El título está muy bien elegido. La película es una Reminiscencia de la maravillosa Strange Days.

Una de esas películas que creo se ha estrellado en taquilla y no lo merecía.

Vocación de noir, envuelto en ciencia ficción y, parece muy lógico, que Nolan sea el productor, con sus historias dentro de historias con puzzles por deshacer para rehacerlos.

Entretenida, aunque la puesta en escena podría haber dado mucho más. También hay algunos problemas con el punto de vista en los recuerdos (planos, que están ahí porque facilitan la narración, pero que no tienen sentido, porque son propios del narrador omnisciente y no responden al punto de vista subjetivo de los recuerdos que se están mostrando)

Los revisionados muestran lo que la primera sensación ya decía: que es una película desigual que mejora cuando se separa de los libros y narra su propia historia.

En ese sentido, la primera parte recoge episodios de los libros (lances, duelos y encaminadas, etc.) y la segunda cuenta una historia inspirada en los libros de Arturo Pérez-Reverte. Eso hace que muchas cosas y arcos de personajes se queden colgando y no concluyan.

Es desigual en todo, incluido el reparto, en el que los actores con más tablas resuelven mucho mejor sus personajes que los jóvenes. Película imposible sin Viggo Mortensen que, realmente encarna muy bien al personaje. No le veo sentido mucho críticas al acento y hablar susurrado.

Hoy que están de moda los universos compartidos, las sagas, etc., agradezco que Alatriste sea una película que concluye en sí misma, pero lamento que tarde en decidir la historia que quiere contar.

Muy destacable trabajo de fotografía y de localizaciones que disimulan las limitaciones de dinero (habitual problema del cine de ambientación histórica producido en España, p. Ej. El Perro del Hortelano). Donde la cosa canta es en Rocroi, pero el presupuesto dio para lo que dio.

Roque Baños hace una partitura muy curiosa que resalta muy bien los elementos melodramáticos de la historia -que los hay-, pero queda menos lograda en los de acción, etc. Se criticó el tema final y, sin embargo, a mí me parece que encaja bastante bien...

En fin, a la película se le dieron todos los palos posibles en su día. No todos eran merecidos.

La película empieza como un anime de atracos perfectos, humor y persecuciones que son una mezcla de las del cine mudo, Jackie Chan y las de acción Hollywood más alucinada (evidentemente Lupin es el referente más conocido).
También hay toques de shojo y sus subgéneros de acción.
Pero la película se va recargando de elementos y viniéndose arriba y over the top... Con todos los subgéneros posibles metidos en una sola escena (y no digo nada más para evitar spoilers).
Luego evoluciona en modo buddy movie Catwoman - Batwoman.
Sin ser el anime lo que me más gusta del Universo Animado DC, para una película de 78 minutos le sobran personajes y situaciones. A pesar de todo, con su excesivo y recargado estilo, no deja de ser entretenida.

Épica estructurada en episodios y drama de venganza y amor.

Eggers me parece un autor más convincente cuando es críptico, y eso se nota en esta película, tal vez, algo deslabazada, en la que quizá algún episodio más o más metraje le diese más solidez al relato. Hay algo en lo misterioso que le sienta muy bien al cine de Eggers, menos resuelto en el desarrollo narrativo de su historia.

De hecho, las partes de rituales y magia son fascinantes, mucho más que la parte centrada estrictamente en la venganza que no alcanza con la misma intensidad. Quizá no logra transmitir plenamente la transformación del protagonista en un emisario de la destrucción absoluta, surgido de las brumas del olvido-recuerdo-imaginación.

En cierto sentido, la película tiene un tramo de slasher, pero en el que los espectadores estamos con el asesino y no con sus víctimas. El príncipe Amleth no se siente nunca como la amenaza imparable que, por ejemplo, Michael Myers es.

La película está llena de imágenes poderosas y atractivas en si mismo, herméticas, que no es tan densa en el drama de las relaciones de Amleth.

Ah, se nota que a Eggers le gusta escribir los diálogos de una particular manera, expresivamente recargada, que exige de los actores un cierto ritmo y actitud.

El uso del score resalta la potencia de las escenas e imágenes, ya de por sí muy saturadas de iconografía y mística y planteadas como every frame a painting.

Los ecos de películas como Conan o la Venganza de los Sith y, en menor medida el Señor de los Anillos, resuenan, intencional o accidentalemente, con belleza en el film de Eggers.

Comentario muy técnico: es la película en la que Monica Randall le enseña las tetas a Toshiro Mifune.

Y con eso podría bastar, porque es una de esas producciones improbables que reunían un equipo extraño, mezclaban los tópicos de un género, en este caso el western, para desarrollar una buddy movie con unas aventuras más o menos previsibles y sin especial chispa ni gran diversión. El guión simplemente plantea el contraste entre Mifune y Bronson como único recurso dramático y cómico.