Tengo la imagen de haber visto está película antes, o al menos haber visto 100 o 200 películas como está. “Perdiendo el norte” es la replica de cientos de comedias livianas gringas.

Como toda comedia liviana, es rápida de ver, la película resulta ágil y dinámica. De vez en cuando saca una carcajada y probablemente en una semana más ni me acordaré de su existencia (la de la película) porque nacen para la intrascendencia.

Para que una de estás películas logren trascender, necesitas cuotas de genialidad, una chispa en el guion que “Perdiendo el norte” definitivamente carece.

Siempre me cuestiono porque este tipo de películas se hacen para el cine, la verdad es un producto más propio de la televisión (queda perfecta para un sketch de televisión) que del cine.

Yon González y Blanca Suárez repiten la famosa pareja de enamorados de “El Internado”, pero esta vez sin mayor química ni convicción, parece más una estrategia de marketing que algo más.

Parto mi comentario señalado que no soy un fan de Almodóvar, para dejar clara la referencia del comentario.

Para muchos de la crítica, sobretodo para los más adeptos al filmografía de Almodóvar, "Julieta” no clasifica entre las mejores películas del director. Para mi esto se refiere a que "Julieta” es una película más convencional a muchas de las de Almodóvar, pero en ni un caso la encuentro de las menos destacadas, es más, sin ser la mejor (para mi “Átame” sigue siendo la más mágica), ni tampoco una película brillante, la pongo entre las mejores del director (que como he señalado no es de mis favoritos).

"Julieta” es una película contenida, controlada, que muestra un director más maduro y menos osado. Es una película más convencional que el Almodóvar de los 80. Mucho más. La película es un melodrama de buena factura, pero en ni un caso excepcional. Le falta emocionar, transmitir más, le falta algo de magia y encanto.

¿Donde está Elisa? es el mejor trabajo de Pablo Illanes. Sin ser brillante, es sin duda una buena telenovela. La mejor de la saga de telenovelas nocturnas de TVN del tipo no comedias (Alguién te mira, El señor de la Querencia y El laberinto de Alicia).

Ocupa la misma estrategía de las 3 de misterio (Alguién te mira, El laberinto de Alicia y ¿Donde está Elisa?), donde se cierran los posibles responsables rápidamente al circulo de protagonistas, la primera parte se trata de buscar al responsable, en la mitad se le devela al público el responsable y la segunda parte se trata de seguir al criminal hasta arrinconarlo.

¿Donde está Elisa? tiene puntos debiles, sin duda la actuación de Francisco Melo (Raimundo Dominguez) no da el ancho, siendo que es el personaje en el cual se sostiene la trama. El personaje de Álvaro Rudolphy (Comisario Rivas) no está bien desarrollado. El personaje de la Fiscal Catañeda es simplemente absurdo y hay otro grupo de personjes que son simplemente arroz graneado: el prefecto Salazar, Briceño y Pamela Portugal. No se profundiza en ellos, sólo se les da un rol, sin tener desarrollo de personaje, muy poco para una telenovela de más de 100 capitulos.

A eso sumenle elementos simplemente demás: los poderes paranormales de la menor de las niñas Domingues y su madre (ojala hubiesen buscado una forma más creible de cerrar el caso), la capacidad heroica de el Comisario Rivas (el personaje va desde un rotundo idiota fánatico cuando lo marginan del caso a un super heroe super poderoso para cerrar la telenovela, por qué no mejor sostenerlo en algo más consistente), incluso no era necesario su pasado traumatico, creo que está demás. Y bueno, para que hablar de los constantes arrebatos estupidos de Raimundo Dominguez (se supone que es un tipo inteligente, pero el 90% de la serie lo dejan como un real idiota, cuya prepotencia, más que prepotencia suena a estupidez). Las actuaciones de los niños no son malas, son horribles.

¿Lo destacable?: las historias se plantean desde el principio, no se van sucediendo historias de bajo del sombrero, sino que son las mismas historias (nudos dramaticos) que deben resolverse. Y se sustentan bien. Las actuaciones de los villanos Francisco Reyes y Paola Volpato, sostienen la telenovela. Sin ser brillantes, son muy rescatables, sobretodo pensando en el genero.

Cuesta darle créditos a un guion tan flojo y poco creíble. La situación que origina los acontecimientos es absurda de por sí (Paula, por orgullo y razones que rallan en lo absurdo, le dice a Rodolfo que prefiere casarse con un mendigo que, con él, y está decidida en llegar hasta el final y así aparece en su vida Nicolas, ¿Cuánto más lógico es decir no quiero casarme contigo que inventar semejante patraña?). Más absurdo se puede tornar semejante situación ridícula cuando esta filmada con poco encanto, malas actuaciones y poca gracia.
Eso es Jaque Mate, un sin número de situaciones absurdas que se superponen sin mayor gracia. Muchas veces hay telenovelas que cuentan historias absurdas, pero suelen hacerlo con gracia y encanto. Aquí no hay nada de eso.

Las actuaciones son simplemente para el olvido. Mauricio Pesutic con un villano indigno, un personaje simplemente para el olvido, una actuación que ni el mismo se cree lo que esta haciendo. Felipe Camiroaga.esta más tieso que momia. Luis Gnecco por favor sáquenlo de pantalla, insoportable.Ana María Gazmuri por suerte su personaje se fue en la mitad, nuevamente la actirz nos regala un papel para el olvido. Y del resto, nadie destaca mucho, todos del montón para abajo. Quizás lo más destacable dentro de tanta mediocridad es Paulina Urrutia, con su tierna encarnación de Paula Quesney.

“El tío” es un ejercicio interesante y muy novedoso. Personajes haciendo de sí mismos, que Ignacio Santa Cruz efectivamente sea sobrino de Jaime Guzmán, actúe como tal es sin duda una idea muy llamativa.
Los problemas parten porque Ignacio Santa Cruz en sí mismo no es un personaje interesante, entonces su actuación de sí mismo (que suponemos que es buena, porque quién mejor para representar a Ignacio Santa Cruz que el mismo Ignacio Santa Cruz), no resulta interesante, porque el personaje en sí no resulta interesante.
Quiere hablar de su tío, es un hecho que está atormentado por él, pero resulta que nunca se entiende que quiere lograr, ¿hablar de él para qué?, nunca queda claro, porque es evidente que ni él lo tiene claro, es como que quisiera hacer ver que es su sobrino sólo para que le mundo sepa que es su sobrino. No sabe que pensar de su tío, casi como si no tuviese opinión sobre él.
El resto de las actuaciones son curiosas, porque los personajes en la obra son interesantes, con diálogos regulares para arriba (no logran entrar en profundidad el pensamiento de Guzmán, pero tampoco lo caricaturizan del todo), pero como si mismos son diálogos que rozan la ignorancia. Esta bien que cuando las escenas son los actores haciendo de si mismos en conversaciones cotidianas las conversaciones que se deben reflejar deben ser informales, pero la informalidad no necesariamente debe estar acompañada de la superficialidad. En todo caso eso es un fiel reflejo de la sociedad, que analiza más desde las caricaturas que desde una reflexión informada. Considero que Andrea Freund tiene el personaje mejor representado y más interesante del elenco.
Si bien, “El tío” resulta una película irregular, llena de deficiencias, yo recomiendo verla, como un ejercicio novedoso e interesante.