La primera parte me sorprendió para bien, era un thriller bastante interesante donde las cosas se daban más por las circunstancias que por lo que hiciera un personaje, pero eso duró poco.
Lo peor: la segunda parte, es muy predecible, Trevor se vuelve un villano de opereta, se pierde todo el debate moral que tenía Gray.
Lo mejor: la presentación de personajes y todo lo que sucede hasta la primera muerte, está bueno. Y luego, a pesar de que la calidad baja, resulta entretenida, para ver a la tarde o a la noche si no encontras otra cosa, pasa.
Hermosos paisajes.

Lo peor: el director parece que necesitara mostrar todo lo que puede hacer, tanto a nivel planos, como fotografía y audiovisual, para esto servían los videoclips y también los cortometrajes, para que los estudiantes o recién egresados se den el gusto de jugar con la cámara y los efectos. No sé si la dupla que filmó esta no lo hizo o sí y se quedó con ganas de más, pero pierde un montón de tiempo con eso y otras con ejercicios de género en vez de contar una puta historia. También cuando se ponen a bajar línea progre, pretenciosa, todo ese rato dedicado al cacique indígena.
Lo mejor: las veces que se acuerda de contar algo, tiene su encanto. El personaje del cura es muy carismático, lejos lo más rescatable de la película.

Esta me gustó más.
Interesante como mientras que en Estados Unidos los noir estaban prácticamente muerto, en Alemania nacían los krimi, que tomaban toda la estética del noir y muchas de sus situaciones, pero las reformulaban con un poco más de violencia.
Lo peor: como a La banda de la rana, le sobran subtramas, personajes, lo que la vuelve confusa, todo se cierra de forma precipitada.
Lo mejor: la historia es interesante, dentro de lo que se puede entender. La estética irreprochable, buenos planos, fotografía, etc. Super elegante todo, mucho clasicismo.
Thalia es un muy buen personaje, lleno de capas, audaz, irónica, traviesa.

Así que con esta se inauguran una serie de películas que supuestamente inspiraron en parte al giallo. Por lo menos a esta le veo más similitudes con lo que luego sería la saga Bond que con los giallos.
Lo peor: demasiadas subtramas que después van cerrando a los tumbos, todo queda bastante confuso. Los cadáveres se van apiñando. Tienen un montón de personajes, la mayoría insulsos, a todos les quiere dar un sentido, se valora la intención, pero en la mayoría de los casos son clichés.
Las escenas de peleas están mal coreografiadas.
El disfraz de rana del villano es una pelotudez que provoca humor involuntario.
Lo mejor: es parte de esas películas de transición entre finales de los 50 y principios de los 50 que iban abandonando la narrativa clásica por una moderna peor de a poco, acá se nota, más sexo y sobre todo violencia, la cual es muy explicita para la época, pero manteniendo en parte el toque clásico.

No puedo ser objetivo, quizás sobrevalore la película, pero es que para mí es el tipo de cine que se tiene que imponer. Dejar los dramas sórdidos y tremebundos o las comedias idiotas y superficiales. Esta es un retrato realista de jóvenes gays de una ciudad grande del primer mundo.
Lo peor: al principio la parte cómica puede ser un poquito forzada, aunque es graciosa, pero hasta que encuentra su rumbo, anda un poco como Antonio, sin definirse, o por ahí fue algo buscado para transmitir eso.
Lo mejor: es fresca, ligera, en el buen sentido. Realista, ágil. Amena.
Que retrate a los gays como lo que somos diferente a los heterosexuales sin que eso signifique ser mejores ni peores, solo distintos.
Que Antonio aprenda a ser independiente, como su cambio va siendo gradual, con altos y bajos.
Orsola es un muy buen personaje, a ojos de la generación cristal sería una profesora tóxica, porque es exigente y estricta, y si bien a Antonio le cae mal, la historia no la retrata como mala, ni equivocada, porque está bien que crea que sus alumnos pueden hacerlo mejor.