La realización técnica de ésta película embelesa a cualquier amante de la animación y más aún de la japonesa. La historia es sencilla, y he de decir tras ver ya varias películas de animación niponas que todas tienen un acusado déficit en cuanto a el fluir de la narración se refiere. No entiendo por qué se hace tan complicado seguir un argumento tan básico. Creo que es una asignatura pendiente de los japos. Otro apunte para nuestros amigos de ojos rasgados es el querer mezclar churras con merinas. Con la envidiable capacidad que poseen para crear atmósferas oscuras y lúgubres y el poquito sentido común para incluir elementos futuristas en historias más propias de la Europa feudal. El final es un poco de vergüenza ajena, pero visualmente totalmente recomendable.

Coger un personaje con una historia y personalidad ya formadas y hacer de él un parodia sin gracia, donde el absurdo reina por doquier pero sin ningún tipo de razón, no es originalidad, es mal gusto e incompetencia. Hacer el besugo por hacerlo. La película se cree graciosa simplemente porque pasan cosas absurdas e incoherentes y los personajes se comportan como auténticos capullos/as, pero, sin ninguna razón para hacerlo. Hacer el imbécil continuamente no te convierte en humorista ni destrozar la idiosincrasia de un personaje en un visionario.

Antes de que el cine oriental empezara a autocopiarse burdamente y regalarnos secuela tras secuela de los mismos fantamistas de turno, desnutridos y con una evidente anemia galopante y falta de calcio, surgió de entre la mediocridad del cine de terror imperante en esos días,(ahora representado por el oriental, paradojas de la vida) esto es, el yanqui, una obra maestra. No soy de los que ensalza una película de terror porque deje o no de utilizar sangre y recurra al ya tan manido "Terror sicológico", denominado así porque más de uno que lo firma esta para que lo aten. El terror es un género, y es bueno acercarte a él teniendo en cuenta esto, ahora bien, como en todo, hay buen y mal cine de terror, con o sin visceras o/u mutilaciones de por medio. Dentro del terror que insinúa más que enseña, nos encontramos ante una obra maestra que si puedes ver sólo en casita y con la luz apagada te asegura el acojone durante y post-film. Chapeau!

Cuando Tauro se alinea con Cáncer, ocurre que una obra de arte recibe la unanimidad de crítica y público, un extraño sentimiento se apodera de ambos, sobre todo de los primeros, para dejar atrás prejuicios y juzgar una obra por lo que es y no por lo que les gustaría que fuera o se sienten obligados a sentir o escribir. Un thriller con mayúsculas que te atenaza y secuestra para llevarte a través de una odisea de fatales desencadenantes a la vez que profundiza en los personajes a través de sus agónicos sentimientos en los días posteriores y precedentes al "Día-D". Si te gusta pasar un buen rato sintiendo ansiedad de la buena desde el minuto uno, aquí tienes una buena peli. Pilla palomitas si quieres, aunque dudo que puedas despegar los ojos de la pantalla.

En la última de "El señor de la noche", se nos intenta colar en el título un Batman realmente oscuro, un personaje que en verdad está más cerca del "Punisher" que del siempre correcto "Superman". El "Joker" lejos de resultar perturbador se nos muestra como un payasete de feria. Al final todo se reduce a escenas de gran impacto visual con una inconsistente trama. Pues eso, que este Batman no llega al negro, otra vez será.

Spoiler:

Tras largas y arduas horas de investigación basadas en el estudio de las múltiples críticas que he podido leer he llegado a la conclusión de que en FilmAffinity se pueden encontrar varias clases de usuarios, a los cuales he distribuído en las siguientes categorías y que se pueden reconocer por las características que describo junto a su denominación.

1.) El usuario visionario. Se le puede identificar gracias a los siguientes rasgos:

• En su día se acercó titubeante al mundo del cine, un amigo le animó diciéndole que mucha gente lo consumía de forma habitual y que incluso eran personas con éxito en el plano laboral y social. Durante los primeros visionados, todo era felicidad y buen rollo, un disfrute continuo para sus ávidos ojos y su estimulada mente, pero en un momento del camino, este ser lleno de jovialidad entró en un oscuro mundo, donde el placer por el séptimo arte se convirtió en una odisea con cada proyección a la que era sometido. Hoy en día vaga por nuestro mundo atrapado por un deseo irrefrenable que le empuja a fagocitar cuanto cine se expone pero condenado a no disfrutar del mismo.

• Se dice que posee un cociente intelectual por encima de la media, no me hagan mucho caso, pero se rumorea que Anita García Obregón también lo tiene, que cada uno haga las lecturas que quiera................

• Debido a su elevado cociente ha sido capaz de darse cuenta de algo que a los ojos de una persona corriente pasaría inadvertido. Ha llegado a la conclusión de que todo es susceptible de ser mejorado, por tanto, la perfección no existe y es por esto que jamás puntúa una película o serie con la nota máxima. Basándome en este pensamiento-(i)lógico propongo acudir a El Senado con una propuesta de Ley para eliminar las cinco estrellas de los hoteles, los cinco tenedores de los restarurantes, la calificación de excelente de los vinos, etc, etc, etc.

• Hace gala de un espíritu sumamente crítico y rechaza la mayoría de los films, ya sea porque son muy infantiles, o demasiados pretenciosos o no profundizan o lo hacen demasiado o etc, etc, etc. Resultado de éste espítitu crítico su valoración media no puede llegar al aprobado, y en caso de que ésto sucediera, (debido a un error, claro está ) se verá empujado por una obligación moral a revisar las puntuaciones y rectificarlas para que el computo global dé una nota inferior a cinco.