Ambientada en París en 1968, esta deliciosa película narra la manera de vivir ese histórico momento por tres jóvenes amantes del cine. Un magnífico guión, con tintes eróticos, hace que el trío de amantes vaya creciendo a lo largo de la película entre conversaciones sobre sexo y cine hasta llegar a la cúspide en un maravilloso final. Abstenerse todo aquel que se indigne al ver escenas de sexo.

Desde el principio de la película, se adivina lo que va a ir ocurriendo en cada momento. Es otra comedia más de Hollywood cuyo único objetivo es buscar una buena taquilla para llenarse los bolsillos. Las únicas gracias aparecen en el trailer. Lo mejor, por destacar algo, el principio. Muy floja.

La película, dirigida y protagonizada por Clint Eastwood, se ha convertido en una de las mejores de los últimos años. Las actuaciones son maravillosas. El guión, buenísimo. No ha caído en los tópicos de las decenas de películas sobre el mundo del boxeo, colándose entre las grandes del género junto a clásicos como Toro Salvaje. Una película imprescindible de uno de los mejores directores actuales.

Después de ver esta película, nadie que sepa mínimamente de cine podrá decir que el cine español no interesa. Una vez más, Amenábar nos cautiva con una película. En esta ocasión, una historia basada en hechos reales, en las que el director logra arrancarnos tanto lágrimas como carcajadas. Javier Bardem nos deslumbra con su gran actuación (en mi opinión merecedora de Óscar) encarnando a Ramón Sampedro, dotándole de tal credibilidad que, al salir del cine, dudas si es un actor o el propio Ramón contandote su vida. Los demás actores espectaculares, con especial mención a Belén Rueda, una maravillosa sorpresa. Una de las mejores películas modernas. Imprescindible.

Y tu mamá también, La mala educación, Amores perros... Otra gran película a añadir en la incipiente carrera de Gael García Bernal. En esta ocasión se transforma en el Che que, junto a su amigo Alberto Granado, realizan un viaje por toda Sudamérica. Los paisajes son preciosos. El retrato de las diferencias sociales y culturales del continente se ve reflejada de manera espléndida. Si sólo eso ya son suficientes argumentos para obetener una gran película, pues le añades una música maravillosa y unas interpretaciones soberbias de los dos protagonistas, especialmente la de Rodrigo de la Serna, y tienes Diarios de motocicleta. ¿Hace falta decir algo más?