Película elegante con tendencia al tenebrismo en la iluminación. Argumento interesante, donde se da a conocer una más de la figuras femeninas que en tiempos difíciles para la mujer, lucharon por su propia esencia y combatieron contra los estereotipos de la época. Aunque no pudo, según la película, deshacerse de la sombra de su marido, Gustav Mahler. De seguro que irán apareciendo, año tras año, nuevos ejemplos de personalidades femeninas con suficiente fuerza narrativa como para protagonizar obras fílmicas de envergadura, aunque sea intrahistórica.

Su relación con Kokoschka ya vale de por si para un folletón novelesco.

Las actuaciones de los protagonistas me parecen muy relevantes. Emily Cox està sorprendentemente creíble. El ritmo no decrece a pesar de que sería fácil dejarse llevar per el dramatismo vodevilesco y un tanto dramatizado. La música clásica no ocupa un lugar destacado, se ofrece a cuentagotas, no cansa a los que no somos fervientes admiradores de éste estilo musical.

Aviso: debe prestarse atención a ciertos diálogos primerizos entre los amantes sobre Los cuentos de Hoffman. Tienen una importancia capital hacia el final, siempre y cuando, claro està, no se conozcan de antemano los detalles. Y con la enciclopedia Google, las capacidades de sorpresa casi desaparecen. Yo, que no iba preparado para la ocasión, porque lo desconocía todo sobre la vida de Alma Mahler y su relación con el pintor ruso, quede un tanto conmocionado.

Una cinta cinematográfica que no merece pasar inadvertida.

La emblemática película de Luhrmann se ha convertido en parte simbólica de la historia de mi relación con el séptimo arte. Pocas obras han conseguido lo que ella, creo que solo un par más: que tuviera que huir del cine porque su visionado me resultaba insufrible, irritante. Abandoné a mi pareja y la espere en la calle. Así de fácil, así de vergonzoso para mi. Todo un merito del cual puede orgullecerse, porque me tengo por un cinéfilo de resistente trinchera.

Los premios no se los niego. No tengo nada que decir al respecto. Muchos son técnicos y los que no lo son me bailan el agua. Yo tengo mi sensibilidad y, por lo que parece, choca desbocadamente de frente con la del director australiano. El componente musical fue uno de los principales motivos de mi oscura retirada silenciosa de la sala de proyección entre las piernas de la gente sentada que disfrutaba de aquel espectáculo. Sencillamente sentía maltratada la música que formaba parte de mi vida popera. No veía la necesidad de aquellos engendros melódicos, de aquella destrucción deliberada y harmónica de mis canciones.

La trama os puedo asegurar que acabo siendo secundaria y la aparté de mi pensamiento, solo percibía canciones escurridizas que me ofendían.

Moulin Rouge sigue siendo apreciada, por lo que veo. La euforia que produce cierto segmento musical siempre será un misterio para mi. Moulin rouge permanecerá por siempre en mi historial cinéfilo como una de las escasísimas filmaciones que no pude resistir, y por ello, aunque pueda resultar paradójico, la tengo en cierta estima. De lo contrario, la hubiera calificado, como mucho, con un dos.

Poca cosa, poca cosa. Comedieta ligera, ligera. Casi volátil, casi insignificante. Chistes baratos, algunos de saldo; muchos tópicos descafeinados de la escuela de los apellidos vascos. El guionista-director no se rompe la cabeza en ningún momento. Ni una sola escena original o destacable. Se lo deja crudo a los actores. Hacen lo que pueden con el flojo material que se les propone. Algunos ni eso, porqué se nota que no se creen la película.

Jordi Sánchez debería tener cuidado con no encasillarse demasiado. Ya solo falta que el protagonista se llamara Gregorio Recio.

Producto para público televisivo poco exigente. Algunos incluso se reirán, pero más por inercia que por las propiedades intrínsecas de los gags.
Es imposible ponerle más de un tres.

Hay algo que huele a chamusquina en The English. Es como si a una maquinaria funcional y bien diseñada se le vieran algunos tornillos oxidados en el mecanismo central que hicieran rechinarla. Es como si a una aristocrática vestimenta, lujosa y envolvente, de seda y mil oropeles, se le notaran hilos deshilachados y algun remiendo tosco por las costuras. Es su deseo de epatar su principal "handicap". Es como si su propósito fuera demasiado evidente.

Está el lenguaje; su uso casi "shakesperiano". No hay quien se lo crea en un mundo tan salvaje y pedestre. Luce, pero en ocasiones deslumbra y casi te deja ciego. A penas hay conversaciones naturales, todo son frases lapidarias y de un sentido tan profundo que a veces se necesita traducción filosófica para captar su sentido último. Y están los personajes que transitan por el guión. Cada uno es más singularmente, digamos escabroso o perturbador, que el anterior. La búsqueda de "epatación" tras el escenario cruel y salvaje queda demasiado expuesta.

Visualmente es atractiva e incluso el guión puede llegar a ser en ocasiones envolvente, aunque un tanto desorientador. Se puede seguir haciendo abstracción de algunos desajustes.

Si uno se para a leer los créditos finales, verá la parte técnica plagada de nombres hispanos. Hubiera sido llamativo si en su final no se explicitará claramente que la producción ha sido rodada en Segovia, Toledo y Salamanca. El Far West castellano...

Una cosa es admitir la falta de medios y la semiprofesionalidad del equipo, aceptar que no se puede esperar gran cosa del film en una obra principiante que queda limitada por los recursos; otra es que te acabe aburriendo por su falta de imaginación, la recreación innecesaria de una cámara que vuela por muchas partes pero nunca sorprende y el exceso de una búsqueda banal de trascendentalismo que linda en lo ridículo..

Falta dinamismo, a no ser que la cuestión sea que el dinamismo sea caro y con 400 euros no se lo puedan permitir. Pero el guion sí hubiera podido ser más ágil y atrevido, con más garra, alguna vuelta de tuerca que no fuera del todo previsible y demasiado obvia. Y la imaginación no cuesta dinero, de momento.

Las actuaciones son lo que son, sería injusto pedir demasiado a un reparto no profesional. Lo que si encontré fuera de lugar, y un desacierto en la producción, es la voz demasiado neutra y plana en off del protagonista. Creo que allí se pierde un recurso melodramático muy efectista que repercute en la credibilidad del resto. Puede que sea muy exagerado por mi parte, pero es lo que sentí; en ningún momento me la creí, parecía estar leyendo el texto y no estar viviéndolo. Una tontería, pero le faltaba desgarro, sufrimiento, que es de lo que trata toda la película.

No decepciona, pero no aporta nada aunque lo intenta.