Uno suele confiar en los documentales y en la gente que los realizó, uno tiende a creer lo que se nos cuenta, confiamos en que el director, los productores e investigadores hicieron su trabajo y que lo mostrado en pantalla es verídico o al menos la versión mas creíble.

Pero no, existe un largo historial de documentales que manipularon la información, las imágenes mostradas, los escenarios, los testimonios de los entrevistados o derechamente mintieron y falsearon los hechos, y a esa última categoría pertenece Expelled: No Intelligence Allowed.

De partida entrevistaron a conocidos científicos ateos, para establecer una generalización de los científicos pro-evolución como “malvados ateos que solo buscan destruir la fe de la gente”, sin exagerar. Científicos a quienes se les mintió respecto al nombre del documental y su finalidad, ellos pensaron que era un documental científico serio.

Y luego sin asco alguno establecen una relación entre el nazismo, el holocausto y la evolución, presentando a los nazis y su locura como producto de la teoría de la evolución, aplicando la lógica de “la supremacía del más fuerte” a sus niveles más extremos.

Lo cual es una total y absoluta basura, partamos explicando que en la evolución no existe la “ley del más fuerte”, sino que los mejores adaptados son los que sobreviven, y eso no tiene nada que ver con la fuerza física. También que El Origen de las especies fue uno de los muchos libros prohibidos por los nazis, también está el pequeño hecho que el registro fósil indica que el ser humano surgió en África, y por lo tanto los primeros humanos reales eran, no específicamente negros, pero sí de tez oscura (también está el hecho de que el antisemitismo, odio al judío por su raza, es una derivación del antijudaismo, odio al judío por su religión, muy común entre la iglesias cristianas a lo largo de 2000 años, pero eso es tema aparte.)

Todo lo demás es lo usual en cuanto a tácticas creacionistas: una total ignorancia sobre la teoría de la evolución y sobre sus procesos y conceptos presentándola como una estratagema para destruir a Dios, ignorando -¿deliberadamente?- el que hay iglesias cristianas y católicas que aceptan sin problemas el hecho de la evolución, porque no interpretan literalmente la Biblia, etc.

Mediocre película, con algunos chistes buenos pero no en número suficiente para hacerla una buena comedia, incluso no abraza del todo el absurdo que requiere una historia como esta, que, recordemos, trata sobre tomates asesinos inteligentes. El mejor chiste quizás sea cuando rompen la cuarta pared y reconocen que se les acabo el presupuesto y deben conseguir dinero como sea, así que deciden hacer publicidad a un montón de productos con nula sutileza… es mejor como aparece en la película a como lo cuento yo.

Lo otro que llama la atención es ver a un jovencísimo George Clooney, mucho antes de convertirse en Batman en la peor película de Barman, tan joven que tiene el pelo negrísimo, sin ninguna hebra blanca, curioso verlo aquí, aunque no tanto, el propio DiCaprio tuvo su debut fílmico en Critters III. Ah, y también esta John Astin, el recordado Gómez Addams.

Simpática serie de aventuras y ciencia ficción, que me recuerda un poco a aquella novela de Julio Verne en el sentido de que un grupo de niños y adolescentes naufragan en una isla –en este caso planeta- y tienen que arreglárselas solos sin adulto alguno. Los personajes son simpáticos, en general, y en particular el más simpático es Adam –o Atrium Gyet si desean complicarse la vida- el extraterrestre de pelo azul -¿o lila?- y piel gris-, y no demasiado estereotipados. A pesar de ser una serie infantil sin elementos escabrosos o trágicos –no es el señor de las moscas- hay varios momentos dramáticos en la historia e incluso muertes, y varios misterios relacionados con el planeta en el que están varados y sus, posiblemente, antiguos ocupantes.

De Batman, con un humor mas loco y frenético que el que se veía en los aventureros del aire o en patoaventuras, de donde salió el personaje del piloto que siempre se estrellaba y aun así nunca perdía la licencia. Más que recomendable.

Dividido en dos partes, una era en animación stop-motion, no era muy buena, y sinceramente me daba miedo, no demasiado, pero la animación era bastante fea y aunque corto, esa sección no era divertida ni nada, completamente olvidable (salvo por el miedo que daba). luego estaba la parte en animación tradicional, a papel, pincel y lápiz, esta tenia historias algo mas entretenidas, pasables para un niño menor de 10 años, y sinceramente es toco lo que me acuerdo de esas historias, en general una serie apta para niños -a los que no los aterroricen los muñecos de plastilina con vida propia- pero blandita, poco ambiciosa y olvidable.