sustos gratuitos (una virtud de la película). Otros dicen que no es de terror, pero lo que quieren decir es que no pasan las mismas cosas que en las películas de terror al uso (otra virtud de la película). Después están los que dicen que los efectos no son gran cosa. No lo pretenden ni resultan relevantes porque lo que importa aquí son los personajes y su vida interior no fantasmillas grasientos generados por ordenador. Hay alguno que incluso dice que los primeros diez minutos le parecieron prometedores, pero que después todo se estropea. A mí me pasó todo lo contrario: los primeros diez minutos me resultaron decepcionantes porque parecen llevarte otra vez a la misma historia de siempre, la que hemos visto hasta el empacho en miles de películas anteriores y, además, porque el comportamiento del niño hace que te entren unas ganas casi irresistibles de estrangularlo, pero a medida que pasan los minutos te das cuenta de que hay mucho más. Poco a poco los personajes van ganando consistencia y superando el cliché inicial y la historia va ganando cuerpo hasta que consigue captar tu atención por completo. Eso sí, si lo que buscas es lo de siempre contado de la misma manera, con los mismos personajes, los mismos trucos, los mismos tópicos, la misma estructura, y todo ello adornado con grandes efectos especiales y ruidos que asustan, esta no es tu película.
El resto, en el spoiler.