Lo primero que te viene a la cabeza al ver esta serie es "¿de verdad este es Indy?. No te la puedes creer en ningún momento, es aburrida y ¡el casting de la serie es el peor de la historia!, no se puede fallar más, nos presentan a nuestro querido Indy en tres etapas de su vida: niño, pollastre y viejuno; a cada cual peor.

El niño es un infante rubio con peinado de principito que te dan ganas de mandarle a la mierda desde un principio, repelente y sabelotodo, inoportuna con sus chorradas al pobre Sigmund Freud.
El pollastre es un tipo con cada de alelado y una mirada tan blandita que parece a punto de llorar en todas sus escenas, no podían haber elegido a un actor que se pareciese menos a Harrison Ford.
Vale, River Phoenix tampoco se parecía, pero al menos imitaba su pose canalla, este Sean Patrick en ningún momento lo intenta.
El viejuno es una burla, gordo, tuerto y cascarrabias es como si nos dijesen "mirad, así de mal acaban los héroes, chavales", lo cual no es lógico, pues vemos que su padre (Sean Connery) envejeció bastante bien.

Sin duda la serie está hecha por gente que odia a muerte al personaje, pero esta pandilla de amargados no podrá con Indy.
Para colmo, la serie tiene uno de los recursos que más odio: el corta-pega de otras películas, cortan escenas de otras producciones y las meten de tapadillo esperando que no se note.

Sin duda Disney está en su hora más oscura: traición, desprecio por los clásicos, polémicas estériles, fracasos de taquilla, perdida de magia, directivos siniestros, autocensura, wokismo...
Pero quien tuvo retuvo y aun queda esperanza, creo que ese es el mensaje de este corto...tan corto, creo que todos nos hemos quedado con ganas de más.
Sin duda el momentazo no es la canción, es el momento intimo de Mickey con su creador, ese momento emociona más que todas las películas juntas estrenadas desde Zootropolis, para mi, el último clásico.

Parece que a Seth MacFarlane ya no le basta con hacer reír chupando rueda de Matt Groening.

Ahora al bueno de Seth le han fichado para que predique las bondades de la globalización por medio de una copia (él lo llama un homenaje) de la serie clásica Star Trek.

Es una serie mucho más perversa de lo que el ingenuo episodio piloto deja ver.

¿Os acordáis de lo que dijeron en el foro de Davos? "El el futuro no tendrás nada y seras feliz", pues esto es precisamente lo que predica esta serie tan zafia y manipuladora: en el futuro el dinero ha sido prohibido, nadie tiene nada y todo parece maravilloso, es lo que nos quieren hacer creer.

Se presenta además como una serie repugnantemente racista, los humanos liberales y con un gobierno planetario (seguramente en Washington) son presentados como los buenos de la galaxia, los que deben dar lecciones de relativismo a todos los extranjeros. Esta serie no habla del futuro, habla del presente.

A diferencia de los que la dan un 10 yo no veo en ella ni rastro de gracia ni originalidad, es un producto diseñado por la globalización de Hollywood que propone un futuro donde yo no quiero vivir, gracias.

Badham es uno de esos directores que no son "divos" pero que todo lo que hacen, lo hacen bien.
Esta peli me gusta mucho: es diferente, los dos policías son gente normal, creible, no los típicos super-polis. La chica que huye no es la típica histérica de otras películas, sino una mujer con dos buenos ovarios.
En definitiva, acción y comedia muy agradable y original.

Ya sé que las comparaciones son odiosas, pero cuando esta peli se estrenó recuerdo perfectamente a todos los "progres" aplaudiendo con las orejas a este nuevo agente gringo, comparándole con el denostado dinosaurio retrograda de James Bond.

Así que voy a comparar esta primera cinta de la saga de Jason Bourne con la primera cinta de la saga 007, "Doctor No".

Para empezar diré simplemente que en "Doctor No" 007 se liga a una diosa rubia de armas tomar, con bikini blanco y cuchillo en la cadera... Jason Bourne, en cambio, se liga a una perro-flauta alemana sin sangre en las venas, mal empezamos, y debo seguir en la zona spoiler...