Alex de la Iglesia, al que admiro como profesional y como personaje publico por su reciente dimisión como presidente de la Academia, en la que al igual que en su cine demostró que los tenía muy bien puestos. En esta obra vuelve a confirmarlo, arriesga con una propuesta muy personal y con una idea muy brillante. Las dos Españas, a las que no duda en meterlas el dedo en el culo y en ponerlas al mismo nivel, tanto, que por algunas críticas que he leído en esta web, no termina de quedar claro que payaso representa a una y a otra. Le da un esplendido toque de atención al famoso y polémico tema de la memoria histórica, y el final, en mi opinión, es bastante bueno.
Pero esa gran idea se viene abajo en cuanto terminan los créditos de presentación, que son realmente alucinantes, de los mejores que he podido ver, y aparece Santiago Segura desentonando gravemente sobre una muy buena y lúgubre atmosfera. Pero el “amiguete” no es el único que da el cante, le acompañan todos sus compañeros de reparto, es imposible empatizar con ninguno de ellos, cuando conectas con algún personaje en una escena, en la siguiente escena no te transmite nada. Hay actores que son incapaces de producir cierto tipo de emociones, esto debería haberlo visto el director antes de empezar a rodar. Pero no sólo es un problema de interpretaciones, que suelen complicarse en exceso cuando el texto es malo, en este caso, tiene alguna perla aislada, pero en general, es muy malo.

La sensación que me ha dejado finalmente es que esta película se ha realizado con mucha prisa, el guión, la selección de actores y las interpretaciones, no están cuidadas, como si la buena idea de partida fuera suficiente para un buen trabajo y por eso pienso que este ambicioso proyecto se ha quedado en un simple borrador.

Reconozco que la primera vez que la vi, el cambio radical que pega cuando los protagonistas llegan al garito, me dejo frío, no entendía nada, me estaba gustando tanto lo que estaba viendo hasta ese momento, que cuando salí del cine no sabia si me había gustado le película en su totalidad, aunque me reí con todo ese desparrame vampírico, me dio un pequeño bajón.
La he vuelto a ver una y otra vez, y no me cansare nunca de verla, me gusta desde su espectacular comienzo, hasta su buen final, incluidos esos vampiros que dan mucha más risa que miedo, es muy difícil que una película que empieza tan bien, crezca, y de ahí, mi primera impresión.

Irregular thriller jurídico con absurda relación sentimental, en la que más que un juicio parece un apaño para ensalzar la figura de Richard Gere como ligón de discoteca venido a menos y que triunfe con la rubia. Lo mas destacable es la brillante pugna entre el madurito interesante y Edward Norton, el primero destruyendo la película, y el segundo intentando salvarla. Finalmente gana Edward y consigue que la cinta apruebe.

Buena visión de las atrocidades de la guerra desde el punto de vista de aquellos que más sufren y que menos entienden todo ese caos que genera un conflicto armado, dos niños.

Pero para mi tiene un problema que me hizo alejarme emocionalmente de las desgracias que van ocurriendo a la pareja de hermanos que protagonizan la película, y es que nos presentan a un joven con mucha iniciativa, en apariencia responsable y espabilado, sin embargo se ve muy superado por los acontecimientos e incapaz de tomar decisiones sensatas, cosa comprensible hasta cierto punto, pero inaceptable en algunos aspectos o partes de la trama en las que parece un personaje completamente diferente al que inicia la película.

Cuando ves el trailer de esta película y su titulo, piensas que te van a contar lo que paso antes de las pesadillas, como el hombre del jersey de punto rojo y negro, sombrero, cuchillos en los dedos, y cara de pizza, se convierte en ese espectro criminal que ataca en los sueños de la adolescencia. Y pensaba que te lo iban a desarrollar como dios manda, que me iban a contar una historia. Pues me equivoque, es un remake de “Pesadilla en Elm Street I” que no hacia ninguna falta y que solo dejo un pensamiento en mi cabeza.
¿Por qué (piiiii) no dejáis las (piiiii) cosas como están?