Vaya peliculón se ha marcado, y que narices tiene el señor Martin McDonagh (por no poner otro calificativo haciendo mención a la virilidad de este genial tipo).
3 Anuncios en las Afueras de Ebbing, Missouri es una obra maestra, y lo es única y exclusivamente porque cuenta con un guión punzante y brillantemente escrito, que esta lanzado como si de una daga se tratase, contra los asentados cimientos de la América rural y más conservadora, y hacia sus conductas de dudosa ética.
Cada diálogo en la película, cada conducta y cada movimiento que toman sus personajes, tiene un porque y una razón dramática de peso, para mostrarnos al espectador justo la trama que se nos quiere contar. Sin concesiones y sin aditivos.

Cuando una película o una obra narrativa de cualquier tipo, cuenta con unas ideas tan bien escritas y entrelazadas, y es además, consciente de la repercusión justa que va a afrontar, contada sin miramientos ni censura, es muy probable que sea este justo el resultado que tomará. El de una obra hiriente y consecuentemente dañina.
El segundo punto que más destaca en 3 Anuncios, es su portentoso reparto, en el que cada actor, sea protagonista o un secundario, brilla con luz propia. Cada uno con su aporte de intensidad y su dosis de mordaz cinismo, pero que a la vez, nos muestran a personas muy cercanas y humanas, con las que, podríamos coincidir cada uno de nosotros paseando por nuestro pueblo, o tomarnos con ellos unas cañas en un bar. Y eso es muy brillante, esa mezcla de cotidianidad y realismo bien alejado de otras producciones hollywoodienses.

En definitva, no duden en ir a verla, saldrán conmocionados y tocados por esa historia, esos geniales personajes y sus dialogos corrosivos como el ácido.

Empezaré diciendo que para mí esta película es la más ambiciosa y arriesgada de todas las que han desfilado por cartelera en el nuevo milenio. Es un trabajo enorme, genialmente estructurado y muy imaginativo.
Nolan se confirma con Origen, el mejor maestro de ceremonias para películas con tirón mediático y taquilleras, sin dejar de lado una labor artística e intelectual importante. El nuevo Midas de Hollywood.
Origen es según mi modo de apreciar el cine, una película técnicamente perfecta, visual y narrativamente hipnotiza al espectador en sus mas de 2 horas de metraje. Inyectándole a este una tensión y una emoción dignas de aplauso.
A cada individuo ajeno al mundo de Inception, al principio se sentirá aislado y extenuado en recopilar la mucha información de la trama de la cinta, pero Nolan con un genial montaje y adecuada narrativa te introduce poco a poco en un universo de sueños y extraciones sensacional, que irá a desembocar en un desenlace brutal en el que todo lo planteado por Nolan con anterioridad cuadra a la perfección.
El reparto de esta película es magnífico tanto por nombres como por el esfuerzo que realizan cada uno en sus interpretaciones.
Al contrario que muchos, Di Caprio me parece que realiza una actuación mas que aceptable, de las mejores de su filmografía.
Como ya reconocen sus 4 oscars que sostiene en su nombre, destaco por encima de todos los aspectos de Fotografía, Música y Efectos Visuales. Sencillamente GENIAL este interludio entre los Batman de Chris Nolan.

Película que te deja muy frio, está falta de vida. La dirección de Eastwood en está ocasión no tiene fuerza, no te engancha en ningún momento. Construye una serie de personajes históricos que no despiertan al espectador la menor empatía.

En sus ultimos trabajos, Eastwood no está a la altura de Million Dollar Baby ni del resto de sus trabajos anteriores, excluyendo unicamente a Gran Torino, que sí me pareció acertada en sus formas sencillas y más humanas, que es la forma con que el director californiano siempre a dado con la tecla y a conectado con su público.

Desde las 2 peliculas centradas en el conflicto en Iwo Jima, inició un cambio hacía un cine más plano, formalmente preciso pero falto de garra y alma. Y con este J.Edgar se ha instalado en su nivel más inferior. Muy decepcionante.

Mención a parte se lleva el horroroso maquillaje de sus personajes cuando alcanzan su madurez, es casi esperpéntico observar un trabajo tan mal realizado en esas caracterizaciones.
Luego tambien es muy excesiva, para acabar contando los problemas casi amorosos de un ilustre del FBI. Trabajo muy flojo de Eastwood.

Segunda película en hollywood para el maestro de la escuela de Lódz. Conocido ya en la escena cinematográfica internacional, se embarca en una historia clásica del cine de los 40. Una muestra pura de cine negro de toda la vida, con un guión enrevesado y un protagonista caracterizado como detective privado. Que se verá envuelto en una trama de misterios, engaños y codicia. Polanski consigue solventar con nota, sin aportar demasiado su mundo, todo hay que decirlo, una historia que alcanza cotas del mejor cine negro de siempre.
Con un diseño artístico exquisito, muy detallista y cuidando la escena del mundo de finales de los 30. Polanski llena la pantalla, de momentos grandiosos y encuadres asombrosos, emulando en alguna escena suelta al gran Hitchcock, de una manera similar.
La trama cuenta con 3 personajes que sobresalen, encarnados por Nicholson,Dunaway y el viejo Huston. La figura dibujada por los 3 es magnífica. Nicholson como detective cínico, irreverente, despierto y melancólico a la vez, en una búsqueda obsesiva de conocer el germen de la cuestión. Dunaway borda un papel que solo unas pocas actrices podrian haber resuelto como la genial rubia. Fría, calculadora y bella. Y que decir del viejo John, el eterno borracho, el director de vieja escuela, que forma un papel malvado, cruel y repugnante.
Todo este conjunto como cabía sospechar forman una obra memorable, clásica desde un primer visionado. Pero, que señalando de forma más concisa, cuenta con algún pequeño tropiezo. Su parte final por ejemplo, me parece que es resuelta de forma algo apresurada, para lo que esta gente nos han estado preparando en todo el transcurso. Aparte, el guión a veces es demasiado rebuscado, y te deja fuera de juego en algún instante.
En computo global, es una cinta deliciosa, una soberbia revisión del cine negro de la mano nada más y nada menos que del genio Polanski. Que añade una vez más su rubrica en los anales del celuloide.

Que espanto de trama la de esta Ludo.
Cuenta las andanzas de 4 jovenes sedientos y desenfrenados de pachangueo, recurriendo al terror y una vez más al espanto, de la manera más atropellada y zafia que he visto en mucho tiempo.
Las situaciones no dan miedo y generan solo grima y un poco, todo hay que decirlo, de arcada gratuita, en lo que busca ser una peli ágil y rompedora, solo naufraga en vacio juvenil y sin neuronas.

Nada recomendable, para una experiencia como la que pretende fallidamente Ludo, ver mejor cualquiera de las peliculas más transgresoras de Miike o el mismo Gaspar Noé, está mejor NO.