Creo que ver esta cinta es lo más parecido que hay a leer a Cornelius Ryan. (¿El nombre del personaje es sólo una casualidad?). En su momento se criticó el guión como descabellado y poco creíble, por el hecho de que la misión acarreaba arriesgar la vida de los soldados que forman un pelotón para salvar sólo la del protagonista.
En marzo de 1945, George Patton ordenó el envío a Hammelburg, cien kilómetros tras la línea enemiga, de 397 hombres, para que liberaran un pequeño campo de prisioneros donde se encontraba su yerno. La realidad, como sucede a menudo, supera a la ficción.

Lo que me gusta de la cinta: el guión es un auténtico lujo; inteligible y convincente, salpicado de frases lapidarias.

Lo que me asombra de la cinta: que a estas alturas descubra la calidad de interpretación de Miravalles, Ali o Angelino, "secundarios" que se comen la pantalla. Resultan más interesantes que los propios Harvey Keitel o Eduard Fernández, y eso que éstos hacen un trabajo impecable.

Lo que no me gusta de la cinta: Saffron Burrows y Jaqueline Arenal.

Después de ver la primera temporada, creía que se trataba de otra serie sin nada especial. De haberla abandonado en aquel momento, le habría puesto un discreto "siete". En este momento apenas me quedan un par de episodios de la cuarta temporada por ver, y he de confesar que no me esperaba lo que acabé descubriendo.

Si en la segunda ya empiezas a interesarte, en las dos últimas no es ya sólo el guión, sino que descubres que el trabajo de los actores es realmente memorable.

Si no tuviese en cuenta un principio tan frío, le habría puesto un "diez".

No es difícil encontrar los ingredientes necesarios para hacer una película que me agrade. Pero hay tantos títulos que ver antes de encontrar una como ésta, que suele convertirse en una tarea difícil. Por eso me sabe tan bien acertar a encontrarla, como es el caso.

Consigue que me identifique y empatice con los personajes, es decir: además de caerme bien, resultan creíbles. Otro ingrediente que sorprende es que la "dualidad" en la definición de héroes y villanos (recurso muy de agradecer) se muestra al contrario de como estamos acostumbrados.

Edward Norton y David Morse fueron los que más me convencieron cuando vi el tráiler, haciendo que me decidiese a verla. A partir de ahora será David Jacobson otro que también lo haga. Sobre todo, buen guionista, además de director.

La interpretación es excelente, no cabía esperar otra cosa del elenco en cuestión. El planteamiento del director, en cuanto a la forma de montar planos (muy típica de la década), resulta muy agradable. La novela de John Godey en la que se basa el guión es una buena historia. Tiene muchos y buenos ingredientes para ser una excelente película, de no ser por la poco natural histeria de algunos personajes, como el controlador, que recuerda en algunas secuencias a lo que parodiaban en "Aterriza como puedas".