Importante película. ¿Por qué comparar con la anterior? ¿Qué quiere decir remake? En literatura, todos los que han hecho una Fedra, por ejemplo, ¿hacían remakes?
Las obras se juzgan por lo que son, no por los antecedentes.
Dicho eso, buena película, con una drama concreto, contado con sencillez, interpretado de manera magistral por Tobey Maguire, y casi al mismo nivel por Gyllenhall y la Portman.
Claramente hay un mensaje antibelicista, pero en lugar de hacerlo muy evidente lo deja entender en los hechos, en las reacciones.
Un final, en cierto modo, abierto y, en este caso, muy realista. Se diría que con la escena final empezaría una nueva película. Porque no va a ser fácil para nadie la evolución del capitán de marines, lastrado quizá para siempre por lo que tuvo que hacer en Afganistán.

Es un road movie de fondo familiar y trágico, con un abuelo que, al morir, deja unas curiosas y complejas instrucciones para repartir las cenizas.
Ya, de por sí, esto es inverosímil. Como lo es que el hijo (Christopher Walken) esté prácticamente sin riñones que funcionen y sin embargo, hasta que la diña, se mueve bastante bien.
Pero pese a todo esto la idea de las complejas relaciones de hombres de cuatro generaciones, con un Josh Lucas muy creíble y un nietecillo vivaracho y listo da un no sé de emoción a la película, que te arrastra a ver qué pasa al final.
Rodada con poco dinero, pero con buenos actores, es uno de esos productos que no llaman la atención (por la mayoría de la gente quiere superproducciones) pero que, a quienes aman la sencillez, convence.

Olvidemos que es una película de Polanski (porque, oh, es Polanski) y veamos la película en sí.
Oficio se nota, sin duda. Ambiente frío, gris, excelente fotografía. Impresionante música.
Los actores bien... si la historia diera más de sí.
Pero la historia es un tópico como la copa de un pino y no hay ni un momento de verdadera emoción. Viéndola me daban igual todos: si matan a este o a aquel o al apuntador.
Pero vayamos con Polanski: esto de querer dar un mensaje (siempre el mismo) en todo ya cansa.
¡Qué mala es la CIA! Pues sí... Y tantas cosas más.
No hay verdadero cine, verdadero arte, sin emoción, sin profundidad humana. Y aquí de eso nada.
Como tiene mucho oficio, la película es interesante. Pero poco más.

Puede que existiera un "Ejército Psíquico" del estilo del que trata la película. Pero el que nos presenta es completamente inverosímil, falso y, en arte, también lo inverosímil debe ser verosímil.
Eso es lo esencial: el guión no sabe dar verosimilitud y todo degenera en consecuencia.
Sin duda las actuaciones de Clooney y McGregor son a veces creíbles (es lo mejor de la película), pero las de Spacey y sobre todo la de Bridges son deleznables, inauténticas, ridículas en definitiva, pero de un ridículo que no hace reír.
Hay algún chiste bueno, como lo de ¡Ah, sí, el silencio de las cabras!", pero poco más.
Esta es una de esas películas en las que me pregunto por qué el productor, al ver el desarrollo del argumento y el guión, no dijo: "Esto está aún muy crudo. Dale una vuelta más".

Típica película ochentera, con unos casi cuarentones comportándose como adolescentes más o menos salidos. Como algunos han dicho aquí, queda muy antigua, es decir, lo contrario a una obra de arte que es intemporal y gusta a varias generaciones. Es lo que pasa con las canciones que suenan, que siguen válidas y es lo mejor de la película.
Actores y actrices famosos pero con un guión de diálogos de psicología barata. Además, no se dan las informaciones suficientes para saber quién es quién y con quién estuvo liado o casado cada uno o cada una. Así que poco después del funeral del amigo común, todo se resuelve en dos folleteos, uno por compromiso.
Que fuera nominada a varios Oscar no dice mucho, porque la Academia funciona mucho por modas.