Mona Achache quería hacer una adaptación libre de la novela, impregnar a la película del espíritu del libro, de ese sentimiento que te deja cuando lo lees por primera vez.
No se puso la vara demasiado alta y de esta manera logró lo que se proponía con aceptable éxito: porque haber intentado adaptar fielmente la novela, sus personajes y sus reflexiones hubiera sido una tarea más difícil.

La historia va de dos personas: una niña de 11 años y una señora que es portera. Las dos son extremadamente inteligentes y en consecuencia, amargadas. Se aíslan porque el mundo en el que viven (un edificio ultra burgués en París) lo perciben demasiado superficial y así, viven en soledad.
Cuando estas dos almas gemelas se conocen, junto con la llegada de un nuevo inquilino japonés al edificio, algo cambiará en sus vidas: lo leído en libros y algunas reflexiones solitarias serán vividas en cuerpo propio y descubrirán la belleza de la vida, lo que se esconde dentro del erizo.

En la novela todo esto se respira brutalmente. A partir de reflexiones filosóficas, artísticas, de música y movimiento (y todas estas conjugadas), el lector puede alcanzar un exquisito estado de amor por el universo, de saber apreciar la armonía en las cosas y de buscar más allá de lo aparente, para encontrar la esencia, esa que hace entender la belleza y el amor por el mundo.

A la película le falta mucho para llegar a entregarnos lo que nos da la novela. Pero para mí, que me devoré el libro en menos de un día, que tuve la suerte de conocer los personajes a fondo antes de verlos en pantalla, la película fue un buen complemento, y creo que eso es lo que la hace meritoria, porque inspirada en un universo literario nos entrega una visión distinta.
Es cierto que la película no llega a ahondar en los personajes y que se echan de menos algunas partes más cinematográficas del libro, y es que ambos tienen ritmos distintos, pero se mueven desde el arte.

Una gran decepción, la vi sobretodo porque el guión era de Nick Hornby, pero parece que salen mejor los guiones adaptados de sus novelas que al revés.
Vale, es cierto que Carey Mulligan se sale, y que en un principio parece una película que aporta, crees que te está enganchando (o te esfuerzas por engancharte) cuando te das cuenta que llevas un rato viendo la película, que no ha pasado mucho, que estás desconcentrada, que sólo estás pensando cuándo se volverá interesante, o cuándo terminará para enterarte por qué se supone que era buena...
Me pareció a ratos aburrida, tan aburrida que hasta sentí que los actores se aburrían, en esas fiestas burguesas donde se hablaba de París y de educación.

Presenta la historia de una familia disfuncional de clase media, en la que todos parecen bastante perdidos.
El padre sigue pensando en su primer amor y cae en la infidelidad. La madre nunca fue una gran actriz y ahora tiene la oportunidad de hacerse valer pero está inmóvil del miedo. La hija quiere ser bailarina de televisión y hará lo que sea por conseguirlo. Y el hijo no encuentra nada que le guste, más que una chica que no le hace caso.

Lo interesante es que no se ahonda ni se juzga a los personajes, pero hay las suficientes herramientas para que uno se haga una opinión propia.
El problema es que a pesar que la película tiene un buen ritmo, el clímax de la película se hace eterno y hay un momento en que la película se pierde para llegar a la nada, todo se calma pero no hay un paso intermedio entre lo anterior y lo que vendrá. Desde aquí la historia no se puede masticar bien porque ya parecía acabada.

Y su mayor problema es que aunque toca los mismos temas de "L'ultimo baccio" (la infidelidad, el cansancio de las relaciones, el querer huír de la realidad, la furia interna, el punto cero de no saber qué hacer con tu vida, el miedo al futuro, el arrepentimiento del pasado y muchas inseguridades de todos), no le llega ni a los talones.

La película está contada de una manera inteligente (aunque usada) para intentar sorprenderte, y un poco lo logra.
Para esto utiliza un recurso que al dejarse ver desvela gran parte de lo que vendrá, pero cuando te das cuenta la película ya te ha enganchado, porque es entretenida y el personaje de Audrey Tautou es bastante interesante, es lo que tienen las locas.
Interpreta un papel convincente mediante una expresión facial trabajada sobretodo en la mirada, pero no abandona las formas y gestos de Amelie. No es más que una Amelie trastornada (pero con un trastorno creíble).

Para ser la ópera prima de Colombani está bien dirigida y tiene un guión muy pensado.
La película fluye, como en una tarde de domingo.. y es que además, no sé cómo explicarlo, pero tiene un aire a telefilm: quizás la luz es muy plana, o el tema es muy repetido, o quizás me recuerda a "Atracción fatal".. pero sobretodo creo que es porque se vuelve demasiado fácil, casi que podría entenderla toda la familia.
Y es que nunca calificó de comedia romántica, pero la verdad es que tampoco llega a thriller, y al sobrarle objetividad y orden, al terminar de explicarlo todo, no deja sorpresas.

Vi esta película cuando se estrenó en el cine, no despegué la vista de la pantalla en sus 3 horas de duración, y la verdad, hasta se me hizo corta.
La fórmula usada para mantenerte en un estado de tensión permanente es bastante efectiva: P.T. Anderson coge a 9 personajes y va intercalando sus historias, cambiando de una historia a otra en momentos clave. Lo impresionante es que cada uno de estos cortes uno los siente como un clímax dentro de cada micro-historia, pero la cosa va a más.. por eso no quieres que termine nunca y te sientes afortunado cada vez que sigue:
un in crescendo magníficamente orquestado, en cada uno de sus detalles.

Después de un prólogo por lo bajo curioso, la canción "One" te adentra en esta gran maravilla de película, se abre la magnolia al ritmo de la música y aparecen estos 9 personajes uno por uno, todos excelentemente interpretados por sus respectivos actores.
Y por mucho que lo deteste, debo destacar a Tom Cruise, sobretodo por una cosa de contraste: aquí lo vi sorprendentemente bien, no sé si porque lo han sabido dirigir de una manera espectacular o porque simplemente el papel de hortera-que-vende-sexo-de-teletienda-y-va-de-super-macho le sienta a la perfección.

A través de estos 9 personajes se cuentan muchas cosas, todos tienen algo en común: están solos, tienen un pasado que borrar (o un presente que empezar), tienen que pedir perdón o perdonar y sienten culpa por cosas que han hecho (o una especie de ansiedad por cosas que no llegan a hacer).. pero está patente la idea del arrepentimiento y que el tiempo no va atrás.
Y habla de las cosas extrañas que suceden cuando se toman decisiones en el momento justo, de lo que sucede en las sincronicidades.