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Críticas de ESPILBERDO
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Críticas 65
Críticas ordenadas por utilidad
5
19 de abril de 2010
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Qué curioso curiosísimo! La verdad es que decepción es una palabra tan fea que no me gusta usarla muy a menudo, así que la sustituiré porque en realidad la nueva revisión de Burton no deja mal sabor de boca del todo. Todo depende de lo que uno se espere. Yo personalmente pienso, debido a lo que me ha enseñado la experiencia, que la que se ha cargado en parte la adaptación ha sido la relamida y ñoña producción de la Disney. Como Mickey tiene que meter las orejas en todas partes, y pintarlo todo de rosa, pues le ha añadido un color innecesario al país de las maravillas. Innecesario porque ya lo hizo en su día unas décadas atrás, e incluso la animada versión me sigue pareciendo más oscura y perversa que esta última.

El clásico literario de Carroll posee tanta riqueza simbolista que es una pena que se haya omitido aquí (ya se sabe, el rollo del conejo, la madriguera y la oruga que fuma opio) y es que Burton ha optado más por la vía fácil de ganar pasta a mansalva con la simple estrategia de aderezar una simplona aventura fantástica con sus toques de diseño estrafalario. Y hala, a vender. No se aprecia ningún esfuerzo por trasladar todos esos juegos de lógica matemática del libro, o esas reflexiones sobre el nihilismo y el absurdo. Es más, ni siquiera la cámara se recrea en el misterio de descubrir las maravillas del submundo, porque Alicia llega allí de repente, y todo sucede demasiado rápido: todos los personajes se presentan de una forma atropellada y la acción te agota. Y cuando se produce el ansiado encuentro a la hora del té, la película pega un súbito frenazo para darle cuerda a la historia del sombrerero (una versión travesti de Jack Sparrow). Vamos, todo muy irregular.

Lo mejor es, sin duda, lo que la trama parece empeñarse en desdeñar: el maravilloso y volátil gato sonriente y la hiperactiva liebre de marzo. Anne Hathaway está risible en su intento de retratar a una alta dama británica que parece haberse quedado algo gilipollas. Será la buena de la película, pero para mí que le va la necrofagia a tope con todos esos brebajes asquerosos que prepara. Casi me cae mejor la Reina Roja, cuyo complejo de cabezona incomprendida explica más sus sádicas actitudes.

He aquí una película entretenida, pero poco trascendente. Un auténtico galimatazo.
ESPILBERDO
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6
2 de junio de 2009
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sí, es muy cierto que la última de José Luis Cuerda cae en demasiados clichés sobre los típicos personajes de un retablo de posguerra: está el cura malvado, la viuda doliente, el rojo intelectual y aguerrido, y el niño víctima. Pero esta película habla de algo mucho más importante: el sexo. Es la represión sexual la que se denuncia por encima de todas otras aberraciones franquistas. Y la que provoca ese desenlace explosivo que, después de tanta contención, se veía venir. Porque ya se sabe que retener tu más íntima naturaleza no te hace más fuerte, al final acabas reventando y te lo llevas todo por delante.

Es ésta una película muy lineal cuyo único momento interesante (y más efectivo precisamente por su disonancia) es ese final desgarrado. Rezuma desequilibrio en la técnica y en las reacciones sentimentales de algunos personajes. Cuerda vuelve a insistir en una fórmula manida pero bien llevada con su habitual porte y corrección: avanzar progresiva y lentamente en el drama, exhibir las relaciones entre personajes opuestos pero obligados a respetarse (o quererse) por imposición y desembocar con un golpe de efecto que nos abra la boca con algo más que no sean bostezos.

E insisto en que lo novedoso e inquietante de "los girasoles ciegos" es el desarrollo y lucha sexual de ese, digan lo que digan, sobresaliente Raúl Arévalo, llenando de matices a un personaje tan asqueroso y repulsivo que pocos querrían interpretar. Me convence mucho menos Verdú quien podría haber trabajado algo más su acento gallego. Y de Cámara, sólo diré que el zulo en el que se escondía mi abuelo (en aquella ocasión de los republicanos, que también hicieron unas cuantas redadas sangrientas) era mucho menos confortable: ni cama, ni libros, ni jofaina, ni palangana. Soledad y miedo, nada más.
ESPILBERDO
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9
4 de abril de 2009
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Pesadilla antes de navidad" es, ante todo, una compleja y sobresaliente labor de artesanía cinematográfica. Un trabajo agotador, costoso y tradicional, sin trucos ni engaños, todo sustentado en la voluntad de cientos de miles amantes del cine que abandonaron durante años sus vidas privadas para volcarse de lleno en una historia con marionetas. Por eso muy poco personal artísitico se dedica actualmente a rodar con esta técnica. Ni siquiera en 1993 esta producción tenía muchos antecedentes, salvo algunos experimentos en corto o algunas escenas de películas del propio Burton (en Bitelchús ya se notaba que le tenía ganas al tema). Y de hecho muy poquitas siguieron su estela y mucho menos repitieron su éxito y trascendencia (sólo destacaría "James y el melocotón gigante" del mismo Selick y mucho más tarde "La novia cadáver" con Burton de mandamás).
Curiosamente, es la película que más condensa toda la tenebrosidad y filosofía del mundo Burton, a pesar de no haberla dirigido él. El contraste entre lo oscuro y lo espléndido, la muerte y la vida (Halloween y Navidad) es una constante en sus fábulas, y toda la trama se reduce a ello: la tentativa de intrusión de los monstruos y fantasmas en la luminosa realidad y la concluyente imposibilidad de ello. Adornando toda esta atmósfera de hedor a muerte con canciones simpáticas y pegadizas y utilizando la magia de la animación se consigue el más fantástico efecto: un cuento terrorífico para toda la familia.
La influencia de esta película quince años después ha aumentado gracias a la ola gótico-adolescente que barre absolutamente con todo su merchandising; he visto el rostro cadavérico de Jack en más bolsos que dvds y este síntoma me entristece, porque muchos de los que orgullosamente lo exponen en sus camisetas ni siquiera han visto la película, o al menos no entera. Aun así, me parece una obra de obligado visionado para pasar un buen rato, disfrutar con un musical atípico (me encanta cómo Burton se carga la Navidad y joroba a Papá Noel, quientaesencia de la falsa moral americana) sin necesidad de querer convertirse en emo porque mola mucho y así van mis amigos. Y atención al final: de los más hermosos que he visto en mi vida.
ESPILBERDO
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3
18 de julio de 2011
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los títulos de crédito de Bad Teacher ya adelantan, con sus imágenes antiguas y entrañables sobre profes y alumnos, que la película va a ensañarse salvajemente con el sistema educativo estadounidense, sangrando una institución que pocas veces ha sido criticada en el cine. Evidentemente que tiene fallos e incluso sucesos y tragedias históricas que podrían utilizarse en su contra para realizar una comedia ácida (si me apuras, hasta negra) sobre ella. Pero en cuanto surge el primer chiste homófobo en esa reunión de profesores ñoña y surrealista nos damos cuenta de que no vamos a ver "Elephant" precisamente. Ni siquiera algo parecido a "Mentes peligrosas" (homenajeada por Kasdan gracias al popular tema de Coolio ilustrando una secuencia). La última de Cameron Diaz se mueve entre la caricatura, la comedia fácil de situación y el surrealismo pero no llega a instalarse en ninguno de los tres géneros, confundiendo a un espectador que exija y busque algo más que tópicos y espolvoreados toques de humor a lo caca-culo-pedo-pis.

Cuando uno digamos que se acostumbra a la irregularidad cansina del argumento intenta empatizar con el personaje principal. Pero por más que la cámara se empeña en que miremos los operados encantos de Diaz de arriba abajo, terminas por darte cuenta de que es una tia odiosa y de lo mucho que desearias que la película terminase con ella colgando de una horca y lapidada a manzanazos. También echas en falta algo de coherencia: ya sabemos que muy probablemente el sistema de oposiciones allí será muy distinto al nuestro, pero no hay forma de explicarse cómo semejante tordo puede aprobar todo lo imprescindible para ejercer su cargo y encima encontrar un buen trabajo. Creo sinceramente que es la única peli de Cameron donde no me ha parecido nada simpática.

Lo único quizá digno de aplauso en Bad Teacher sean sus secundarios. La señorita Ardilla tiene su punto, Jason Segel está bastante correcto y su compañera la gorda regala algunos de los mejores momentos. A Timberlake no le va nada el papel, pero las gafas le quedan bien. En resumen: una comedia de risa floja.
ESPILBERDO
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9
6 de mayo de 2009
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es este, a todos los efectos, el arquetipo de romance a lo Tarantino. Incluso supera las historias de amor (sexo no, que el tito Quentin será muy bestia pero en sus guiones no hay sólamente eso) que estaban por llegar, como la de Uma y John en Pulp Fiction, o como la de Uma y Carradine en Kill Bill. Porque Clarence y Alabama viven esa pasión arrebatada y acelerada de la primera vez. Ella, prostituta que ansía su libertad. Él, simpático y dicharachero friki-cómic con una gran necesidad afectiva. Dos elementos que, unidos, tienen por fuerza que reventar.

Y todo revienta con una trama de drogas y sangre que se superpone, accidentalmente, al destino de su eterno amor. Quentin Tarantino escribió un guión que perfectamente pudiera haber dirigido él (en lo sucesivo siempre lo haría con sus propios libretos) pero que, desafortunadamente, cayó en manos de Tony Scott. El hermanito de Ridley firma gracias a Tarantino su mejor película, siempre que me perdonen los idólatras de Top Gun. Una historia de enredo sangriento con sus grandes momentos de comedia de situación, pero todo untado con la mejor marca Tarantino: Sonni Chiba y Elvis Presley, Cadillacs, tiros, lánguidos diálogos, habitaciones destrozadas, canciones memorables y un reparto que más de uno lo quisiera.

No hay que desmerecer el mérito a Scott que supo manejar todo esto como debía (se podría haber engendrado una enorme chapuza): es una película de autor pero muy entretenida, donde los actores están absolutamente todos redondos. Y consigue ser, dentro de su truculencia, morbosamente deliciosa. La mejor escena: el interrogatorio de Christopher Walken a Dennis Hopper. ¡Qué grandes!
ESPILBERDO
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