Pues bueno, técnicamente la película es impecable, la dirección una maravilla, la actuación de todos los actores raya la perfección, y tiene algunos puntazos de humor realmente memorables, peeeero...

Esto no es una película con un argumento coherente y lógico. Es una sucesión de cortos a cada cual más esperpéntico, lo que en FA se conoce por el topic de "Película de episodios".

Y como toda película compuesta de episodios, es irregular, con lo que hay partes muy buenas y partes que no son para tanto. De hecho, exceptuando dos relatos (el de la carretera y el de la boda, por supuesto) los finales del resto de las historias son altamente previsibles, y en algunas se echa en falta más mala leche, como es el caso de la historia que protagoniza Darín.

Lo dicho, las partes de la carretera y la boda destacan por encima del resto, consiguiendo crear auténtica atmósfera y buenos personajes además de acabar con finales inesperados, dejando un buen sabor de boca. All you need is love y todo eso que cantaban los Beatles.

El resto de relatos, pues bueno, interesantes.

Ale, un 6.

A través de frases y conversaciones tan lúcidas, cachondas y cínicas como la que da título a esta crítica, QT construye una película bastante comercial, teniendo en cuenta sus anteriores obras, que consigue situarle como uno de los mejores creadores cineastas (y cinéfilos) del siglo XXI, toda ella dividida en varios capítulos como suele ya ser costumbre en su cine, véase Kill Bill, Reservoir Dogs, etc.

En resumidas cuentas, película impresionante, con un principio que ya pone en situación al espectador frente a lo que le espera, un despliegue de acción y diálogos con el diseño de fábrica Tarantiniano.

Pues eso, típica serie que muestra el comportamiento de estas adolescentes pijas, creídas, chulas, prepotentes, etc etc, cuyas mayores preocupaciones son:

"¡Oh no! ¡No me quedan más modelos, tendré que repetir el mismo conjunto este mes!"
"¿Sabes tía? Acabo de encontrarme a un tío requetebueno por la calle, o sea, sabesss..."

Y demás actitudes reprochables, que muy a nuestro pesar, cada vez se encuentran más frecuentemente en esta sociedad actual en la que vivimos.

Y como siempre que publico una crítica de una serie o película de este tipo, recomiendo que no veáis este truño.

Acojonante western futurista post-MTV, que en muchas ocasiones parece un videoclip, dado el gusto de Tarantino por esos zooms que acaban en primeros planos o por cómo se recrea en la cámara lenta en algunas escenas concretas. El caso es que la película posee una banda sonora increíblemente cojonuda, y un desarrollo lineal que hace que por primera vez en su filmografía el bueno de Quentin se centre en contar una única historia.

Así pues, la peli transcurre amenamente, se pasa entre risas y cachondeo, con cierto bajón de ritmo a partir de que entre en escena Di Caprio, aunque en seguida se revitaliza y recupera toda su frescura y encanto original.

Por supuesto, destacar las formidables interpretaciones de Christoph Waltz, merecidísimo su Óscar, y de Di Caprio y Samuel L. Jackson, que hacen unos papelones histriónicos y exagerados, pero que son increíblemente adecuados con el tono del film.

A ver, a ver, lo primero: ¿cómo es posible que ya haya tantas críticas negativas de este pedazo de peliculón?

Las entendería si fuesen escritas por gente a la que no le gusta la saga Bond, por todo eso de la vacuidad, el cinismo, la exageración, etcétera etcétera. Pero maldita sea, es que esta película es James Bond en su salsa, es 007 elevado a la máxima potencia.

Que sí, que hay fantasmadas imposibles de realizar en la vida real, y Daniel Craig parece un superhombre con una puntería perfecta capaz de lograr cualquier proeza sin despeinarse lo más mínimo, amén de poder recibir hostias que tumbarían a un elefante sin que dejen ni un solo moratón en su inmaculado cuerpo.

Pero qué queréis que os diga, con el pedazo de elenco que han reunido esta vez, todas esas nimiedades se pueden pasar por alto, y así conseguir disfrutar de la ACCIÓN, en mayúsculas, y de la atmósfera bondiana que rezuma Spectre por todos sus poros, que consigue que pases las dos horas y media que dura disfrutando como un enano, aguardando impaciente la siguiente escena.

Y hablando de escenas, se nota que hay talento detrás de la cámara cuando lo primero que aparece en la cinta es un cojonudo plano-secuencia. Genial idea, señor Mendes.

En resumen, 007 al servicio de su Majestad el séptimo arte.

Dos menciones en el expoliadero con spoiler.