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Críticas de Luis Guillermo Cardona
Críticas 3.333
Críticas ordenadas por utilidad
10
23 de julio de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Es difícil explicar cómo se siente un indio sobre la tierra -dice Lance Poole-. Es el bombeo de nuestra sangre... el amor que queremos tener. La tierra es nuestra madre. Me crie en el valle y ahora soy parte de él. Como las montañas y los cerros, los ciervos, los pinos y el viento. En lo profundo de mi corazón sé que pertenezco a la tierra. Si la perdemos ahora, bien podríamos estar todos muertos”.

Para los indígenas de cualquier cultura, la tierra no es posesión, ¡es protección! Al ser ella la ‘pacha mama’, los indios saben que ella es nuestra protectora, la que nos alimenta, la que nos recrea y nos acoge. Protegerla es, pues, devolverle agradecidos un poco de lo mucho que ella nos brinda cada día. Mantenerla floreciente, productiva y limpios los ecosistemas, es asegurar el futuro de todos y no de unos cuantos; y proteger grandes reservas naturales, es asegurar el oxígeno y el agua que nos son imprescindibles para poder vivir.

Creo que, con <<LA PUERTA DEL DIABLO>>, Anthony Mann también abrió la puerta para convertirse, desde entonces, en uno de los más valiosos realizadores de westerns de los Estados Unidos de Norteamérica. No siempre logró ser totalmente acertado, pero, cuando como en este caso dio en todo el centro de la diana, sus filmes quedan para la posteridad como películas imprescindibles y dignas de cualquier antología.

Con, <<LA PUERTA DEL DIABLO>>, Mann asumió un alto riesgo, pues, se trata de un filme que demuestra la reprobable discriminación, los abusos y el exterminio que los supremacistas blancos han asumido a lo largo de la historia contra los pueblos indígenas. Con un guion muy cuidado –escrito por Guy Trosper-, en el que se procura dar también razones a los ganaderos con afanes colonizadores, la película se desenvuelve con la mayor pulcritud, pero, sin dejar de tomar partido por la Verdad histórica.

Los apuntes dan siempre en el blanco… y basta un mínimo de sensibilidad y de sentido crítico – como el que revelará la preciosa y sensata abogada Orrie Masters-, para comprender que la existencia de las culturas indígenas ha sido harto mancillada por la avaricia y la prepotencia de la mal llamada “gente civilizada”. ¿Cómo puede ser -se pregunta uno inevitablemente- que a un hombre como Poole, que sirvió tres años durante La Guerra Civil Estadounidense, que fue condecorado por el congreso debido a la heroicidad de sus servicios y que sirvió con gran valor al sublime propósito de abolir la esclavitud, por el simple hecho de ser un indio soshone, enseguida se le deniegue el derecho a la tenencia de una tierra que protegerá para bien de su cultura y de la humanidad? Y también se preguntarán algunos: ¿Cómo puede ser tan egoísta, Poole, de no ceder al menos parte de sus tierras para los ovejeros que las necesitan? La respuesta es bien simple: Porque la ambición de los ganaderos no conoce límite… y luego querrán más y más tierra, y entonces comenzarán a correr las cercas poco a poco… o, muy probablemente, decidirán que hay que acabar con los indios para quedarse con sus posesiones.

Con una eficiente fotografía de John Alton; una rigurosa edición que solo preserva lo significativo; y con calificadas actuaciones de Robert Taylor, Paula Raymond, Louis Calhern y Edgar Buchanan, a la <<LA PUERTA DEL DIABLO>>, nada de esto le sirvió, y por las razones antes expuestas tuvo serias dificultades para su exhibición… pues, de no ser por el éxito que ese mismo año obtuvo, “Broken Arrow”, pudo haber seguido guardada durante largo tiempo. No obstante, sigue siendo una de las películas de Mann de más difícil acceso… y ¡qué triste que pasen estas cosas con una película impecablemente realizada y que dice la verdad con más deseos de esclarecimiento que de cualquier otra cosa!
Luis Guillermo Cardona
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7
7 de julio de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recuerdo que fue en la novela, “Lejos del Nido” de Juan José Botero, donde encontré esta frase que me interesó enseguida: “Querer atajar el paso a dos que se quieren bien, es como echar leña al fuego y sentarse a verla arder”. La leí cuando todavía era un adolescente de carnes y bolsillos flacos, pero se me quedó tallada en la memoria porque, en varias ocasiones, me sirvió para alentar a algunas chicas que necesitaron mi consejo.

Es precisamente de esto que trata la película, <<EL CIRCO SANGRIENTO>> (un título bastante escabroso para lo que, realmente, es más una historia de amor que cualquier otra cosa). El título en inglés es un poco más diciente. Traducible como, “Los Camiones Ruedan en la Noche”, hace referencia al traslado de los circos que, como gitanos, van de un lugar a otro irremediablemente. Por esta precisa razón, el propietario del circo, Nick Coster, mantiene a su muy joven y preciosa hermana, Mary, en una burbuja. No quiere que conozca a la gente del circo, porque teme que la utilicen como un pasatiempo, pues, él anhela para ella el mejor de los futuros.

Pero, muchas veces lo que más temes lo atraes… y justo cuando conozca al joven domador de leones, Matt Varney, quien recién se ha incorporado al plantel del circo, la joven se va a sentir atraída y correspondida… y lo que hará, Coster, a partir de entonces; y lo que harán, los chicos, desde que se conocen, es lo que vamos a ver en esta sufrida historia en la que, el amor y la amistad, estarán muy gratamente servidas en la mesa.

La historia de, Francis Wallace, que, en 1937, sirviera al director, Michael Curtiz, para rodar esa obra maestra titulada, “Kid Galahad”, vuelve a ser el punto de partida para una readaptación que, la Warner Bros., asignara ésta vez a los guionistas, Fred Niblo Jr. y Barry Trivers, los cuales convirtieron al personaje del boxeador en un domador de leones y el escenario lo sacaron de los cuadriláteros para ubicarlo en un circo, donde se preserva la sólida historia de amor y de pasión que es lo que da solidez a la historia.

También aquí, los personajes son gente muy definida, y entre la ambición y la irresponsabilidad de uno que otro, brota la solidaridad y el empeño por hacer bien las cosas de otros tantos… y será el destino el que, al final, decida si pone las cosas en su justo lugar, aunque para eso tenga que servirse de los leones que ahora aparecen como una calculada y efectiva metáfora.

Humphrey Bogart, tiene en este filme unos de sus primeros roles protagónicos y sería, desde entonces, cuando su nombre estaría por siempre en la cabecera de los créditos. Su rol, mezcla del tipo duro y a la vez encantador que, luego, haría en numerosas ocasiones, resulta muy atractivo… y su presencia tiene ya ese magnetismo y esa virilidad que lo convertiría en uno de los grandes. A su lado, Sylvia Sidney (como Florina), nos da un ejemplo de mujer íntegra que vale la pena imitar; Eddie Albert, es el joven carismático que despertará los mejores sentimientos… ¡y los peores deseos!; y Joan Leslie, es la adorable chiquilla que dará ejemplo de carácter y buena voluntad.

Con una composición de escenas bien interesante que, en las acciones, obligará a servirse de dobles, trucajes e insertos, el director Ray Enright, tiene logros muy positivos, especialmente en la escena del clímax. El resultado final, es un filme con una emotiva historia y unos personajes que hay que darse el gusto de conocer.

Título para Latinoamérica: LA TRAGEDIA DEL CIRCO
Luis Guillermo Cardona
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7
24 de junio de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con aceptable acogida, ya los hermanos, Paolo e Vittorio Taviani, habían adaptado cinco cuentos del escritor Luigi Pirandello, en su película, “Kaos” (1984), y ahora retoman la obra de este celebrado autor, para contarnos dos cuentos más que han recogido con el título, <<TÚ RÍES>>. Un guion en versión libre -escrito por los propios hermanos Taviani- sirve para contrastar el miedo y la incertidumbre que envuelve a los seres humanos en el sueño y en la vigilia, en el presente y en el pasado… aunque a veces esto se alterne con pequeños momentos de complacencia.

El primer cuento, “Felice”, nos acerca a la vida de, Felice Tespini (muy bien interpretado por Antonio Albanese), un calificado barítono que siente que su vida es un absurdo, porque, en la noche tiene sueños muy gratos en los que ríe sin parar… pero durante la vigilia no pasa nada que le genere satisfacciones. Ya su esposa comienza a creer que está teniendo sueños infieles… y Felice (un nombre paradójico) comienza a tener ideas preocupantes.

El cuento resulta muy bien trazado y con una contrastante situación, también dará cuenta de que, no todo lo que se llame risa resulta edificante. A, Albanese, lo acompaña Luca Zingaretti, quien, como el cruel Gino Migliori, mostrará ese contraste donde la risa adquiere otro significado. Elena Ghiaurov es la perturbada esposa del atribulado barítono y Giuseppe Cederna (Rambaldi) será el hombre que nunca se explica de qué se ríen algunos.

Creo que, si los Taviani hubiesen decidido ampliar este cuento hasta convertirlo en una larga historia, quizás hubiesen alcanzado otro de esos filmes relevantes que ya nos han dejado como herencia; pero, decidieron complementarlo con, “Due Sequestri” -otro cuento de Pirandello- y el resultado se vuelve un poco dispar al contrastar la historia de, un niño y un anciano, secuestrados en diferentes épocas. El caso del niño se basó en un hecho de la vida real que se le atribuye a la mafia italiana; y esta sería la última actuación del actor, Turi Ferro, el cual fallecería tres años después de un paro cardíaco, y quien, curiosamente, había tenido su primer rol en un largometraje de los Taviani, (“Un Uomo da Bruciare”), 36 años atrás. También, Ferro, había dirigido y protagonizado en el teatro la obra de Pirandello, “Liola”, lo que demostraba su aprecio por el escritor. Su interpretación en, <<TÚ RÍES>>, como el Doctor Ballaro’, resulta muy emotiva… y se extraña a un actor que tenía marcado talento.

La música de la película es otro notable acierto, y lo mismo los temas compuestos por Nicola Piovani, como los extractos de, “Las Bodas de Fígaro” de Wolfgang A. Mozart y “L’Italiana in Algeri” de Gioacchino Rossini, resultan muy afortunados.

En el festival de Mar del Plata, Argentina, la película fue nominada a Mejor Filme y los hermanos, Paolo e Vittorio Taviani, recibieron el premio por Mejor Director.
Luis Guillermo Cardona
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10
16 de junio de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quizás, lo más significativo en la vida de, Newton Knight (1829-1922) -el famoso líder de la Compañía Knight, un combativo grupo opuesto a las políticas del Estado de Mississippi, EE.UU., es que fue siempre consecuente con algunos principios bien importantes que, él mismo, promulgaba:

1. Ningún hombre tiene que ser pobre para que otro pueda ser rico. (Oposición a la explotación y al esclavismo)
2. Ningún hombre le debe decir a otro por qué tiene que vivir o por qué tiene que morir. (Oposición a las ideologías)
3. Lo que siembres en la tierra es tuyo… y ningún hombre tiene derecho a quitártelo. (Oposición a la expropiación y al desplazamiento)
4. Todo hombre es un Hombre. Si caminas sobre dos piernas eres un hombre. (Oposición al racismo y la discriminación)

Sobre la vida de este granjero progresista que se negara a admitir el maltrato que daban a los negros los esclavistas sureños y que, por esto mismo, se opusiera al propósito de secesión del Estado de Mississippi, luego de que el presidente, Abraham Lincoln, aboliera la esclavitud, se han escrito muchos libros e incontadas historias. La mayoría, para alabarlo y reconocerlo como un héroe para la eternidad… y una que otra para tratar de empañar su imagen, pues, Knight no sirve a los intereses mezquinos y oscuros de los supremacistas blancos.

Aunque sin mencionarlo directamente para evitar las protestas y la censura, ya la película, “Tap Roots” (George Marshall, 1958), se había ocupado de los hechos que rodearon la vida de este inmenso personaje… y para nuestro beneplácito, es ahora el director, Gary Ross, quien ha logrado interesar por fin a los productores, para rodar un guion que, junto a Leonard Hartman, había escrito y propuesto desde algunos años atrás.

Con un país un poco más liberal -gobernado, entonces, por el afrodescendiente, Barack Obama-, las cosas se dieron para que, por fin se exaltara la figura de un hombre ejemplar que luchó hasta su muerte por los derechos de la minorías, la libertad y la justicia social… y sin duda, Gary Ross, ha puesto todo su empeño para lograr un filme que, poco a poco irá venciendo resistencias y, estoy seguro de que, pronto hará parte de los grandes clásicos cinematográficos.

La historia tiene pasión, está hecha con una sed de justicia y de unidad que resulta admirable, y Ross (quien ya nos había conquistado con, “Pleasantville”, y que se había hecho famoso con, “The Hunger Games”), demuestra un fluido talento para componer situaciones vigorosas y de connotada eficacia narrativa. En, <<LOS HOMBRES LIBRES DE JONES>>, la acción es impecable, dejando que los horrores de la guerra queden realísticamente expresados; el drama es intenso, pero sin caer en excesos lacrimógenos… y los diálogos son profundos, con momentos de una expresión muy reveladora (“La ley autoriza -a los confederados- a llevarse el 10% de nuestra producción, pero, ellos se llevan el 90 y nos dejan el 10%”… “Los únicos neutrales en cualquier guerra son los que ganan dinero con ella”…”Es la gente pobre la que libra la guerra de los ricos”…).

Matthew McConaughey, luce muy aguerrido y con un gran parecido físico con el auténtico, Newt Knight; Gugu Mbatha Raw, revela un alto carisma en su rol de la esclava Rachel; y entre otros, Mahershala Ali, inolvidable como Moses, el hombre que luchará con ahínco por la libertad de los esclavos. Mención para la sentida canción de Lucinda Williams, “I’m Crying”, que consigue tocarnos fibras muy profundas.

Título para Latinoamérica: EL VALIENTE
Luis Guillermo Cardona
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8
15 de junio de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El, Mercury Theatre, fue una compañía independiente fundada por, Orson Welles, en 1937. Su sede estaba en New York y el productor era el también gran actor, John Houseman. Además de las producciones teatrales, en el Mercury se hacían películas y programas radiales, y fue en esta actividad en la que fue aceptado, como actor, un joven que venía de Pensilvania y a quien, Welles, tuvo siempre en el más alto aprecio. Su nombre: Richard Wilson.

Durante muchos años, Wilson fue el asistente principal del director de, “Citizen Kane”, “The Lady from Shanghai” y otras joyas, y era tanta su lealtad a Welles que, cuando también él se convirtió en un importante director, en las entrevistas que le hacían era capaz de olvidarse de sí mismo por ponerse a hablar de su mentor.

<<CON SUS MISMAS ARMAS>>, fue la ocasión que se le dio a, Richard Wilson, para lanzarse como director y con un guion escrito a dos manos con, N.B. Stone Jr., el resultado fue bastante satisfactorio no obstante que la trama pareciera bastante previsible. El mérito está, en principio, en la manera como se mantiene oculto al hombre que maneja los hilos sin rival alguno, algo así como lo que ocurre entre la clase política de ciertos países, donde los que realmente tienen el poder apenas sí los conocemos como banqueros y/o como grandes empresarios.

Esto mantiene un cierto nivel de intriga a lo largo de la película… y será poco a poco como iremos sabiendo la clase de individuo que, Dade Holman, realmente es. Por suerte, el asistente del sheriff de turno, es un hombre ejemplar que estará del lado de la justicia… y también él se mostrará cauto jugando a ciertas tácticas que ya maneja su contrincante.

Los personajes están muy bien construidos, tienen alma y muy hondos sentimientos, y esto hace que la historia adquiera ciertos matices psicológicos de valioso significado. La historia de amor entre, Clint Tollinger (Robert Mitchum, con la sobriedad y virilidad que lo caracterizara) y Nelly Bain (una espléndida, Jan Sterling), tiene un entramado con ciertos aires de tragedia… y por medio de esto, iremos descubriendo esa suerte de motivaciones que nos impiden juzgar.

También muy interesante la relación entre el impetuoso y aguerrido, Jeff Castle (John Lupton) con la lúcida joven, Stella Atkins, personaje que interpreta con mucho encanto, Karen Sharpe, una actriz que, 11 años después, se convertiría en la constante esposa de otro gran director, Stanley Kramer, con quien, antes y después de su muerte, tendría un rol social de la más alta relevancia.

Estamos ante un filme progresista que, de nuevo aboga por hacer que las armas sean sólo de uso oficial… y se siente complacencia con la manera como, Richard Wilson, ha logrado un western psicológico bien especial.

Título para Latinoamérica: ARMADO HASTA LOS DIENTES
Luis Guillermo Cardona
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