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España España · Ciutadella
Críticas de KillerCarrot
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Críticas 36
Críticas ordenadas por utilidad
10
6 de octubre de 2016
16 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Familia, invitados, casa de campo a medio reformar, colección de conversaciones incómodas, huevos.

A partir de un encuentro fortuito, dos parejas pasan unos días juntos.

Quienes tenemos hijos pequeños compartimos el comportamiento zombiesco de Michel, fruto de pasarnos todo el día limpiando lo que ensucian, arreglando lo que destrozan, y levantándonos a cualquier hora para atender sus demandas. Michel es un hombre introspectivo al que la rutina familiar ha absorbido casi por completo. Agotado, es incapaz de levantar la cabeza y mirar más allá de sus problemas (es decir, los de su familia), porque ya tiene bastante, y evita las relaciones innecesarias.

Quienes sabemos lo que significa tener la cabeza en su sitio entendemos perfectamente a Claire, directa, con un carácter equilibrado entre la cordialidad y la sinceridad, con la paciencia justa con la gente que se mete donde no la llaman. De los protagonistas, ella es, social y emocionalmente, la más inteligente, es el personaje “modelo de la normalidad” que da el contrapunto a los demás.

Aquellos que al encontrarnos fuera de nuestro ambiente hemos intentado comportarnos de forma agradable y aún así hemos sido menospreciados, que en determinadas conversaciones hemos aceptado cumplir una función meramente decorativa, que queremos pensar siempre lo mejor de los demás, y que reconocemos nuestras limitaciones aunque no pensemos mucho en ellas, empatizaremos con Prune.

Quienes nos consideramos prácticos, tenemos las ideas claras, y alguna vez hemos sido intrusos en la vida de los otros (aunque solo tuviéramos la intención de ser buenos samaritanos y quisiéramos ayudarles), podemos sentirnos identificados con Harry. Harry tiene la admiración y la curiosidad (y la despreocupación) de un niño pequeño, pero con la diferencia de que no tiene que rendir cuentas a nadie y dispone de recursos para hacer lo que quiera. Posiblemente el mundo sería un lugar mucho más fácil si hubiera más Harrys (reflexionemos sobre ello).

A través de la interacción entre Michel, Claire, Prune y Harry van encadenándose una serie de situaciones incómodas hasta el punto de hacerte reír (nada que ver con las incomodidades de Haneke, por ejemplo) que van destapando una película inquietante que ofrece mucho más de lo que parece.

La frase: «La plenitud solo se consigue con la desproporción.»
El personaje: Harry, sin duda.
La escena para el recuerdo: el trayecto en coche de Harry y Enric.

www.cinequanon.cat
KillerCarrot
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8
12 de octubre de 2016
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Reaparecidos, balas, nihilismo, necrófilos, fuegos fatuos, chulos italianos.

Los muertos están cogiendo la costumbre de salir de sus tumbas a los siete días de ser enterrados, y el vigilante del cementerio (Rupert Everett en uno de sus mejores papeles) tiene que volver a matarlos para que no se escapen y puedan estorbar a alguien. No se queja ni pide un sobresueldo por hacerlo, porque encuentra más fácil meter un tiro a los reaparecidos que informar del problema al Ayuntamiento. Y, curiosamente, a pesar de esta carta de presentación, los pasos de "Dellamorte Dellamore" se alejan y se alejan de los de películas como "Army of Darkness" (Sam Raimi, 1992), "Braindead" (Peter Jackson, 1992) o "Zombieland" (Ruben Fleischer, 2009).

El desarrollo de la historia es difuso, hasta el final no se ve dónde quiere ir a parar (y os aseguro que cuando lo veáis querréis/necesitaréis volver a verla desde el principio), pero está amenizado por una sucesión de situaciones macabras que tienen su punto magnético. Hay que decir que Michele Soavi, el director, había trabajado a las órdenes de Terry William en "The Adventures of Baron Munchausen" (1998), lo cual notaréis, por ejemplo, en los efectos especiales y en algunos diseños del cementerio.

Las pretensiones poéticas tanto de los diálogos como de la puesta en escena visten la película de un tono entre onírico y “comiquero” (no es casualidad que el guion esté basado en una novela de Tiziano Sclavi, autor de la serie de cómics "Dylan Dog") que le pega mucho. Fuera de contexto, el guion en sí aprobaría justito; quiere ser demasiado ingenioso, gracioso, crítico y profundo, y no se le da del todo bien serlo. Pero se sigue con interés, y, por curioso, funciona.

"Dellamorte Dellamore" juega con la desventaja de ocultarse bajo la apariencia de comedia de terror, pero en el fondo aspira a llegar más allá. Y aunque quizá no siempre luce tanto como podría ni hace cuadrar lo que plantea, no se le puede negar que tiene su encanto… y uno de aquellos finales que, te gusten o no, inevitablemente se te quedarán grabados en la memoria.


La frase: «Todos hacemos cuanto podemos para no pensar en la vida.»
El personaje: Gnaghi.
La escena para el recuerdo: la última.

cqn.cat
KillerCarrot
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5
2 de enero de 2017
16 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Polvo, lucecitas, parkour, capuchas.

Estamos a finales del siglo XV y a principios del XXI a la vez, y tenemos por un lado una buena película de acrobacias en la Inquisición española y por el otro un thriller de ciencia ficción que juega con la idea de “curar” la agresividad en la sociedad. Pero a la hora de la verdad el peso de la película recae fundamentalmente en la parte del “presente”, y los episodios del pasado acaban sirviendo como simples anécdotas trepidantes para adornar una historia previsible y mal narrada (unas cosas se explican reiterativamente mientras otras se pasan por alto, los diálogos son poco verosímiles, y los personajes se pasan el rato posando como si solo les preocupara salir en plan malote en la foto). Para colmo, la conclusión no es para nada satisfactoria, como te olías desde el principio, y solo sirve para invitarte a una secuela que no tiene ninguna garantía de estar mejor pensada que esta.

Por desgracia, la mezcla de ciencia ficción, acción, historia, intrigas y drama existencialista con la que pretendían sorprendernos Kurzel y Fassbender no acaba de encontrar un tono que funcione (y tampoco ayuda la falta de cohesión entre la fotografía, la banda sonora, los efectos digitales…). Era un reto difícil. Para adaptar un videojuego, les hubiera ido mejor seguir los pasos de “Prince of Persia: Las arenas del tiempo” (Mike Newell, 2010) o de la libre adaptación del Monkey Island© encubierta en “Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra” (Gore Verbinski, 2003), que se contentaban con ser películas de aventuras livianas pero más o menos sólidas, fieles al sentido del entretenimiento.

Da la impresión de que todo se ha querido planificar tanto que se ha perdido de vista el conjunto, de tal modo que el dramatismo y la espectacularidad que se habían pensado sobre el papel han acabo traduciéndose en frialdad y falta de energía en el celuloide. Al menos no estamos ante una película aburrida, aunque también es cierto que si en algún momento desconectas y te pones a pensar en tus cosas no vas a perderte nada.

Las ganas de abrir una buena franquicia cinematográfica estaban ahí, y a la historia se le entrevé potencial, pero para vérselo hay que ponerle bastante imaginación (y quizá fe).


www.cqn.cat
KillerCarrot
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9
12 de octubre de 2016
17 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Veraneo, isla tranquila, niños, selección natural.

Un buen rollo que te cagas desde el principio: una cancioncilla más perturbadora que la de los niños saltando a la comba de "Pesadilla en Elm Street" se intercala con fragmentos de noticiario de sobremesa (estilo NO-DO, por supuesto, ya que la película es de 1976) que resumen las injusticias que se han llevado a cabo con los niños en la historia reciente. Ese montaje nos introduce en una versión de "Los pájaros" con toques de "La semilla del diablo" que presenta a los niños como agentes vengadores y consigue convertirse, atención, en una de las películas de terror más efectivas que he visto nunca.

La historia de "¿Quién puede matar a un niño?" se desarrolla en una atmósfera atípica dentro de este género: un caluroso verano, en una tranquila islita de pescadores aún no invadida por el turismo masivo. Además, como curiosidad, recordemos que estamos en el año 76, lo que permite, por ejemplo, que en los diálogos los personajes se metan tanto con los comunistas como con los fascistas.

La otra característica que hace destacar "¿Quién puede matar a un niño?" es que los “monstruos” de esta película no son demonios ni bestias, sino niños que, sin saber que están cansados de representar la inocencia y de ser los que pagan el pato, se dedican a jugar cruelmente (y a la vez inconscientemente, inocentemente) con los protagonistas. Puedes esperar de ellos cualquier cosa. Y dicha situación es perfecta para disimular las limitaciones interpretativas que suelen presentar los más pequeños, puesto que actúen como actúen (preferiblemente si no hablan) resultarán inquietantes.

En resumen: si queréis pasar un mal rato, os recomiendo que visitéis este pueblo veraniego de casas pintadas de cal.


El personaje: el niño que pesca. ¿Con qué pesca?
La escena para el recuerdo: cuando los niños de un grupito van posándose uno a uno al lado de una barca, como si fueran pájaros, siempre vigilando, quizá esperando el momento de atacar.

cinequanon.cat
KillerCarrot
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8
26 de octubre de 2016
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tumor terminal, teléfonos, películas, gatos, relojes.

Un joven cartero lleva una vida normal, sencilla, sin grandes pretensiones, pero acaba de saber que le queda poco tiempo de vida, y está dispuesto a hacer lo que sea para seguir en el mundo aunque sea un solo día más. A partir de este triste punto de partida, se desarrolla una entretenida fábula buenrollista con sentido del humor blando y llena de encanto.

“If Cats Disappeared from the World” es, en definitiva, una reflexión sobre las cosas que definen nuestra vida, hasta qué punto las valoramos, qué vale la pena conservar, y por qué. Pese a los temas que trata, logra no hacerse pesada ni empalagosa; no evita el punto melodramático, pero tampoco llega a pasarse, aunque en un par de momentos camine por la cuerda floja (puede decirse que, para ser japonesa, es muy contenida).

Se trata de una historia universal; funcionaría igual de bien en cualquier sitio, con cualquier otra cultura. Ahora bien, si a alguna mente brillante se le ocurre estrenar un remake en enero protagonizado por Eddie Redmayne y Carey Mulligan (o dirigido por David O. Russell) será una firme candidata a los Oscar.


cqn.cat
KillerCarrot
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