Mario Casas vive con la idea de montar su propio negocio, un puticlub, ya que su madre era puta y el se prometió a si mismo el dejar la calle para ser empresario, eso sí, de un puticlub.
Pero las cosas no son tan fáciles, si quieres montar algo, tienes que pagar un peaje, El Chino se encargará de eso, él es el mayor gangster de la ciudad y cualquier negocio de ese tipo debe contar con su aprobación.
Mario Casas no está muy de acuerdo con eso y empieza una dura pelea que terminará con todos muertos, salvo un Mario Casas agonizando rescatado por su madre.

Grupo 7 nace como consecuencia de la inminente exposición universal que tendrá lugar en 1992 en Sevilla, intentando encautar toda la droga posible, haciendo de Sevilla una ciudad mucho más limpia en ese sentido.
Sin embargo, las personalidades de los 4 componentes del grupo 7 son muy dispares. Antonio de la Torre es un policía agresivo, mentalmente obsesionado con la desaparición de su hermano y con una falta importante de cariño. Mario Casas es el más correcto de todos, quiere llegar a ser inspector de policía a toda costa, pero haciendo las cosas bien. Los otros dos tienen menor calado en la película, pero está claro que son dos personas que no siempre cumplen con rigor su trabajo.
Mario Casas se va dando cuenta de que las cosas no son como el las espera, tiene que lidiar con gente muy chunga en Sevilla, siendo incluso sus propios compañeros una fuente de problemas. El tiene contactos, que le soplan ciertas informaciones de vez en cuando. También el resto (fundamentalmente una prostituta a la que chantajean). Estas fuentes les hace convertirse en un grupo muy exitoso. Sin embargo, para llegar al final del asunto, tendrán que inmiscuirse en el mundo de las drogas con todas sus consecuencias, siendo éste uno de los puntos fuertes de la película.
Finalmente Mario es engañado por una de sus fuentes, llevándole directamente a la boca del lobo, donde no mueren de milagro. El y Antonio de la Torre quieren terminar con el tema, consiguiéndolo y siendo condecorados por sus éxitos (tapando sus asuntos turbios). Finalmente, Antonio de la Torre parece con su conciencia algo más limpia y vemos a un Mario Casas ya inspector sin ningún tipo de vida social (muy buen final).

Desde el principio hace buenas migas con Ron (un teóricamente torpe aprendiz de mago), siente inquietud por Hermonia (una joven cultureta de la magia) y se enfrenta con el joven Malfoy, quien es también bastante poderoso.

Sin embargo, y más allá de su rivalidad con Malfoy, Potter comienza a descubrir con la ayuda de sus dos colegas, los entresijos de Hogwart. Conoce a Snape (un profesor más que sospechoso), Quiffrey (un tímido profesor) y comienza a descubrir la leyenda de Voldemort (el mago más poderoso, que mató a sus padres y a otros muchos. Es el mago maligno). Voldemort está muy débil y necesita alimentarse de sangre de unicornios para mantenerse con vida. Solo hay una cosa que pueda hacer recuperarse a Voldemort totalmente: la piedra filosofal, custodiada en Hogwart por profesores, por el perro de 3 cabezas y por una temible partida de ajedrez (gran escena).
Finalmente, Harry Potter consigue encontrar la piedra filosofal antes que su enemigo Voldemort, cuya representación carnal (debido a que el está muy débil) es Quiffrey (sorpresivamente) y derrotarlo. Por ello, terminan ganando la copa de las familias, superando a su rival, Malfoy.

Sam Withwiki es el tataranieto de un investigador que hayo a Megatron en las profundidades del Ártico. En las gafas de aquél (ahora en poder de Sam) se encuentra parte de la chispa vital (si bien, luego lo que realmente buscan es el cubo, no entiendo bien el empeño en buscar las gafas la verdad) y por eso empezará la guerra.
En primer lugar están los buenos, los Autobots, comandados por el gran Optimus Prime y, en segundo lugar están los malos, los Decepticons, comandados por el temible Megatrón.
Los Decepticons intentarán bloquear los sistemas de información de los humanos y así rescatar el cubo (que permite convertirlo todo en máquinas a favor de los Decepticons) y los Autobots intentarán hacer que los humanos no nos extingamos, luchando contra ellos.
Todo ello salpicado de chispas de humor y de una espectacular Megan Fox. Me cae bien el jefe del sector 7, son los momentos más graciosos de la película.

Hay muchas escenas bonitas, entre las que cabe destacar en la que ambos se tumban a ver el semáforo, la de la barca mientres llueve, etc.
La verdad que es una película digna de ver, una magnífica historia de amor muy bien contada, tal como en Titanic.