"El desconocido" es una película que bien podría convencer a más de un escéptico del cine español - esa especie que, por desgracia, después de maravillas como "La isla mínima" sigue existiendo. Es un ejemplo claro de cómo nuestro cine no tiene nada que envidiar al mejor cine de acción americano - si no es el dinero. Luis Tosar lleva gran parte del peso de la película sobre sus hombros (¡y cómo lo lleva!). Le acompañan sin embargo Paula del Río que tiene una actuación sobresaliente (ojito con la niña y lo que promete) y un Javier Gutiérrez que no necesita más que su voz para demostrarnos que es una de las grandes joyas de este país.

Estamos ante una película con un planteamiento la mar de interesante, con ocho puntos de vista diferentes sobre un mismo hecho (el intento de asesinato del Presidente de los Estados Unidos), tras la cual sólo puedes preguntarte cómo será el esquema de trama del equipo de guionistas, así como si puede enviártelo para poder contar por lo menos de qué va la película, y pedir las referencias del equipo de Documentación, verdaderos protagonistas de la película. Desde una Plaza Mayor de Salamanca abarrotada de gitanas, árabes y mexicanos con banderas de España hasta una arquitectura más propia de Córdoba (con sonido de guitarras acústicas de fondo, no vaya a ser que España y flamenco puedan caminar separados), los Guardias Civiles (sin tricornio) aparecen en una capital de provincia acompañados de unos policías y unas ambulancias que parecen hasta modernas entre tanto 600 suelto rodando por ese camino que debe suponer una carretera española para los de Hollywood.

Zambrano consigue envolver la dura historia de "La Voz Dormida" en un ambiente perfectamente adaptado a su época que consigue pues calar en el espectador, que llega a sentirse parte de la historia. La excelente labor del director va de la mano con las desgarradoras actuaciones de María León, Inma Cuesta y Marc Clotet, que sorprenden a propios y extraños, metiéndose en la piel de unos personajes profundos y bien trabajados.

Opera prima curiosa para Paco León que desdibuja los límites entre la realidad y la ficción. Un falso (?) documental que, si bien no provoca la gran carcajada, sí mantiene una sonrisa durante sus 70 minutos de peripecias de una familia de la Sevilla profunda, encabezada por la gran Carmina Barrios.

Aunque el contenido resulte algo mácabro y "gore" (como dirían algunos), es innegable que el continente no deja de fascinarnos con increíbles planos largos cargados de tensión y rupturas bruscas de "la cuarta pared" con los que Haneke consigue mantener al espectador en vilo a lo largo de toda la película.