Maniquea y manipuladora, ridícula e inconsistente, pasa por ser un panfleto propagandístico made in USA en el que lo yankis son muy buenos y empáticos mientras que el resto son gentuza malvada. Vamos, justo al revés que en la vida real.

Porque el 1 es excesivo para esta basura de película, una más en la deplorable filmografía del muy sobrevalorado Will Ferrell.

Nada tiene sentido alguno en esta ridícula película que encima no tiene ninguna gracia, no resulta divertida y sus dos horazas de excesivo metraje se hacen eternas.

No entiendo que lleva a una actriz como Rachel McAdams a aceptar un papel como este. Ya, ya sé que este tipejo deleznable (Ferrell) suele aunar a grandes estrellas en sus películas, pero suelen aparecer dos segundos en un cameo, no dos horas seguidas con Ferrell, defendiendo un personaje imposible y muy inverosímil. Esta mujer ingenua, inocente, creyente de los elfos y que a pesar de talentosa, guapísima y carismática, ella está enamorada del ridículo personaje de Ferrell al que permite todo tipo de desprecios y ninguneos.

Es que habrá gente que la vea porque son fans de Eurovisión y se van a llevar un disgusto porque esta película no es ningún homenaje a dicho festival. Tampoco es una parodia, simplemente, todos los personajes son seres unineuronales como el personaje protagonista.

Por cierto Ferrell, hazte mirar la homofobia (y tu misoginia) que tienes macho porque cada película te va a más y cualquier día vas hacer algo terrible en la vida real.

Pues sí, como he leído por aquí, al menos las dos anteriores eran entretenidas. Si no las has visto no pasa nada, puedes ver esta sin problema porque no hay ningún tipo de enganche, referencia ni nada de nada que la una a las otras dos salvo para entender por qué el presidente y el protagonista tienen tan buena relación. Incluso eso lo puedes sobreentender sin tragarte aquellas dos películas menores pero al menos entretenidas. En esta se notan las prisas, las pocas ganas y que creían que metiendo en el reparto a dos o tres actores famosos era ya suficiente para que la gente picase y fuese a verla al cine. Supongo que con eso ya se conformaban, con hacer taquilla porque por lo demás, la sensación de desidia y pereza que trasmite al verla es tan enorme que yo al menos tuve que pararla tres o cuatro veces y ponerme a hacer otras cosas porque era incapaz de verla del tirón y tengo la manía de ver cualquier película entera una vez que la he empezado.

Cualquier director de cine de terror afirma que, para dar miedo es mejor insinuar que mostrar. Lo malo de ser demasiado "explicito" es que terminas por quitar al monstruo todo lo que tiene de terrorífico. Ese es el principal problema de esta película, la sobre exposición de la llorona hasta el punto de que ya no asusta ni apareciendo de la nada a golpe de música bien alta.
Es una película mediocre, con interpretaciones desganadas, un guión fastfood de esos de rodar y tirar y no logra destacar en ningún apartado.
El desarrollo de la historia no puede ser más lineal, no hay lugar para la sorpresa porque es predecible hasta el vómito.
¿Te gusta el cine de terror? adelante, échale un ojo, hay cosas peores y solo dura 1 hora y 25 minutos.
¿Eres un amante del género en busca de "la película" de terror del año? No pierdas el tiempo porque, es como si ya la hubieses visto.

No puedo estar más indignado.

En su día vi Brutal Box y me gusto bastante, es por eso que me quedé con el nombre de Óscar Aibar a quién vi como a una especie de innovador y decidí seguir sus futuros proyectos y me llevó a ver esta cosa.

Sin entrar en valorar la trama argumental, quiero constatar que me parece delirante la perversa manipulación de la historia que lleva a cabo el director aquí. Los anarquistas dominan un pueblo, roban a los fascistas quienes se ven obligados a echarse al monte... ¿dónde ha estudiado usted historia señor mío?.

Verá en España existió un hombre llamado Franco que sometió a este país a décadas de dictadura y eran los fascistas los que fusilaban a los anarquistas y comunistas, eran estos últimos quienes huían a protegerse al monte y que usted en su película lo muestre justo al revés es simplemente perverso.

No hay nada de malo en que sea usted un fraude como director, que lo de Brutal Box fuese casualidad no es un delito y no pasa nada por que meta usted ciencia ficción en una film sobre la Guerra Civil.

Lo que si es denunciable e indignante es la manipulación de la historia que hace usted, como esos grupúsculos de extrema derecha que osan, aún hoy día a negar el holocausto.