'La playa' es bastante insustancial. Va del egoismo extremo de unos jóvenes que montan su propia sociedad, al estilo de una comuna hippy, en una isla perdida de Tailandia. Mantener en secreto la ubicación de la isla es la prioridad máxima para todos ellos, de manera que nada altere la vida superchachi que se han montado. Pero en la obsesión por mantener este secreto, hacen verdaderas atrocidades.

Por lo demás, las actuaciones carecen de fuerza y dramatismo. DiCaprio, pese a ser un gran actor, no consigue que su papel cale y sea creíble. El desenlace, además, es tremendamente simplista.

Lo más impresionante de esta película son los paisajes, que además he disfrutado en 3D.

A Annaud le gusta contar las cosas a cámara lenta, y eso está muy bien al principio, durante la introducción de la historia, pero llega un momento en que esa lentitud aburre.

Tampoco me ha gustado que a los lobos les dé una inteligencia sobrenatural. Vale que estos animales son listos, pero desde luego no tanto como para idear las estrategias que se muestran aquí. Y es cierto que pueden llegar a formar manadas de hasta 20 individuos, pero en casos excepcionales de abundancia de comida. Normalmente las manadas son de 8 individuos.

La última parte de la película rompe con el ritmo intimista que se ha llevado, lo cual resulta un poco chocante. El mensaje ecológico está demasiado recargado y mitificado, y estaba muy bien para los 90, pero ahora esa intensidad es innecesaria en una producción del 2015.

Estas 'Rutas de violencia' parecen muy inspiradas en 'Salvaje', la peli protagonizada por Marlon Brando, con la diferencia de que estos motoristas son más kinkis, pero, a su vez, parecen menos peligrosos. No se parecen mucho al estereotipo de motero de banda que tenemos ahora. Hay uno gay, otro que viste como un pistolero del salvaje oeste, otro musulmán, otro con corbata y lleno de chapas,... Vamos, que más que moteros parecen los Village People.

Para amenizar la velada, meten una subtrama de una señora que quiere ser madre soltera, y a la que su amante pretende persuadir para que aborte. A finales de los 60 se ve que esto era un tema peliagudo. Los moteros los raptan, queriendo violar a la mujer. El momento álgido es cuando uno de los moteros abre una cerveza lanzando espuma, pareciendo que eyacula sobre la señora. Es una escena digna de Torrente.

La peli es tan mala, que hacen carreras de motos por parejas en la playa, y los participantes salen a destiempo en todas las carreras.

Resulta gracioso ver a Jack Nicholson haciendo de motero en pijama con el culo sucio, en uno de sus primeros papeles.

La película tiene una gran carga de moralina y una acción muy pobre. El único valor que le doy es que forma parte de esas pelis de los 70 que querían romper con el encorsetado cine clásico de la época dorada de Hollywood, casi siempre con historias de bandalismo y violencia gratuita. A quien dude si verla o no, le recomiendo que coja otra ruta diferente.

En esta comedia romántica, Joseph Gordon-Levitt hace de aburrido oficinista en una empresa de tarjetas de felicitación, que se enamora de la chica nueva, Zooey Deschanel, que hace de chica cariñosa y pizpireta. Ella le deja claro desde el principio que son "follamigos", que no quiere una relación seria, pero él está enamorado hasta las trancas. Pero llega un momento en que él exige algo más.

Me ha parecido una historia triste, dirigida a ese típico de público sufridor femenino al que le gusta llorar con las comedias románticas. Especialmente doloroso es cuando el chico abre los ojos y empieza recordar momentos que él consideraba románticos, y se da cuenta de los pequeños detalles, y que estaba cegado.

Peli basada en la autobiografía de Eleuterio Sánchez, alias 'el Lute', mito viviente de la transición, sobre todo por haberse fugado varias veces de prisión en tiempos de la dictadura y haberse convertido en una estrella mediática gracias a la publicidad que le hizo el régimen en sus diferentes huídas y capturas. Este señor, que llego a la edad adulta siendo analfabeto, consiguió titularse como abogado laboralista, hecho que le dio aún más fama y renombre.

Tampoco había que ser muy especial para convertirse en mito en la transición. Bastaba con salir en la tele, en el único canal que existía. Delincuentes habituales como el Vaquilla, el Torete, y similares, tuvieron su época de gloria.

La peli narra la primera parte de su vida, de cuando vivía yendo de pueblo en pueblo vendiendo hojalata y practicando pequeños hurtos, generalmente de animales de los corrales. Tras cometer un robo en una joyería, es encarcelado por primera vez.

Es una película muy buena, que refleja perfectamente la vida del estamento social más bajo en tiempos del franquismo, y de lo que era el aparato represor del sistema. Tanto Imanol Arias como Victoria Abril bordan sus papeles. Vicente Aranda hizo un gran trabajo. La prueba está en que estoy deseando ver la segunda parte, a pesar de que ya conozco la vida del personaje.