Un hombre y una mujer piensan en divorciarse de mutuo acuerdo pero cuando la mujer se pone en manos de su abogado cambia la historia. ¿Para que conformarse con una custodia compartida, unos gastos compartidos y una educación compartida cuando se puede tener todo?. De repente, sin comerlo ni beberlo el padre es un maltratador, la simple denuncia sin pruebas ya lo inhabilita para la obtención de la custodia compartida. Además de la orden de alejamiento, por lo que el marido traspasa su pequeña tienda de alimentación por tenerla a menos de 500 metros de su antiguo domicilio (se a ido a vivir con sus padres), la mujer consigue una pensión por violencia de género y el marido le pasa otra pensión aparte. ¡ESO SÍ! La hipoteca del piso del exmarido que compró antes de conocer a su exmujer y donde vive ella con su hijo la sigue pagando él. La mujer decide que el padre de su hijo ya no es su padre y la familia de éste tampoco, el niño ya no tiene abuelos paternos, ni primos, ni tíos..al final el padre se quita la vida.
¡¡NOOOOOO!! PERDÓN, me equivoqué. No es así, eso suele pasar más en la vida real. Aquí vemos un producto al servicio de la moda para ganar aplausos y galardones, una cinta cobarde y oportunista. Existen mujeres que mueren a manos de sus maridos, eso es innegable. Pero también hay maridos que mueren en manos de sus mujeres, otros se quitan la vida cuando pierden todo y siendo incapaces de hacer ningún daño optan por dejar de sufrir, ésto se silencia en los medios (buscad estadísticas oficiales). ¡ESO HUBIERA SIDO UNA PELÍCULA CON COJONES SEÑOR LEGRAND!. Pero nada, monstruo = hombre, mujer = victima.
NOTA: Que conste que soy varón felizmente casado y con un hijo, por desgracia conozco casos como el que cito y muchas experiencias de abogados.