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Burkina Faso Burkina Faso · Lolailo
Críticas de Buscapé
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Críticas 694
Críticas ordenadas por utilidad
6
20 de julio de 2023
30 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cinta que narra inicios, auge y caída del considerado por muchos como "padre de la bomba atómica": Oppenheimer.

Estamos ante un biopic que intenta emular el tono bronco y conspiranóico de JFK pero en clave videoclipera y alargado hasta la extenuación.

Hablamos de una cinta entretenida, bien narrada pero cuyo montaje falla a la hora de mostrarnos las elipsis entre, el juicio sumarísimo para cepillarse a Oppenheimer y el desarrollo del Proyecto Manhattan. Desde luego, el primer tercio de la cinta es vibrante y muy entretenido, pero... a medida que avanza el metraje, nos percatamos que Nolan alarga el chicle hasta la extenuación en un intento desesperado de dar un tono político y hasta de thriller para aspirar a los Oscar.

Por tanto, salvo que se sea un friki de la materia o un obstinado obsesivo compulsivo del antimilitarismo y la Guerra Fría, sus tres horas resultarán pesadas para el público general.

Por suerte, la cinta cuenta con un buen plantel de actores, destacando por encima de todos Cillian Murphy ofreciendo un personaje netamente torturado y ambivalente entre su obsesión por el avance científico y la destrucción del mundo.

La banda sonora recuerda a los trabajos de Hans Zimmer pero se nota la sangre nueva Ludwig Göransson: ofreciendo pasajes grandilocuentes con otros más intimistas.

En definitiva, Nolan podría haber contado la misma historia en hora y media pero ha decidido alargar el metraje innecesariamente para encubrir una forma de rodar cine fría, videoclipera y blockbusteriana. Muy lejos de lo logrado por Stone en “JFK”, pero es esa obsesión por las elipsis que enlazan tramas lo que hunde el ritmo y propia identidad la que podía haber sido otra obra maestra. Muy lejos queda ya, el creador de "Memento".
Buscapé
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8
27 de mayo de 2019
29 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque recibida tibiamente por parte de la crítica, Rocketman es otra joya a añadir al excelso catálogo de musicales dedicados a los mitos del rock: Rocketman no defrauda.

En primer lugar, lo que encontramos es mucha música: la música es la verdadera protagonista de un personaje fundamental para entender parte del rock de finales de los 60's y mediados de los 70's.

Taron Egerton ofrece un recital con su propia voz ante un repertorio sobrecogedor, que ya de por si, merece pagar por ir a disfrutar de temas emblemáticos.

Por otro lado la estructura del filme no es como la de Bohemian Rapshody: Rocketman no es una cinta lineal, aquí se suceden las continuas elipsis a través de coreografías y musicales de los momentos más estelares de la carrera de Elton John.

Y es esa estructura, que dota de dinamismo a la cinta pero resta cierta profundidad: todo sucede a una velocidad vertiginosa, como el propio mundo del artista: sexo, drogas y rock n' roll...

Es por ello que Rocketman merece una más que vívida crítica hacia sus muchas virtudes ante un mundo huérfano de artistas del tamaño de Elton John. Su única pega es que al terminar la cinta, nos levantemos de nuestras butacas y regresemos a la gris rutina.
Buscapé
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9
10 de septiembre de 2021
19 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Año 2015, salta en todas las noticias de medio mundo que un prominente neurocirujano norteamericano ha sido detenido por reiterados intentos de asesinato. El Dr. Christopher Duntsch, o mejor conocido como “Dr. Muerte”, había dejado tras de sí cientos de víctimas, tanto amigos como pacientes anónimos: todos ellos quedaban o mutilados o finados.

La serie es una mezcla de drama hospitalario, thriller psicológico y drama judicial: Joshua Jackson encarna a un prominente cirujano con un complejo pasado que, tras fracasar como jugador de fútbol americano, acaba enfundado la bata de cirujano y a de ahí al horror: Dr. Duntsch encarna la vena de un sociópata cegado por sus adicciones y fracasos, pero implacable a la hora de empuñar el bisturí que cercena vidas.

La serie centra el foco en la compleja personalidad de Duntsch, interpretado por Joshua Jackson al que las continuas atrocidades en el quirófano, no parecen inmutarle ante la perplejidad de sus compañeros que contemplan atónitos como un psicópata con bisturí campa a sus anchas por los pasillos de los hospitales sin nadie que pueda detenerlo: ahí es cuando se aborda el tema del drama judicial y la complejidad y vericuetos que implica enjuiciar al culpable por mala praxis, homicidio imprudente u homicidio en primer grado.

La parte del thriller viene ante unos perplejos doctores Randall Kirby, (Christian Slater) y Robert Henderson, (Alec Baldwin) que inician sus pesquisas para detener al Dr. Muerte.

Como único punto negativo, es la estructura elíptica de los capítulos: los continuos saltos en el tiempo provocan un ritmo anticlimático y a veces entorpecen la narrativa y desarrollo de la historia principal.

Pero en líneas generales, estamos ante un espectáculo donde la atrocidad, la impunidad, el cinismo, la egolatría y corrupción se entremezclan para fabricar personajes como el Dr. Muerte: el sistema de estudios superiores norteamericano se basa en un éxito financiero o deportivo, es decir, carecen de un filtro donde el esfuerzo, la vocación y el prestigio primen por encima de personajes como el Dr. Muerte: sujetos obsesionados con el éxito a cualquier precio, con baja tolerancia a la frustración y una falta total de empatía por el género humano.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Buscapé
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9
3 de agosto de 2018
19 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Víctor Hugo decía que... "Ser bueno es fácil; lo difícil es ser justo". Con la tragedia de Waco, es difícil saber dónde posicionarse: a favor del Estado de Derecho, (Fuerzas de seguridad) que busca aplicar la soberanía nacional en cada rincón del país o, por contra, posicionarse del lado de un grupo de fanáticos religiosos obsesionados con el fin del mundo?

Waco es una isla de realidad seriéfila en un océano de mierda: era harto improbable que los productores fueran a escupir a las autoridades de su país y buscaran justificar la atroz operación llevada acabo por los pistoleros de la ATF y el FBI.

La serie francamente fiel a los hechos documentados, si bien es cierto que se representa a la ATF y al FBI como los malos de la película y a David Koresh como una hermanita de la caridad, (personaje de pasado violento, manipulador y psicopático) quizás su pequeño fallo es victimizar en demasía una personalidad profundamente malvada y manipuladora: ante la desesperación de los negociadores Gary Noesner, (maginificamente interpretado por Michael Shannon) que no consigue aplacar la ira de sus superiores.

Llama la atención de que gran parte de los actores sean de la primera temporada de True Detective: Shea Whigham, Glenn Fleshler... Todos ofrecen magníficas interpretaciones.

La realidad a la tragedia de Waco es que se juntaron las dos hormas del mismo zapato: la ATF a punto de ser recortada de fondos, sedienta por demostrar al FBI su gran valía, (de ahí el grave problema de comunicación y la competitividad entre ambos equipos: no había una estrategia común para sacar a los Davidianos más allá del poli bueno y poli malo) y por otro lado, David Koresh: polígamo y sabedor que estaba condenado, decidió enrocarse numantínamente aunque ello supusiera la condenación de las 85 almas que cohabitaban con el líder sectario.

Otro elemento a destacar es el presupuesto usado en la serie: pone los pelos de punta la fiel recreación del Rancho y la ingente cantidad de medios utilizados para representar fidedignamente lo que pasó en 1993.

En líneas generales, la lección que podemos extraer de Waco, es la Ética del Poder: Bill Clinton (flamante nuevo presidente y deseoso de imponer su voluntad) fue quien apretó el gatillo, (aprobó directamente el asalto con gases lacrimógenos) pero donde de verdad se jugó la partida y se perdió fue en el pulso del Estado frente al Individuo: a veces el fin no justifica los medios y tratar de ser justos puede ofrecer victorias pírricas o desastres como el acontecido en Mount Carmel.

En el país del puritanismo de Biblia y revolver, no es raro ver como la ATF alimentó con fuego divino el juego de Koresh: en el 2º Aniversario de la tragedia de Waco, miércoles 19 de abril de 1995, Timothy McVeigh y Terry Nichols, volaron Edificio Federal Alfred P. llevándose por delante a 168 víctimas como venganza contra el asalto a Waco.
Buscapé
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8
5 de agosto de 2019
18 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es difícil hacer una review de una serie que tuve la inmensa suerte de descubrir en mi pubertad: Serie Rosa.

Injustamente olvidada, ésta serie era una especie de "Decameron" a la francesa: cada capítulo nos lleva a una etapa de la historia moderna donde sus protagonistas se veían envueltos en relatos eróticos. Pero cuando hablo de erotismo, no hablo de pornografía barata o de los típicos thrillers pseudoeróticos de los 90's que retransmitian las madrugadas de los sábados Antena 3 y Tele 5.

Aquí hablamos de erotismo con mayúsculas: el arte de sugerir y de generar suspense y tensión sexual sin romper la baraja. Se nos cuentan historias y se plantean personajes.

Alguno pensará que para satisfacer las necesidades onanistas puberales ya hay otros medios más directos y sin tanta pompa: ese es el problema. Mientras la sexualidad que nos venden ahora es pura retórica genital. "Serie Rosa" nos ayudaba a entender la sexualidad como un lenguaje, un relato donde lo divertido era ver el desarrollo y el final se dejaba en un segundo plano.

La fotografía, la ambientación y las actrices y actores ofrecían calidad. De ahí que agradezca haberme topado con ésta serie como mi primer acercamiento a la sexualidad en la pantalla plana: aprendemos a degustar un plato no ya por su cantidad, olor y degustación. Valoramos el plato por el rito de ir al restaurante, empezar por los entrantes y poco a poco ser deslumbrados por los segundos y terceros platos.

Desgraciadamente, hoy la primera aproximación sexual que tiene el público son las páginas porno, el gonzo y la adoración genital: algo que nos convierte en meros animales expuestos a la permanente insatisfacción.

Serie Rosa, a parte de una gran serie, era un oda al erotismo de calidad sin caer en lo zafio y mundano.

En especial, mi capítulo favorito era "El Invernadero" con mi amor platónico de todos los tiempos: la actriz Olivia Brunaux.

Lo que vino después es como pasar de comer en "El Bulli" a degenerar en el McDonald y el Burger King.
Buscapé
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