Algo huele a podrido en la cinematografía española. Claro ejemplo de que hay algo que no cuadra. Tal bodrio, tal esperpento y despropósito no está justificado. No todo vale.

Desconozco si ésta película ha sido subvencionada (única explicación) de modo contrario alguien pierde dinero seguro. Guion mil veces visto y manido, puesta en escena patética y un José Sacristán que aparece sin ganas (y no es de extrañar).

Nada de miedo, nada de drama, pero mucho de aburrimiento para la enésima película que se sube al carro de lo paranormal.

No tiene nada de exorcismo salvo las escenas finales. De lo único que os librara es de un par de horas de vuestra vida. No se salva nada, sonido muy mejorable y técnicamente llena de fallos.

De chiquillo es mejor película, envejece mal está claro. No la convierte en mala película, pero hay que verla con otros ojos.
Si la visualizamos dentro de su contexto sigue siendo memorable. Una sensación agobiante por su estética cyberpunk, una ambientación de auténtico lujo y unos actores que mantienen el tipo con la cabeza bien alta.
Dinamo, Subzero... carisma y nervios a partes iguales. Arnold no está acertado en la interpretación, Maria Conchita Alonso mucho menos, pero todo en conjunto funciona.
Obligatorio verla una noche de invierno.

Una película de sustos (que no de terror) clásica. Usa todos los trucos del género para hacer saltar al espectador de su silla. Las películas de terror no suelen destacarse por su calidad, si no por su carisma. A ésta película no le sobra pero tampoco le falta.
De la franquicia de los Warren, los sobresaltos y las subidas de volumen están aseguradas. No es algo malo, es simplemente una característica. No hay malas sensaciones en su visionado, y los actores pese a no ser muy allá no están mal.
Cuando aparece la muñeca en la pantalla algo se remueve dentro del espectador, y esa es una sensación bastante difícil de crear en un producto audiovisual.

Pero lo que se dice drama aparece más bien poco. Éste tipo de películas da lo que ofrece sin más, sin pretensiones de ganar Oscars, pero queriendo ganarse al público.
No destaca en nada, pero es que éste tipo de películas no lo pretenden. Las relaciones humanas ( y más tan morbosas) venden, y más que los efectos sin duda.
La historia se desarrolla y avanza según lo prometido, paso a paso con todos los tópicos del género. La química de los personajes es total, pero jugando con cierta ambigüedad.
Para una noche, una tarde, una sobremesa... para toda ocasión, para toda la familia sin duda. Agradará a los amantes del género y a los amantes del cine en general

Ver éste tipo de documentales es una de mis debilidades, verlos en color es toda una experiencia. Es aconsejable para todos el mundo, sea aficionado o no.

El color aporta cercanía y hace que nos volvamos más empáticos con los protagonistas de la contienda. No es mi intención decir de que va, puesto que eso ya sabemos; pero es mi intención que los indecisos le den una oportunidad.

Hay más series de la misma temática como la Guerra Civil española por ejemplo. Por unas causas u otras creo que son de obligada visualización.