Tras una trama policíaca demasiado convencional (sobre todo en su tramo final) se encuentra un discurso que te sumerje en la soledad de ese mundo y traslada a la necesidad de sentir en ese caos.

Te lleva a sugerir ser otra persona por unos segundos o a la idea de ser por un momento como siempre te hubiera gustado. También se esconde una reflexión a la nostalgia, con la que en ocasiones vas al pasado en tu cabeza, pero que en "Días Extraños" es llevada a su máximo exponente, pues en el film pueden revivir literalmente esos días que probablemente han sido magnificados.

También se pone en tela de juicio el mundo tecnológico del que nos rodeamos que muchas veces termina en el autoengaño y que se configura como la droga del futuro.

Luego está ese ambiente apocaliptico visto por una vez desde una perspectiva pausada, la sensación de que el fin del mundo llega, de que algo grande va a pasar, cuando en realidad y como mensaje final la moraleja nos dice que todo sigue igual como una de las frases de la película:

"...todos los años es igual, nada cambia, todo es una mierda no?, entonces... ¿qué coño vamos a celebrar?"

El trasfondo de la película se impone a su trama, la ambientación supera los tiroteos y la banda sonora se impone a finales lógicos y a clichés.

Todo ello ha hecho de "Días Extraños" una película de culto, quien se quede en la trama bien poco ha visto.

Leyendo las anteriores críticas me he visto en la obligación de intervenir. "Gisaku" no puede verse de la misma manera que cuando se va al cine a ver la última cinta de Disney, más que nada porque inicialmente no fue concebida para que la vieras tu o yo, sino para que la vieran los japoneses. "Gisaku" se fraguó a partir de un concurso abierto por la Sociedad Estatal para Exposiciones Internacionales (SEEI), con el objetivo de acercar la cultura y realidad española a la sociedad japonesa durante la Exposición Universal de Aichi en 2005.

El SEEI propuso un concurso de ideas para llevar una producción ANIME a la Exposición Aichi de Tokio en 2005 para que fuera una parte incluida dentro de la propuesta cultural del pabellón español. Y Filmax ganó.

Lógicamente cuando le enseñas tu casa al de fuera intentas tenerla ordenadita y enseñas lo bonito, no lo sucio que eres.

La producción se llevó a cabo en tan solo 20 meses por requisitos de plazos, que, para los que entiendan un poquito y sepan el tiempo que llevó hacer "Steamboy" de Otomo o "El Castillo Ambulante" de Mizayaki, comprenderán que no se puede comparar con lo mejor de la animación, y ni mucho menos del anime. Sobretodo porque estamos ante un experimento, el primer anime europeo de la historia. Casi un hito.

Resta saber, que podrían haber llegado a hacer con tiempo, presupuesto y libertad de guión. Ojalá algún día lo sepamos aunque con ese apoyo generalizado lo dudo.

La historia toma como punto de partida el poco creíble hecho de que un entrenador sin referencias conocidas y venido del otro lado del charco, toma las riendas de un equipo de la división de élite del baloncesto español.

El ritmo, lento y cansino, se salva cuando enfocamos este film como documento cuasi-histórico del baloncesto de la época. Jimmy Wright, jugador real y emblemático del Breogán de Lugo del momento se permite un papel pequeño, pero de significado especial.

Para los gallegos, y en especial para los lucenses como yo, el visionado es muy recomendable y su visionado no estará probablemente exento de cierta sensación nostálgica, en especial en las imágenes en que se aprecia el Gran Teatro, en todo su esplendor, ya derruido en la actualidad víctima de la época de la especulación inmobliaria.

El punto de partida original y la propuesta, interesante y atractiva, se va desinflando, no ya por los buenas actuaciones del solvente Luis Tosar o el secundario Luis Zahera, sino por inconsistencias de guión.

Las negociaciones cara a cara poco creíbles, una amistad demasiado rápida entre Malamadre y el protagonista, entre otros detalles van llevando al traste el buen hacer de sus actores.

Además un desafortunado giro argumental demasiado cogido por pinzas, hace navegar al film del thriller al drama cayendo en la incoherencia y en la decepción y naufragando finalmente.

Quedan ahí de todas maneras retazos de buen cine, del que atrapa y del que hace ir a las salas a sumergirse en otras historias,..., en la que un funcionario de prisiones tiene un complicado primer día de trabajo.

"Wonderful Days" es una película novedosa por varios motivos. Fue la primera superproducción de animación coreana tras varios intentos como OSEAM. Es la primera película de animación que aplica técnica con multicapas, con animación en 2D, 3D digitalizada y miniaturas. Un proyecto que ha llevado un lustro realizarlo.

También se ha dicho que es la película más cara de la historia de Corea. Y pese a todo ello ha tenido menos repercusión internacional de la esperada. En ello creo que ha influido no tener detras una distribuidora como tiene Mizayaki con Disney. Tampoco las críticas a su argumento han sido del todo buenas. Sin embargo, en este sentido este film postapocalíptico, con la lucha de clases y la ecología de fondo, tiene todo mi apoyo.

En mi opinión, el tiempo le dará a Wonderful Days su verdadero valor.