De acuerdo que esta película no pasará a la historia como una obra maestra, ni mucho menos, pero ese toque ácido, bien llevada, y sobretodo, la crítica constante en forma de ironía, la convierten en un film interesante.

El cine europeo, quizás por su sencillez, consigue llegar al espectador menos exigente. Por supuesto, esto es una opinión muy personal.

Como comportarse cuando tenemos visita, pues la película nos da algunas ideas al respecto.

En este filme nos encontramos una de esas películas con giros bruscos en la trama, cosa que la hace interesante y con un ritmo frenético debido a la corta duración del mismo, apenas hora y media.

Está claro que no será recordada como un clásico del cine debido a sus grandes lagunas en el guión y a sus situaciones forzadas, pero consigue distraer y pasar un rato bastante entretenido.

Si te gustó "El caso Slevin", te animo a verla.

Con esta película, el maestro Eastwood recupera toda la esencia de aquellas películas del Oeste que tanto brillaron. Se sigue mostrando como un tipo duro en su género favorito.

El ritmo pausado de la misma, permite una clara radiografía de todos los personajes.

Cabe destacar lo conseguido de las escenas de máxima tensión gracias a una escenografía insuperable.

Gran película la que nos trae Nolan. Es un ejercicio mental que te obliga a llevar el ritmo de la película para no perder el hilo, con este efecto logra cautivar y seducir al espectador.

Mención especial para DiCaprio, en una de sus mejores interpretaciones, realmente nos hace participes de su angustia.

Luego quedan las interpretaciones, otro punto positivo, el debate conlleva una vez vista la misma.

Si la tuviese que definir en una palabra, ésta sería "Cautivadora".

Me parece una película magnífica por muchas cosas, pero lo que me gustaría destacar es, el mérito que tiene Michel Hazanavicius de traernos un film de cine mudo en pleno siglo XXI. Sin decir nada, lo dice todo, y algunas escenas dicen mil cosas sin entonar sonido alguno.

Homenaje al cine mudo, tránsito del mudo al sonoro. La realidad que la mayoría no pudimos vivir en primera persona.