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España España · La Laguna (Tenerife)
Críticas de Spock
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Críticas 37
Críticas ordenadas por utilidad
8
2 de septiembre de 2009
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Habían pasado quince años desde la anterior adaptación de la novela de Anthony Hope, ya criticada por el abajo firmante, cuando surgió esta nueva versión, la cual reprodujo casi íntegramente el guión, la música y la dirección artística de su predecesora. Unicamente, y por razones obvias, había cambiado el reparto. Sin duda, la elección del dúo formado por Stewart Granger y la divina, divina Deborah Kerr fue un grandísimo acierto, pues ambos reunían talento, encanto, elegancia y oficio suficientes como para ser los protagonistas de verdad, a diferencia del tándem anterior (R. Colman y M. Carroll). También es verdad que, en este caso, los secundarios quedaban muy por debajo de los de 1937. De James Mason se puede alabar casi todo, aunque a su rígido Rupert Hentzau le falta aún cierta chispa de elegante cinismo, tan propia del personaje, y probablemente Richard Greene (curtido en películas de aventuras, y que había sido inicialmente seleccionado) lo hubiera hecho mejor. Robert Coote (quien ya había trabajado recientemente con Granger en "Scaramouche") supera sin problemas a David Niven. Pero ahí se acaba el cuento. Los demás, bien a secas. Punto.

De resto, apenas existen diferencias en el guión con respecto a la cinta antecesora. Una de ellas es la encarnizada lucha en el pabellón de verano, donde la carga tras la mesa de té es sustituida por una huida a través de los tejados. Me quedo con la primera opción. Esta versión no obtuvo nominaciones a los Oscars, mientras que la de David O'Selznick (quien cobró una buena cantidad por la cesión de los derechos de la obra) sí fue nominada para la mejor banda sonora y la mejor dirección artística, aunque se quedó compuesta y sin premio.

El duelo a sable entre James Mason y Stewart Granger quedará para la posteridad, sin duda, como uno de los más intensos y logrados de la historia del celuloide, muy a la par del que poco antes habían protagonizado el mismo Granger y Mel Ferrer en "Scaramouche".
Spock
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10
3 de septiembre de 2009
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Algunos actores serán siempre recordados por personajes concretos de su carrera, no importa lo dilatada que ésta haya podido ser. Tim Robbins, actorazo donde los haya, quedará para siempre ligado a la imagen del introvertido y brillante banquero Andy Dufresne, un personaje víctima de sí mismo que purga su propia condena (más allá de aquélla que la sociedad le ha impuesto) en la cárcel. En esta representación en miniatura del mundo, hostil microcosmos donde sólo los más capacitados consiguen sobrevivir, Dufresne despliega su sensibilidad y su talento intelectual como herramientas para modificar, poco a poco, su entorno, al extender su influencia ayudando a los carceleros (tremendo, como siempre, Clancy Brown en un papel que destila pura violencia) a aliviar sus impuestos y al alcaide (¿se valorará algún día como es debido el talento de Bob Gunton?) a blanquear dinero procedente de comisiones ilegales. A cambio, Dufresne obtiene el permiso para humanizar la prisión, creando una biblioteca y una fonoteca, lo que transforma gradualmente el espíritu de la dura prisión de Shawshank (Maine). Mientras tanto, el lento transcurso de las décadas se refleja en las chicas de los pósters que decoran la celda de Dufresne, desde Rita Hayworth hasta Rachel Welch. Dufresne, pues, representa las más altas cualidades humanas y muestra como éstas pueden imponerse a la brutalidad, reflejada por la jungla penitenciaria.

Dufresne recorre el duro sendero de prisión junto a Ellis "Red" Redding (M. Freeman), un viejo recluso con tantos años de cárcel a sus espaldas que ya se siente incapaz de reinsertarse en el mundo allende los muros. La relación entre ambos es un hermoso canto a la amistad y a la superación conjunta de la más dura adversidad: la que se lleva dentro, la que cada cual sufre en silencio, a manos de su propia conciencia y enfrentado a ella. Esta condena se cumple no por rehabilitación, sino por redención, es decir: no importa tanto el perdón que otorgan la sociedad y sus representantes, sino la gracia que nos damos al perdonarnos a nosotros mismos... y la oportunidad de volver a empezar, no importa dónde ni cuándo.

El guión corre a cargo del director Frank Darabont, a partir de un relato breve del prolífico Stephen King (a éste se sumarían más tarde "La Milla Verde" y "La Niebla", también basadas en obras de King). Soberbias interpretaciones para una historia cautivadora y conmovedora a la vez, sin duda una de las mejores obras cinematográficas de la década de los 90.
Spock
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9
8 de septiembre de 2009
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Crítica abierta, genial y sin tapujos de ciertos métodos psicológicos de reeducación de delincuentes feroces y despiadados, transformados por lavado de cerebro en ciudadanos dóciles, pero también inermes... incluso ante sus víctimas, asimismo despiadadas.

El guión se basa en la novela homónima de Anthony Burguess (incluyendo la curiosa jerga de los violentos pandilleros), pero el cine, sus imágenes y sonidos dotaron a la historia de la magia que la palabra escrita sólo permite evocar. Y el maestro Kubrick se aplicó a ello con maravillosa perfección. Las escenas de ultraviolencia, las fantasías perversas del protagonista, las escenas de sexo violento, y la maravillosa banda sonora con piezas selectas de música clásica (algo que el director británico ya había ensayado en "2001 Odisea del espacio") generaron auténticos iconos de época, implantando el uniforme con tirantes, botas militares, bombín, bastón y ceja postiza en el inconsciente como sinónimo de la violencia juvenil más brutal y absurda, pues carece por completo de justificación, más allá de pasarlo bien.

El histriónico Malcolm McDowell escribió gracias a este papel su nombre con letras de oro en las páginas del gran cine. Su magistral interpretación del psicótico Alex mueve sucesivamente desde el asco a la compasión. Y no era tarea fácil encarnar a un personaje tan complejo: Alex es brillante (su gusto por la música de Beethoven indica sensibilidad), perverso (la música le hace evocar ultraviolencia), firme y decidido (obliga a sus drugos a aceptar su autoridad como jefe), pero no carece de sentimientos (llora la muerte de su serpiente). Y curiosamente, alguien así es producto de unos padres grises, torpes y simples hasta la estupidez.

Los azares del protagonista sugieren que no hay verdugos, sino sólo víctimas de una sociedad capaz de engendrar monstruos como Alex y sus drugos y de anularles después. Esta frontera difusa entre el verdugo y su víctima quizá sea lo más reprobable de la película, por dos razones: una, porque se aparta de las motivaciones reales de Burguess en su obra y otra, porque obvia la capacidad de decisión propia del ser humano (hacer mal o bien depende casi siempre de nuestra propia elección). Aún así, esta película es una de las más grandes realizaciones de Stanley Kubrick, y mueve a la reflexión y al debate profundos, tanto en lo meramente cinematográfico como en su mensaje ético y moral.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Spock
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5
25 de mayo de 2009
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una sórdida historia que implica a la hermosa Inés Bilbatúa (Natalie Portman) y al malvado y cobarde padre Lorenzo (J. Bardem) en los años postreros de la Inquisición española, durante el reinado de Carlos IV y la invasión francesa, sirve de trasfondo para ilustrar los motivos de las etapas más oscuras del genial Francisco de Goya (S. Skargard). El resultado de tan prometedor esquema es decepcionante, pues lo que debería ser el trasfondo se convierte en hilo narrativo principal, plagado de clichés foráneos sobre la España oscurantista y retrógrada, y dejando en segundo plano la historia buena: el tormento de Goya, los sentimientos encontrados del pintor aragonés (un español simpatizante de las ideas de la Ilustración que asiste a los males de la guerra desencadenada por las tropas de Napoleón) y su visión de una España convulsa y decadente, maldita por siglos de superstición, ignorancia y desgobierno. Hubiera sido mucho más interesante, y sin duda acertado, invertir la importancia relativa de los dos motivos. Y al no hacerlo así, Forman cede ante los requisitos comerciales de una cinta a todas luces insatisfactoria. Sobresaliente interpretación de Portman y, en menor medida, de Bardem. Secundarios de lujo, tanto españoles (Blanca Portillo, Unax Ugalde ...) como extranjeros (Michael Lonsdale) para un guión que a veces hace reír por ridículo. Excelente ambientación y reconstrucción de la España de la época. El título es a todas luces inadecuado.
Spock
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5
26 de agosto de 2009
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es una de las mejores historias del bueno de Clint Eastwood: se trata de una historia policiaca en la que el ex-agente del FBI Terry McCaleb (Eastwood) sufre un infarto persiguiendo a un asesino, y es sometido a un trasplante in extremis que salva su vida. La donante ha sido recientemente asesinada y la hermana de ésta (Wanda de Jesús) pide a McCaleb que indague sobre el autor de este asesinato, revelándole que lleva el corazón de su difunta hermana. El antiguo FBI se siente obligado a ello, e inicia una búsqueda que le involucrará en una tremenda serie de asesinatos y situaciones de alto riesgo, así como también en un improvisado romance con la mujer que le ha requerido.

La trama no está del todo mal (al menos te mantiene tenso y engancha), y el argumento tiene ciertos toques de originalidad. Pero al Eastwood más duro ya lo vi (y mucho mejor) en la serie de "Harry el sucio" o en los "spaghetti westerns" de Sergio Leone y compañía. Y al más seductor, en "Los Puentes de Madison". Aquí, le sobran una cosa y la otra, aunque esta vez, al menos, su personaje se lleva un par de tortas, cosa muy de agradecer (¡ya era hora!). Y que, viejecito, tocado y débil, consiga seducir a la sensual latina de Jesús... cuatro pueblos, Pérez Rubalcaba dixit.

Hacia la mitad de la película, ya es posible identificar a la mano autora de los asesinatos con total claridad. Yo, al menos, acerté.

Anjelica Huston, muy bien. De lo mejorcito en la película. Lo mismo cabe decir de las secuencias de acción. Poco más.
Spock
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