West Side Story es una de esas películas que pasados unos años se convierten en clásicos por méritos propios. Las escenas musicales del mismo me parecen las escenas mejor rodadas de la Historia del Cine, no solo por las excelentes coreografías y la magnífica música, sino porque el encuadre urbano como escenario le da un toque de grandeza y de ritmo que ninguna otra película ha sabido imitar. La escena inicial es portentosa en ritmo. Ambos directores hicieron una especie de simbiosis dirigiendo cada cual la parte que mejor sabían (Jerome Robbins la historia de amor, y Robert Wise la parte musical) y el resultado es una pieza maestra que funciona por ambos lados de manera perfecta.

Además es una de las películas más coloristas que he tenido el gusto de ver. El vestuario y los decorados resaltan de manera portentosa, impresionando los sentidos de manera indescriptible y con un gusto exquisito. La fotografía me parece fabulosa y el montaje, sublime. La adaptación que se hizo de Romeo y Julieta era arriesgada pero quedo de perlas. La historia dramatica queda como contrapunto trágico con lo llamativo de los escenarios. Y el final me parece impecable, con esa cámara que se aleja de los protagonistas...

Las actuaciones son perfectas: Natalie Wood está genial, Rita Moreno espléndida y George Chakiris encantador. El resto de secundarios actúa y baila de manera estupenda. Como todo en esta película. Hoy en día sigue pareciendo una película "pop" y vanguardista alejada de lo convencional y con una historia interesante y muy bien llevada. Merece la pena ver por sus bailes, su historia de amor y por la banda sonora. Irrepetible. Valoración: 10

Si eres de aquellos que normalmente suelen pensar cosas como ¡Qué mierda de sueldo tengo! o ¡Estos zapatos desentonan y voy a quedar en ridículo! les recomiendo como golpe de humildad Ciudad de Dios. Unos pobres niños que tienen la mala suerte de nacer en aquellos parajes del que nunca podrán escapar. Los niños sabrán extorsionar, torturas y como hacer una "corbata" antes de saber escribir, leer o hacer punto de cruz.

Un gran acierto de Meirelles es dar ese tono agrio desde el principio del film La escena inicial es a la vez espléndida y explicativa: si no espabilas, la palmas. La fotografía descuidada y tristona es excelente, así como la música que suena durante el metraje. El reparto, totalmente desconocido es asombroso: no sé explicar con exactitud las apabullantes actuaciones que nos brindan este cast, pero señalar que ponerles una estatua sería poco. Y de regalo para el par de listillos que dicen que esta película es cutre...algo que duela menos que para aquellos que aseguran con total seguridad que esta película es irreal. Una sugerencia para estos últimos: que se vayan a un area como el que muestran en esta película y, si sobreviven una semana me rapo enterita. Es que uno se enciende con ciertos comentarios, concho...

En fin, que obra maestra, terrible y que te pone los pelos de punta como ninguna otra película lo sabe hacer, y que, además entretiene y tiene una factura impecable. La escena cuando entran en el puticlub y la posterior panorámica de los resultados es desoladora. Hay tantas escena inolvidable por su crudeza y por su verosimilidad que llenaría la crítica entera. Película dificil de digerir pero inolvidable tanto si te gusta como si no. Valoración: 10

Nueva comedia para jóvenes con hormonas alteradas, con el consagrado DeNiro y el rey de la comedia "teen" allá en USA Ben Stiller como protagonistas. La principal diferencia de ésta con subnormalidades como Algo pasa con Mary, Virgen a los 40 o Dos tontos muy tontos es que aquí no se trata al espectador como un imbécil, y los gags están puestos ahí de una manera más creíble y para simplemente hacer reír, sin pretensiones.

Hay muy buenas escenas para echarse unas risas: la del waterpolo, la del tarro con las cenizas de la madre de DeNiro, Pamela Kittifollen (jajaja), la de la escapada del gato por la casa... y son cuanto menos aceptables. El director convierte la topiquísima historia de agradar a los padres de la pareja en una película disparatada y tremendamente divertida, con momentos impagables. El único pero es el final edulcodaro que no pega para nada con el espíritu gamberro del film. Buena: Valoración: 7.0

Esta película parece hecha para agradar de manera indiscreta al público con algún problema. Solo hay que mirar el título de la misma, que parece querer ganarse la confianza de la gente y hacerlas ver que no son solo ellas las desgraciadas, sino que los personajes de esta mierda también lo son, cuando en realidad los actores que los interpretan son famosos y con el sueldo de crear esta infamia se comprarán un par de vestiditos más para cuando la inclasificable academia de las artes y de las ciencias de España (los Goya) los nominen a varios cabezones.

La película empieza flojeando, con una presentación de personajes a la que estamos acostumbrados en España: de manera chabacana y mamporrera, poniéndolos en eviencia más no poder y dejando las carencias de cada cual al aire. Y así no se empieza una película hombre. La historia que viene después se convierte en un "verdades y mentiras" con un "solo supuesto " realismo y cinismo social que encasilla más a los pésimos actores en los melodramones que tanto se gestan en nuestro país. Todavía estoy buscando una buena película que traten estos temas. Todavía sigo.

Hablar del reparto es hablar del bache de Alberto San Juan, que tras un cabezón y una digna actuación en Bajo las estrellas vuelve a las andadas del género que le vio triunfar con el mismo resultado que antaño: desastroso. También es destacar la degradación a la que se ha visto sometida la Verdú, que según parece prefiere hacer películas como ésta a trabajar con gente como Coppola (obviamente es un sarcasmo, no lo prefiere, sino que está necesitada). También podemos contar el enésimo papel basura de ese "actor" muy entre comillas llamado Fernando Tejero, que por actuar ni actúa, porque es así de cafre en la vida real. El resto del reparto menos conocido es el que lo hace más o menos bien, parafraseando una ley de Murhy: quien menos lo merece, triunfa. No hay nada más que añadir en este apartado.

El supuesto humor es una castaña sin gracia, y la moralina que se va acumulando en la propuesta acaba por apestar a descomposición. No hay nada destacable en esta película. Muy mala. No crean lo que les digan: novedosa, de humor inteligente, nunca antes vista una peli así... mentira. He perdido la cuenta sobre la de películas que hay así, y puedo contar con los dedos de una mano las que se merecen el aprobado. Esta no, desde luego.

La mejor película de Scorsese y una de las mejores películas de los 90. El hecho de su grandeza es la perfección al juntar un ritmo trepidante desde el principio del film, con una contundencia en las escenas perfecta, receta que Scorsese volvería a usar en la también excelente Casino y que ha perdido en la más reciente Infiltrados. La historia cuenta varias décadas en dos horas de metraje e impide que ningún pasaje quede un poco desdibujado o fuera de lugar, amén de un excelente montaje.

La revelación de la película es el excelente Ray Liotta, que a pesar de ser el protagonista es opacado por el gran DeNiro y por el acertado (que no excelente) Joe Pesci. También hay que destacar la buenísima actuación de Lorraine Bracco, que más tarde haría la serie de los Soprano en un rol de familia mafiosa también. El director hace acopio de una selección de música excelente y de una fotografía acertadísima que intensifica los colores predominantes de la historia: el rojo y el negro.

El final me parece excelente y la evolución hasta llegar a ese punto también. Es cierto que esta película tiene escenas de alto contenido violento pero la mafia real también es así: sanguinaria y efectiva, por lo tanto creo fuera de lugar ese prejuicio cuando la película adapta en pantalla una visión de un grupo o "familia" de mafiosos. La visión que da Scorsese a las historias de cine negro y mafioso siempre es de mi agrado, ya que los acuna con el estrépito de las luces y el sonido y hace una película ruidosa y efectista, pero siempre con la base real. De nuevo, en Casino multiplicará este efectismo al estar en las Vegas, y queda más chulo todavía que en Uno de los nuestros. Este pequeño detalle no lo han sabido conseguir ningún otro director, ni Coppola ni De Palma, la mezcla perfecta entre contundencia y efectismo ya mencionado.

Excelente film, lleno de violencia, pero sobretodo de sorpresas y entretenimiento, y que muestra el lado más sórdido de la mafia y de las traiciones internas que en ella impera. Intocable trabajo de Martin Scorsese tras las cámaras. Valoración: 9.8

PD: Feliz 2008.