Hace unos días una amiga me dijo que para la generación de quinceañeros la banda Queen se ha convertido en la gran referencia de las bandas clásicas. Y yo le respondí que ya me parecía raro que hubiera superado a Los Beatles. La película, ha sido la película, me contestó. Se refería a Bohemian Rhapsody, la película de Bryan Singer de 2018 que tuvo éxito y relanzó espectacularmente a las nuevas generaciones la música de Queen.

La dupla del guionista Richard Curtis y el director Danny Boyle prometía muchísimo pero no ha podido hacer por la música de los Beatles lo que se consiguió con el año anterior con Bohemian Rhapsody, que la verdad, no me gustó. Me parece una película muy conservadora.

La premisa de esta película es mucho más atrevida, y tiene un arranque simpático y ahí se queda. Deviene por fin en una comedia romántica extraña y sosa. El problema que quizás tiene en su género es que no hay un verdadero impedimento u obstáculo que el protagonista deba superar para lograr el amor. Nadie entiende porque la pareja no está junta, él la ama a ella y ella a él, los motivos por los que este relación no se ha dado no se entienden, en parte por lo desdibujado que está el personaje protagonista. Cómo no hay obstáculos reales para esa relación el recorrido que se da hasta que la situación entre la pareja se resuelve entre ellos no tiene el menor interes y te da igual si esa resolución es positiva o negativa.

Lo poco simpático de la película es Kate McKinnon, en su papel de manager musical implacable.

El cartel y el título dan la idea de una serie Z de manual y no lo es. Es muy habitual en buenos directores que hayan comenzado con un thriller o una pélicula de terror. Son películas que tienen un buen mercado y un precio muy adecuado para empezar una carrera al parecer. Amenabar, Peter Jackson, el propio Steven Spielberg empezaron así. No creo que nos encontremos con un talento como esos pero este Michael S. Ojeda no es un mal director. Me ha sorprendido esta película que que por predecible que sea no deja de ser muy divertida. El reparto, la dirección de actores, la fotografía y la localización son buenas; logran un ambiente tan malsano como seductor.

Una muy buena película para un domingo de resaca en pareja.

Me he encontrado casí por casualidad con esta película y la he disfrutado. Es una película con un presupuesto bajo y unos medios técnicos muy básicos. Pero lo que si tiene es un director atrevido y unos actores con muchas de ganas de hacer cine. Hay tantas ganas que logran atravesar la pantalla y contagian al espectador. Puede que al principio la veas una cierta suficiencia y una sonrisa irónica pero es muy posible que acabes sonriendo y pasándotelo de lo más bien.

Es una película en la linea de todas las producciones que han ido apareciendo a raiz del éxito de The Raid, (2011), esta cinta no le llega a la altura por supuesto, pero lo que a veces no recordamos es que antes de esa película el director Gareth Evans rodó Merantau (2009) mucho más modesta. Y antes de las grandes películas de acción tailandesas de Prachya Pinkaew se rodaron peliculas como Born To fight de Panna Rittikrai que fueron el germen de lo que vendría. Tal vez estos sean los comienzos de algo importante para la cinematografía de Camboya, desde luego las ganas las demuestran en esta película.

El humor seguramente debe ser lo más difícil de traducir, los acentos, los sutiles giros lingüisticos y sobre todo las referencias. Cuando empecé a ver la película no sabía exactamente donde está el estado de Colorado. No sé si es una zona rica o pobre ni si son más o menos conservadores. Ni siquiera sabía que la capital se llamase Colorado Spring. La busco y veo que está por el centro del país. La población actual es de 400.000 habitantes más o menos. Lo busco y a mitad de los 70's tenía algo más de 200.000. No era, ni es, una gran ciudad.

La película va al grano, nos presenta al protagonista, quiere ser policía, va a ser el primer policia de una minoría de esa ciudad. En un curioso y muy extraño diálogo nos presental al personaje. Creo que el diálogo es cómico o por lo menos sorprendente, lo veo y tan solo me resulta desconcertante. Desde ese momento en adelante la película va por la vía de la sátira. Hacen referencias a muchas películas que no he visto y hay muchos slongans de diferentes organizaciones políticas que se supone que debo conocer perfectamente, pero la verdad es que no las conozco o lo que sé de ellas se podría resumir en un párrafo. Tampoco ahora podría decir que las conozco mejor que al empezar.
La parte que se ocupa de la investigación, dado el tono de sátira, no te llega a intrigar ni te llega a poner en mucha tensión, tampoco es tan disparatada para que te de risa por puro exceso. Hay tantas referencia e incisos a particularidades que al final me ha pasado como con tantas comedias estadunidenses que no me ha divertido.

La película parece partida en dos. Por un lado tenemos las escenas iniciáticas de la protagonista, su descubrimiento del mundo y sus primeras interacciones sociale, toda esta parte es estupenda, el casting se revela muy acertado principalmente con una estupenda protagonista, Saoirse Ronan, que está a un gran nivel y el resto. Por otro lado está toda la parte de la acción, aburrida y sin tensión, y no es un problema de los actores, las coreografías de acción de la protagonista, por ejemplo, están bien ejecutadas, es que sencillamente están muy mal rodadas y muy mal concebidas.

Es una pelicula con un gran concepto, una suerte de adaptación del niño salvaje mezclado con los clásicos cuentos de hadas. Parte de la fotografía y muchas localizaciones son estupendas. Es una verdadera lástima, pero la parte de acción, que ocupa mucho metraje, es tan lamentable que lastra el conjunto y deja la película como una obra fallida.