No se trata de un film de los más conocidos de Buñuel, pero es una obra bastante estimable. El director me ha sorprendido esta vez por su condescendencia por lo religioso. Igualmente, tampoco esperaba un desenlace tipo "final feliz", en el que el mal es expulsado de ese hogar cristiano, sus miembros se reconcilian y los animales sanan. Ahora bien, sí he percibido como algo recurrente en Buñuel la encarnación de lo diabólico en una bella mujer. Recrea eficazmente ese ambiente de fatalidad que reina en la hacienda de Don Guadalupe a partir de la entrada de Susana.
Al hilo de lo dicho anteriormente, me parece brillante cómo plasma la película las diferentes formas de reaccionar de los principales personajes masculinos, causadas por el deseo que sienten hacia Susana: el desasosiego del padre, la inocencia e idealización del hijo, y la agresividad y violencia del criado; en todos ellos se puede percibir en cualquier caso la turbación generada por la joven.

Me ha sorprendido agradablemente esta película, aunque no es tampoco ninguna obra maestra. El guión cuenta con bastantes elementos de interés, pero no es redondo, sobre todo en lo referente a la evolución de los acontecimientos. Tampoco me satisface del todo la resolución del film.
Los actores principales están estupendos, sin embargo, parece que hubo críticas en su momento que hacen referencia a la mala elección de los mismos (sobre todo por Bogart). Yo no estoy de acuerdo, para mi Bogart encaja muy bien en este papel y lo resuelve espléndidamente. Si acaso, dudaría de la elección de Stanwyck, que la veo más para mujeres con arrojo y personalidad, o de mujer fatal. Igual encajaban muy bien actrices que puedan mostrar mejor cierta fragilidad, como Anne Baxter, Claudette Colbert o Joan Fontaine. Aunque claro, si ponemos a esta última y le sumamos lo del vaso de leche, parecería ya el remake de "Sospecha".
En cuanto a los secundarios, no hay mucho que destacar. Se quiere dar cierto toque ligero y distendido con la criada y el doctor, pero vamos, sin alardes. Me quedo, eso sí, con la escena del té en el jardín, que me parece bastante divertida (genial Isobel Elsom, la madre de la rubia)
Dejando de lado todo esto de los actores, que al fin y al cabo, siempre es algo personal, sí destacaría sobremanera la fotografía. Por momentos, se consigue que la película linde con el género de terror. Excepcional la aparición repentina de Bogart por la ventana del dormitorio. Él es el verdadero ángel de la muerte.

...in a galaxy far, far away... ...que no veía una película tan mala. Decía en una crítica no hace mucho, con respecto a una película de Griffith, que parecía mentira cómo en 1920 se podía tener tal dominio del lenguaje cinematográfico. Pues bien, ahora digo que parece mentira que llevando el cine ya 100 años de realizaciones de largometrajes, se pueda llegar a comercializar un engendro descomunal como este.
Personajes ridículos. Guión nulo. Ausencia de miedo o suspense. Y para colmo, ciertas dosis de asquerosidad. En fin, película reservada para adolescentes incondicionales del género.
Solo puedo agradecerle al film el seguir aprendiendo a valorar aquellas películas que sí son buenas. O ni siquiera tanto: saber apreciar ciertos aspectos de películas más bien modestas. Porque madre mía, de "Las ruinas" no se salva ni un solo minuto, o lo que es lo mismo, ni un solo minuto se salva de las ruinas.
Para acabar, aunque no suelo hacer este tipo de cosas, permítanme divertirme en el spoiler...

Y es que la única parte que me parece aceptable, incluso buena, por qué no, es la primera parte del film, la cual transcurre en Devon y el animal en cuestión es educado para ser caballo de tiro. De hecho, le debo reconocer a Spielberg que me encanta cómo encuadra al caballo en esa primera hora, dotándole de belleza, inteligencia, nobleza y personalidad.
Sin embargo, cuando se convierte en war horse, me defrauda totalmente. Se meten historias secundarias sin ningún brío ni emoción, se utilizan objetos sin que emerja un sentido (spoiler). Según mi modo de ver, para que una historia llegue al espectador, los elementos del guión deben ser unos cuantos, que tengan coherencia entre ellos, y que se traten con cierta profundidad. Con estas premisas, es difícil que las historias de los dos hermanos y del abuelo y nieta resulten emotivas, pues se quieren resolver en quince o veinte minutos. Se quedan en algo superficial.
Y por contra, qué interesante estaba siendo la historia de ese padre fracasado, bebedor, idealista, tozudo, enfrentado con su terrateniente; la historia de esa familia que me recordaba, sin que tampoco se parezca mucho, a Gregory Peck y Jane Wyman en la muy apreciable "El despertar". Bueno, pues va Spielberg, la finiquita por la vía rápida, porque el caballo se nos va a la guerra...
En fin, una película que acaba resultando bastante tediosa. Spielberg logra, quién lo iba a pensar, hacer una película bélica infantil, casi salida de la misma Disney. Caramba, qué paradoja. Y como tal, en mi opinión, fracasa estrepitosamente. Rezuma esa sensiblería, marca de la casa, que mire usted, ya resulta hasta irritante. Porque si ruedas algo sencillo y no estuviste acertado, pues bueno, qué le vamos a hacer. Pero cuando eres pretencioso, la mediocridad se encaja peor y te pueden atizar hasta en el carnet de identidad.