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Críticas de Jason
12 de enero de 2017
16 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre se ha dicho que la venganza se sirve mejor fría, aunque en este caso, tras ocho años de espera, la venganza (ira) se ha quedado congelada. Pero no adelantemos acontecimientos, como diría Jack el Destripador: <<vayamos por partes>>. Las mismas partes en las que el director disecciona su película.
CLAVES OCULTAS PARA COMPRENDER LA IRA DE JOSÉ en el spoiler.
CLAVES OCULTAS PARA COMPRENDER LA IRA DE JOSÉ en el spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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10 de febrero de 2014
13 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando me disponía a ver esta película, pensé que por el título: (Caníbal), iba a ver a una especie de Hannibal Lecter a la española, pero la verdad, sin muchas esperanzas de que Antonio de la Torre se convirtiera siquiera en una especie de aprendiz barato de Anthony Hopkins.
Analizando detenidamente la película, vemos que el peligroso y sádico caníbal que nos tratan de vender en esta tediosa película, es en realidad un sastre soso y aburrido de la vida, que come pechugas de pollo, mas bien lozano y bien parecido, con un aire facial que recuerda al jugador de fútbol Sergio Ramos, y es que su expresión destila de todo menos inquietud cuando nos viene a la mente el rostro de un verdadero caníbal del celuloide como es Anthony Hopkins, en la piel de Hannibal Lecter.
Si bien la película empieza con una mujer desnuda y un inexpresivo Antonio de la Torre llevando en brazos el cuerpo desnudo de una mujer; como se puede ver en la portada de la película, lo que sigue a continuación es una broma de mal gusto al espectador. Nos engañan como tontos, hasta que nos damos cuenta de que el tal caníbal es en realidad una fantasía envuelta en un humo condensado, que no deja ver su verdadera naturaleza, que es la de un simple sastre de pueblo aburrido, que nos muestra una serie de escenas cotidianas de su vida diaria alargadas hasta el sopor más extremo y absurdo. Debo confesar con cierto sonrojo y vergüenza ajena, que en mas de una ocasión mi boca se abrió emulando al salvaje león de la Metro Goldwyn Meyer debido al mas tortuoso aburrimiento de este canibal de pueblo, y es que seamos sinceros, si este antropófago realmente te atrapa en su misterio y su sadismo salvaje, como he leído en algunas críticas de esta sección, mejor no veas a Anthony Hopkins interpretando a Hannibal Lecter porque igual te mueres del susto. Luego dicen que el cine español pasa por momentos difíciles, gracias a este tipo de bazofias no me extraña nada.
Analizando detenidamente la película, vemos que el peligroso y sádico caníbal que nos tratan de vender en esta tediosa película, es en realidad un sastre soso y aburrido de la vida, que come pechugas de pollo, mas bien lozano y bien parecido, con un aire facial que recuerda al jugador de fútbol Sergio Ramos, y es que su expresión destila de todo menos inquietud cuando nos viene a la mente el rostro de un verdadero caníbal del celuloide como es Anthony Hopkins, en la piel de Hannibal Lecter.
Si bien la película empieza con una mujer desnuda y un inexpresivo Antonio de la Torre llevando en brazos el cuerpo desnudo de una mujer; como se puede ver en la portada de la película, lo que sigue a continuación es una broma de mal gusto al espectador. Nos engañan como tontos, hasta que nos damos cuenta de que el tal caníbal es en realidad una fantasía envuelta en un humo condensado, que no deja ver su verdadera naturaleza, que es la de un simple sastre de pueblo aburrido, que nos muestra una serie de escenas cotidianas de su vida diaria alargadas hasta el sopor más extremo y absurdo. Debo confesar con cierto sonrojo y vergüenza ajena, que en mas de una ocasión mi boca se abrió emulando al salvaje león de la Metro Goldwyn Meyer debido al mas tortuoso aburrimiento de este canibal de pueblo, y es que seamos sinceros, si este antropófago realmente te atrapa en su misterio y su sadismo salvaje, como he leído en algunas críticas de esta sección, mejor no veas a Anthony Hopkins interpretando a Hannibal Lecter porque igual te mueres del susto. Luego dicen que el cine español pasa por momentos difíciles, gracias a este tipo de bazofias no me extraña nada.
Desconocidos
7 de agosto de 2019
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nicole Kidman interpreta a una mujer herida, demacrada y minada por el paso de la vida y sus circunstancias. Tal vez demasiado, convirtiendo su personaje en algo irreal, al envolverse en un excesivo dramatismo lastimero.
Me da la sensación, de que cuando la ofrecieron el papel, la señora Kidman pensó en el cambio radical, tanto físico como mental de la Chalize Theron de Monster, por lo que decidió ponerse a dieta para dar forma a su personaje, viéndose instantáneamente como ganadora de un oscar, más por lástima que por méritos en la pantalla, mas su interpretación dista mucho de la señora Theron.
La película no aporta gran cosa. Su historia da saltos en el tiempo, imprimiendo un ritmo lento y a veces fastidioso, como caminando por un fango visual del que no puedes salir. No pongo en duda la competencia interpretativa de esta actriz demostrado en muchas películas, algunas con oscar incluído. No es el caso de esta cinta, donde como ya he dicho antes, peca de excesivo melodrama y agotamiento físico. Le falta mas de lo que le sobra. ACCIÓN.
Me da la sensación, de que cuando la ofrecieron el papel, la señora Kidman pensó en el cambio radical, tanto físico como mental de la Chalize Theron de Monster, por lo que decidió ponerse a dieta para dar forma a su personaje, viéndose instantáneamente como ganadora de un oscar, más por lástima que por méritos en la pantalla, mas su interpretación dista mucho de la señora Theron.
La película no aporta gran cosa. Su historia da saltos en el tiempo, imprimiendo un ritmo lento y a veces fastidioso, como caminando por un fango visual del que no puedes salir. No pongo en duda la competencia interpretativa de esta actriz demostrado en muchas películas, algunas con oscar incluído. No es el caso de esta cinta, donde como ya he dicho antes, peca de excesivo melodrama y agotamiento físico. Le falta mas de lo que le sobra. ACCIÓN.
23 de noviembre de 2013
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde siempre he oído decir a la gente que: "Desayuno con diamantes" es una película inolvidable, romántica, brillante, sofisticada, llena de un humor ingenioso y mil cosas mas. Una película de esas que una vez que la ves te marca para toda la vida. Por lo que, siempre que escuchaba a alguien nombrar la cinta, me decía una y otra vez: - ¡A ver si la veo un día!, pero al final quedaba olvidada, como una cosa pendiente perpetuamente a realizar.
Por fin, el otro día me acordé y saqué tiempo para verla, por lo que me senté cómodamente con la esperanza de ver al fin esta aclamada obra maestra del boca a boca y oreja a oreja, para comprobar si es verdad lo que siempre había oído decir a la gente.
Emocionado, prendo la tele, viajando instantáneamente al New York de principios de los años 60. El color ha llegado ya al cine, y veo en los primeros fotogramas a una chica joven parada delante del escaparate de una joyería, contemplando unos diamantes, que nunca podrá comprar, mientras se papea un croissant y le da un sorbito coqueto a su café: (Desayuno con Diamantes). ¡Ahora entiendo el título de la película!...
Si a día de hoy, sale una película española con ese título y la escena mencionada, todo el mundo la pondría a parir, con unas puntuaciones bajísimas en esta sección de críticas. Pero es la peli del Blake Edwards y si todo el mundo dice que esta cursilada es lo más de lo más, ¿cómo vas a decir tú que es mala?. No, no, es un peliculón que va a marcar mi vida...
Y es que Audrey Hepburn interpreta a una chica sencilla, sin oficio ni beneficio, obsesionada con los diamantes y rodeada de pretendientes, que darían su vida, por complacerla cada segundo de su vida.
La muchacha suele levantarse temprano; (cuando se acuerda), no para ir a trabajar, como haría cualquier persona, para ganarse la vida, sino que lo hace para ir hasta su tienda favorita de Tiffany y desayunar de pie, con un croissant y un café, frente al escaparate, soñando con tener las joyas expuestas tras el cristal. Su mayor ambición en la vida es echarse un hombre rico que le pague todos sus caprichos, para abandonarse a una vida disoluta y regalada.
Para hacer mas excitante, si cabe, la historia de la película, hace su aparición el galante George Peppard; famoso por su papel como Hannibal en el Equipo A, que tratará por todos los medios de conquistar el corazón de la vecinita de abajo. Sin embargo, Holly Golightly (Audrey Hepburn) que es lo mas parecido a una Cassanova femenina, pero sin sexo, rehuirá del apuesto galante, a no ser que lo necesite para alguna tarea en particular. Mientras tanto, el bueno de Hannibal se consume fumando un cigarrillo tras otro, esperando que algún día, la excéntrica muchacha, que siente pavor a los compromisos de cualquier tipo, caiga enamorada de él.
Viendo el argumento irrisorio y poco realista, la conclusión es clara: con este planteamiento argumental la película esta sobrevalorada, mitificada y falsamente justificada. Al fin al cabo, no es mas que una "sofisticada" parodia de lo que podría haber sido una buena película.
Por fin, el otro día me acordé y saqué tiempo para verla, por lo que me senté cómodamente con la esperanza de ver al fin esta aclamada obra maestra del boca a boca y oreja a oreja, para comprobar si es verdad lo que siempre había oído decir a la gente.
Emocionado, prendo la tele, viajando instantáneamente al New York de principios de los años 60. El color ha llegado ya al cine, y veo en los primeros fotogramas a una chica joven parada delante del escaparate de una joyería, contemplando unos diamantes, que nunca podrá comprar, mientras se papea un croissant y le da un sorbito coqueto a su café: (Desayuno con Diamantes). ¡Ahora entiendo el título de la película!...
Si a día de hoy, sale una película española con ese título y la escena mencionada, todo el mundo la pondría a parir, con unas puntuaciones bajísimas en esta sección de críticas. Pero es la peli del Blake Edwards y si todo el mundo dice que esta cursilada es lo más de lo más, ¿cómo vas a decir tú que es mala?. No, no, es un peliculón que va a marcar mi vida...
Y es que Audrey Hepburn interpreta a una chica sencilla, sin oficio ni beneficio, obsesionada con los diamantes y rodeada de pretendientes, que darían su vida, por complacerla cada segundo de su vida.
La muchacha suele levantarse temprano; (cuando se acuerda), no para ir a trabajar, como haría cualquier persona, para ganarse la vida, sino que lo hace para ir hasta su tienda favorita de Tiffany y desayunar de pie, con un croissant y un café, frente al escaparate, soñando con tener las joyas expuestas tras el cristal. Su mayor ambición en la vida es echarse un hombre rico que le pague todos sus caprichos, para abandonarse a una vida disoluta y regalada.
Para hacer mas excitante, si cabe, la historia de la película, hace su aparición el galante George Peppard; famoso por su papel como Hannibal en el Equipo A, que tratará por todos los medios de conquistar el corazón de la vecinita de abajo. Sin embargo, Holly Golightly (Audrey Hepburn) que es lo mas parecido a una Cassanova femenina, pero sin sexo, rehuirá del apuesto galante, a no ser que lo necesite para alguna tarea en particular. Mientras tanto, el bueno de Hannibal se consume fumando un cigarrillo tras otro, esperando que algún día, la excéntrica muchacha, que siente pavor a los compromisos de cualquier tipo, caiga enamorada de él.
Viendo el argumento irrisorio y poco realista, la conclusión es clara: con este planteamiento argumental la película esta sobrevalorada, mitificada y falsamente justificada. Al fin al cabo, no es mas que una "sofisticada" parodia de lo que podría haber sido una buena película.
21 de junio de 2013
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin saber como, Miguel Ángel Toledo nos muestra una senda que desafortunadamente no lleva a ningún lado. Y es que en esta senda sin destino, el espectador se ve sumergido en una amalgama de conceptos tan sospechosos que hacen que recordemos con rubor a la excelente película de "El Resplandor". Sin embargo, el resplandor con el que intenta cegarnos el señor Toledo, al transitar por esta dudosa senda, se convierte rápidamente en un crepúsculo tenebroso, que transita entre la perplejidad surrealista y el aburrimiento mas soporífero.
La historia empieza de una forma un tanto chocante e irreal, al ver como nuestro protagonista, un reputado maestro de ajedrez intenta hacer las paces con su mujer, por algo muy malo que ha hecho. Quizás, el motivo del desamor de la pareja se deba a una infidelidad, tal vez reiterada, pero no, pronto caemos en la cuenta que el crimen del protagonista fue el tabaco. Si, han oído bien, su vicio por el tabaco. No se entiende bien ¿verdad?. En fin, el caso es que podemos ver al sufrido protagonista sentado en el asiento delantero de su coche con su mujer al lado, jurandola una y otra vez que va a cambiar, (sin embargo, no le ha sido infiel, ni la ha maltratado física o psicológicamente; que podría ser lo mas normal, cuando escuchas a alguien así de avergonzado, con propósito de enmendar sus errores). Pero no, la bestia negra de esta pareja es el tabaco. Esa droga blanda que tanto les ha distanciado.
Y es que parece ser que en ésta película los guionistas quisieron innovar metiendo una idea original y se toparon con el grave problema del tabaco, cuando vemos que el protagonista no tiene ni cáncer de pulmón ni nada que se le parezca. Quizás si hubiesen dicho que era ludópata o adicto al sexo, pues podría haber resultado mas creíble e interesante la historia, pero no. Originalidad a tope y fracaso absoluto en el guión.
Para enredar mas la historia, el padre de familia invita a su mujer y a su hijo a una casa rural perdida en la montaña. Estamos en navidad, y allá por las montañas nieva mucho. La casa es solitaria y el protagonista está un poco desquiciado porque su mujer parece que tontea con un vecino de la zona y eso sumado a que no puede fumar, pues hace que se desarrolle una especie de paranoia, que según los geniales guionistas dará emoción e intriga a la película. Pero pronto comprobamos que hemos perdido una hora y media de nuestro tiempo al darnos cuenta de que no es mas que una copia mala al Resplandor de Kubrick, con un montón de vueltas y revueltas, para comprobar, que tanto los guionistas, como el director nos han llevado por una senda sin destino.
La historia empieza de una forma un tanto chocante e irreal, al ver como nuestro protagonista, un reputado maestro de ajedrez intenta hacer las paces con su mujer, por algo muy malo que ha hecho. Quizás, el motivo del desamor de la pareja se deba a una infidelidad, tal vez reiterada, pero no, pronto caemos en la cuenta que el crimen del protagonista fue el tabaco. Si, han oído bien, su vicio por el tabaco. No se entiende bien ¿verdad?. En fin, el caso es que podemos ver al sufrido protagonista sentado en el asiento delantero de su coche con su mujer al lado, jurandola una y otra vez que va a cambiar, (sin embargo, no le ha sido infiel, ni la ha maltratado física o psicológicamente; que podría ser lo mas normal, cuando escuchas a alguien así de avergonzado, con propósito de enmendar sus errores). Pero no, la bestia negra de esta pareja es el tabaco. Esa droga blanda que tanto les ha distanciado.
Y es que parece ser que en ésta película los guionistas quisieron innovar metiendo una idea original y se toparon con el grave problema del tabaco, cuando vemos que el protagonista no tiene ni cáncer de pulmón ni nada que se le parezca. Quizás si hubiesen dicho que era ludópata o adicto al sexo, pues podría haber resultado mas creíble e interesante la historia, pero no. Originalidad a tope y fracaso absoluto en el guión.
Para enredar mas la historia, el padre de familia invita a su mujer y a su hijo a una casa rural perdida en la montaña. Estamos en navidad, y allá por las montañas nieva mucho. La casa es solitaria y el protagonista está un poco desquiciado porque su mujer parece que tontea con un vecino de la zona y eso sumado a que no puede fumar, pues hace que se desarrolle una especie de paranoia, que según los geniales guionistas dará emoción e intriga a la película. Pero pronto comprobamos que hemos perdido una hora y media de nuestro tiempo al darnos cuenta de que no es mas que una copia mala al Resplandor de Kubrick, con un montón de vueltas y revueltas, para comprobar, que tanto los guionistas, como el director nos han llevado por una senda sin destino.
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