Permitidme solo este pequeño detalle de la trama:

Jamal Malik está solo a una pregunta de poder ganar 20 millones de rupias. ¿Cómo lo hizo?

A) Hizo trampa
B) Tiene suerte
C) Es un genio
D) Está escrito

La respuesta es D.

Y es que en el fondo Slumdog Millionarie se posiciona del lado del destino. Ante aquellos soberbios entre los que me incluyo que creen que el destino lo deciden ellos o los bandazos que les da la vida, la película parece decir que hay un único destino, que está escrito, y lo mejor de todo, que todo tiene sentido.

Desconfiados y excépticos varios que no creeis que hagais lo que hagais seguís un camino marcado,..., esta es vuestra película, pero no para cambiar de idea, sino para reconciliaros con la parte de vosotros mismos, que como en un cuento le gustaría que fuese así. Que toda pena es el camino de un último destino escrito que con más o menos demora llegará.

Es ahí donde se perdonan ciertas casualidades e inconsistencias de guión, ya que en el fondo es una fábula, debiendo ver todo como cuando vimos "Millones", ya que no deja de ser casi la segunda parte de esta.

Millones nos hablaba de la fe, de los milagros y el dinero. Slumdog Millionaire nos habla del destino, del amor,y...., del dinero,..., quizás la gran obsesión de Boyle. Hasta la chica solo cambia de idea cuando le sale la pasta por las orejas.

Además, explosión de colorido, de ritmo frenético, de arte en estado puro de uno de los mejores directores de todos los tiempos. Ahí es nada.

Vamos a hacer un experimento. Abstráiganse un momento, olvídense que esta película es de Almodóvar, eludan las comparaciones con otras obras suyas y dejen pasar que esta cinta con olor a rancio nos represente en los distintos certámenes a nivel mundial.

Ahora que le hemos quitado la etiqueta, quizás podamos analizar todo con total objetividad. Nos queda una buena realización para un guión del que se salva poquito. Tampoco se salva la forma de plasmarlo. No se me va, que quieren que les diga ese maldito olor a flatulencia. El giro de guión final aunque luce lustroso, deja la sensación de que podía tener más jugo plasmándolo de otra forma y no contándolo como quien cuenta la trama de un libro romántico de serie B.

La protagonista es la mujer, sus relaciones, sus miedos, sus problemas. El hombre apenas sale como un endemonizado boceto, fuente de los problemas de la primera.

Y si, es el mejor papel de Penélope Cruz, pero a mi a veces me resulta exagerado los modos y el acento en un personaje que lleva viviendo media vida en Madrid, al contrario que su hermana que no habla ni se comporta así.

Ahora que hemos hecho el ejercicio de olvidarnos de quien es el autor de la película, convendremos que esta no es una obra maestra, y que poco más se merece que un aprobado alto. Si sale premiada en los oscars no podré más que alegrarme, aunque pensaré que irremediablemente tira más la etiqueta que la calidad intrínseca de la obra.

Las relaciones paterno-filiales, a veces dependientes, a veces condicionantes, a veces desilusionantes, y que, en cualquier caso marcan la vida de unos y otros, es el río que nos lleva al mar de las frustraciones, a la postre temática principal de la ópera prima de Daniel Sánchez Arévalo.

Los altibajos constantes, la ausencia de clímax y un guión al final poco pulido y creíble, no me permiten catalogar este film de excelente, pero por el contrario si recomiendo su visionado.

Para los amantes del juego de ordenador, Piratas del Caribe: La Maldición... fue lo más parecido a llevar al cine la mejor aventura gráfica de todos los tiempos. Lechuck era sin duda el capitán Barbossa. Innumerables similitudes hacían de la primera entrega , una película de aventuras original, con un aire nostálgico.Las sospechas de plagio las dejaremos aparte pues la versión oficial dice que ambas obras beben del libro "En Costas Extrañas" de forma diferente.

Las similitudes continuan en la segunda parte, si bien pierde fuelle, aumenta innecesariamente metraje y deja por el camino toda la magia que tenía la primera. Guybrush Threepwood continua con su cruzada particular, pero un guión malo, y un empacho de acción sin sentido hace que a los tres cuartos de hora empecemos a mirar el reloj. Y aun queda hora y media...

Al margen de mi valoración del film, en general positiva, voy a hacer reflexiones de aspectos que contrastan con el comic:

Leónidas se muestra en el comic como un estandarte de la razón, pero también defensor y guardián de la ley espartana en contraposición a las tradiciones ascentrales que llevan al pueblo a la perdición. Esto origina un duelo "tradición-razón", "religión-estado", donde el rey representa a un estado que aun ve supeditadas sus decisiones a lo más ancestral.

La representación de Leónidas del estado debería ser total ya que en el comic la sociedad espartana mostrada es conservadora, monárquica y absolutista, anti-democrática en suma. En un pasaje del comic ante las muestras de lealtad de un soldado, el cruel Leónidas afirma: " No os lo he pedido. La democracia es para los atenienses". Dejando claro que le importaba poco lo que sus soldados opinaran de sus decisiones pues solo manda el. No ayuda la aparición de un supuesto senado, que semeja tomar las decisiones. El conflicto --ley y estado vs. tradición y estamentos religiosos-- se diluye, cuando parte del estado defiende la postura tradicionalista.

Otro aspecto derivado es que de pronto da la sensación de que ir a la guerra es una opción a debate, cuando debería ser la única vía posible solo discutida por el hecho de estar en época de carneia, de culto a los dioses declarada por los oráculos, que obligaba a no entrar en guerra, no por debates internos.