“Una partida de campo” tiene la apariencia de una película inocente. Una de ésas de domingo por la tarde y para toda la familia. El principio puede parecer encantador, de una amabilidad exacerbada por parte de todos los personajes y de una cortesía muy grande entre todos ellos. Esta sensación se diluye rápidamente y el espectador pronto se empieza a dar cuenta de que las intenciones de los dos amigos con hija y madre no esconden nada bueno.

Con el cebo de la barquita y las cañas de pescar, los dos hombres consiguen alejar a los hombres y quedarse a solas con las mujeres. Ya tienen vía libre para intentar cualquier cosa. La mera excursión de la muchacha con uno de los hombres está perfectamente planeada por él para que en esa islita nadie les pueda molestar y no sean escuchados. La joven chica se sorprende de él y a medio camino entre el “si” y el “no” finalmente lo rechaza un poco asustada, un poco emocionada por la situación.

Renoir quiere acercarse también con esta película a la pintura de su padre con su fotografía y sus encuadres a la vez que le da un toque filosófico a su obra al retratar la brevedad del momento, la fugacidad de la vida y los instantes que se escapan de nuestras vidas y ya no vuelven nunca más.

Una película bella a la vez que perversa e inteligente.

El cerebro primitivo del hombre entra en acción y es capaz de encerrar al prójimo en un sótano sin luz, sin agua, sin comida, sin que ponerse, y sin dignidad humana si me lo permitís. Cómo si de cerdos se tratasen cuyo único fin no es otro que satisfacer el apetito voraz de sus propios hermanos. (Esa escena sin duda es la que me más me impactó de toda la película con diferencia)
Es el momento en que se matan sin compasión, el lema ''o comes o te comen'' literalmente.
La compasión no tiene cabida en este mundo caótico, o si?
A los ojos de un niño, todo aquello que hace su padre le parece que está mal, pero aún peor para él es lo que hacen los ''malos''.
Es lo que su padre intenta inculcarle, las otras personas (si es que se les puede llamar así) no sentirán la misma compasión que él siente por el hombre viejo y el otro hombre que les roba en la playa. Intenta hacerlo fuerte para el momento en el que no pueda protegerlo.
Deberá valorar también quién es de los ''buenos'' y quién de los ''malos''.

Impresionante, es una historia terrible, y que cuestiona cuando traspasamos la delgada línea que nos separa de las demás especies animales.

''¿Vosotros lleváis el fuego?''

Fincher, con el guión excepcional de Sorkin (segundo Óscar de la película), narra de manera excepcional los comienzos de de Facebook (primero Facemash), cómo surgió esa original idea en la mente de Zuckerberg (interpretado de maravilla por Jesse Eisenberg), cómo la va moldeando, cómo va dándole forma hasta que finalmente obtiene la fórmula que desde un primer momento parecía tener en sus agitadas neuronas esperando a ser liberada.

La dirección es viva y enérgica. Los diálogos son inteligentes y divertidos, la fotografía, maravillosa y la banda sonora es muy original al abarcar y combinar de manera brillante un amplio abanico de géneros musicales (tercer Óscar para la película).

El protagonista se disputa el futuro de Facebook, fruto de su ingenio y su talento (a pesar de que su idea haya estado influenciada mínimamente por ideas de los otros tres jóvenes), contra un ex-amigo y tres ex-socios y a partir de ese momento enemigos.

ME GUSTA la definición que da Rodríguez Marchante de “La Red Social”: “Ciudadano Zuckerberg”. Haga las cosas con o sin intención, al final, va estropeando sus relaciones con la gente más próxima a él: su chica, sus amigos, etc. Es paradójico que a medida que crece económicamente y aumenta su número de amigos en “su” red social, más solo se siente, más enemigos se crea y más ganas tiene de arreglar las cosas con personas que en algún momento le importaron.

Ganará con el tiempo por lo bien que retrata la manera en la que las redes sociales se han introducido en la sociedad, cambiando, incluso, nuestra manera de entender una parte nuestro mundo en lo que a internet y personas se refiere.

Me dejó una grata satisfacción.

El protagonista de la obra (Gabriel Byrne) siempre actúa según sus objetivos y sus intereses, se mueve en la delgada línea de traicionar a jefes de dos bandas distintas, de jugar con (y contra) el uno y con (y contra) el otro, de ver que puede extraer de cada uno de ellos, jugándosela en todo momento a que le peguen un tiro por pasarse de listo. Finalmente, hará una jugada magistral para solucionar todos sus problemas, tanto económicos como de integridad física, no obstante, todo el devenir de la historia afectará de manera negativa a sus relaciones con el resto de personajes, hasta el punto de dañarlas gravemente o hacer que desaparezcan.

Dentro de toda la seriedad y la violencia de la obra, destacan sus momentos de humor negro (a veces dramático) que contrastan con el resto de la película y que le arrojan un halo de genialidad tan característico de los Coen.

Película redonda, perfecta, con un guión sin fisuras que crea una verdadera obra maestra contemporánea.

Para mí, es la mejor película de los Coen hasta la fecha, de todas las que haya podido ver de ellos.

Cinéfilos y usuarios de FA, no se la pierdan.