Robbie, un joven de Glasgow (Paul Brannigan) es condenado a servicio comunitario por cometer varios delitos. Su novia está embarazada y las disputas con su suegro son permanentes. Cuando el trabajador social Harry (John Henshaw) le introduce en la cata de finos whiskys de malta, Robbie descubre una destilería en el cual albergan un raro whisky escocés por valor de miles de libras y proyecta un plan para cambiar su miserable vida...

Cuando el Whisky madura hay algo se escapa del barril y se evapora en el aire, se conoce como "La parte de los ángeles", y, pensándolo bien, es un título muy apropiado para la historia.
La película de Loach tiene sentido del humor y un delicado toque de ligereza. En este caso Loach pierde su acostumbrado cine social con tintes dramáticos y la película se convierte en una alegre travesura.
Todos los artistas tienen una entrega admirable y, en algunos casos, el trabajo excelente. Un talento que Loach ha mostrado en los últimos años, la habilidad en encontrar a estos jóvenes actores de calidad.

Un ligero y optimista cambio de ritmo de Ken Loach al que los fans no estarán muy acostumbrados, pero que nos ofrece una de sus películas más alegres hasta la fecha.

Un 6, me alegró el día.

1.- Porque la experiencia visual es inolvidable.

2.- Porque, aunque al principio pueda tener parámetros de videoclip, según avanza la trama, adquiere peso y profundidad.

4.- Porque Ewan McGregor da una de sus mejores actuaciones: canta estupendamente y hace de tonto ingenuo con completa confianza en sí mismo.

5.- Porque Nicole Kidman está maravillosa, todavía sin operar. Bellísima evocando a Marilyn y a Madonna sobre el columpio, eso es digno de ver.

6.- Porque tiene una puesta en escena mágica, y una fotografía de cuento de hadas.

7.- Porque la banda sonora se compone de muy buenas versiones pop de los 80 y 90.

8.- Porque aparece un enorme y carismático Jim Broadbent en el mejor papel que le he visto en pantalla.

9.- Por su gran final, con la espléndida canción "Come Wath May" que ya es un clásico.

10.- Porque trata sobre la Belleza, la Libertad, la Verdad y el Amor.

Jackson y compañía han tenido a bien ampliar lo que podría haber sido una historia de dos horas en tres películas, la primera de las cuales prolonga hasta las 2 horas y 49 minutos (sin contar los 20 minutos de créditos finales).

El Bolsón en esta precuela es el joven Bilbo (Martin Freeman), un mediano muy casero impulsado a una búsqueda peligrosa cuando Gandalf (Ian McKellen) lo vende a una tropa de guerreros enanos como un ladrón en paro. El diminuto grupo necesitará de un ladrón hábil para recuperar su reino, ahora ocupado por el temible dragón Smaug.

Pero antes de que la aventura comience, Jackson siente la necesidad de reintroducirnos de forma cansina en la Tierra Media. Él se detiene en escenas inútiles de la Comarca y del viejo Bilbo tomando su pluma para escribir sus memorias. Los enanos aparecen en casa de Bilbo con ganas de jarana y nos deleitan con unas, no muy oportunas, canciones sobre platos y cucharas. Gags absurdamente infantiles... es inexplicable la adición de todo este humor estúpido cuando no aparece en la anterior trilogía.

Mucho tufillo de parecidos razonables: el Gran Trasgo recuerda al Jabba el Hutt en "Star Wars", los trolls tienen un sospechoso parecido a Shrek (mocos y eructos incluidos) y al Orco Azog sólo le falta el color azul de un avatar.

Sin sentido, la aparición de Galadriel y Saruman (que parece embalsamado) y bastante ridícula la del Mago Radagast con el erizo agonizante, el trineo de liebres y la cagada del palomo en la cabeza.

Es una pena que "El Hobbit" haya terminado siendo un interminable lío hinchado de metraje, que carece de personajes convincentes y de una historia atractiva. No podía esperar a volver a la Tierra Media, pero ahora sé que no quiero ver la siguiente película. Quizás se realicen mejoras, pero, después de ver esto, mis esperanzas no son demasiado altas. Tanto tiempo de espera, y esto es lo que tenemos ... En un poco de ironía, Bilbo Bolsón dice al final de la película: "Creo que lo peor ya ha pasado". Esperemos que sea así.

Floja, un 3, por Martin Freeman como un digno Bilbo Bolsón y por el príncipe enano y sus preciosos ojos azules.

Uno de los dramas policiales más sorprendentes que he visto en mucho tiempo. Es una pieza introspectiva que funciona también como thriller explosivo, con un trío de actuaciones fantásticas y una narración ingeniosa que te mantiene enganchado.

Muy intensa, con giros argumentales que no pueden predecirse, hace de su visionado una experiencia muy entretenida. Te obliga a reflexionar sobre los personajes y sus motivaciones, encontrándote con una historia apasionante sobre la masculinidad, la paternidad, el crimen y la moralidad. Algunos pueden pensar que la película no tiene una base sólida, pero para mi funciona completamente.

Hall está fantástico como el protagonista principal, y hace un trabajo bastante sutil que hace que sientas a su personaje profundamente humano y comprensivo. Shepard, aporta la genialidad de siempre a su papel, mientras que Johnson, quizás mejor aquí que en cualquier otro papel que le he visto, agrega una energía y un sentido del humor completamente magnificos.

Bastante bien editada (muestra la tensión en los momentos adecuados), cuenta con la música evocadora de Jeff Grace que te remonta a los años 80. Muy recomendada para los fanáticos de los thrillers de calidad.

Una ola de secuestros de niños en un pequeño pueblo minero impulsa una leyenda urbana de "El hombre de las sombras"; una figura misteriosa que se cree que detrás de todos los secuestros. Jessica Biel encabeza el reparto y da bastante rendimiento. Además, la narración está bien hecha y es capaz de elaborar un intrigante misterio con un giro inesperado. Sin embargo, después del que suceda el giro, la película se extiende demasiado en una crítica social bastante discutible, y su argumento parece un poco subdesarrollado.

No es una película de terror, pero se acumula tensión de forma eficaz sin recurrir a los sustos de salto, cada vez más gratuitos. Pascal Laugier intenta demostrar que no es la sangre y las tripas lo que le interesa, es la emociones psicológicas y el comentario social. Lo voy a mantener en la lista de vigilancia por ahora.

Un aprobadillo, por la bien llevada primera parte.