A la altura de una gran producción norteamericana pero sin subestimar a su público como muchas veces hacen éstas. Su inicio es como el chocolate, estimulante para el cerebro. Un sin fín de historias de aquellos que marcharon a la guerra, el confuso pero atrapante camino de unas botas alemanas y diversas manos de pierden sus dedos, dan paso a una historia de esperanza y búsqueda.
Una búsqueda coja e intrepidante. Una maravillosa fotografía durante todo el film. Una música que no está a la altura de su predecesora, Amelie, pero que es una maravilla. Ingenio, vanguardia, buen cine. Poco más que decir, simplemente, veánla.

Al plantearse ver ésta serie uno tiene sus dudas y más cuando sabes que la famosa C del título de seríe, hace alusión al cáncer. Muchos dirán que no tienen ganas de dramas pero que Showtime este detrás de éste proyecto ya es razón para darle una oportunidad. The Big C, no es un drama, tampoco me atrevería a considerarla una comedia al uso... The Big C es algo especial. No es cáncer, es Cathy (la protagonista), es un acierto de personajes y situaciones, es frescura y novedad, es una invitación a la vida. En apenas poco más de 20 minutos, que dura cada capítulo, puedes emocionarte de muy diversas maneras. Y esa maldita moraleja ¿porque aprendemos a vivir cuando queda poco tiempo? El tiempo se escapa como arena entre las manos de Cathy pero tranquilos, antes que el tiempo se agote ella con esa arena hará castillos, castillos en los que vivir por siempre. Agridulce podría ser el adjetivo perfecto para esta serie que para mí es la serie revelación de éste 2010.

Me atrevería a decir sin miedo a equivocarme que es la mejor película de este año. En esta primera frase muchos adivinarán mi pasión por el flamenco y para aquellos que compartan esta afición conmigo, "Flamenco Flamenco" en una joya.

Con la colaboración de Miguel Poveda, Sara Baras, José Mercé, Farruquito, Dorantes, Rocio Molina, Arcángel, Niña Pastori, el mismísimo Paco de Lucía ...¿hace falta decir algo más?. Pues añadir una cuidada escenografía con la esencia de Julio Romero de Torres.

Un viaje por la tradición, por el cante, el toque y el baile, al que creo que todo el mundo debería darle una oportunidad. Aunque ésto último sea algo dificil, hay tanto que ignoramos... Con todo, sea la película taquillera o no, considere la Unesco a el FLAMENCO patrimonio de la Humanidad o no, el Flamenco seguirá existiendo. Como todo aquello que hace sentir es algo mágico y gran parte de esa magía es la que nos transmite Saura. Éste último, para mi el mejor director de cine español que tenemos en estos momentos, ahora que se ha ido Berlanga.

Aunque no soy partidario de llevar al cine espectáculos propios de un buen teatro, ni que decir tiene que la magnífica Sara Baras o Miguel Poveda me hubieran llegado más que a través de una gran pantalla, alabo con entusiasmo trabajo.

Cierro esta crítica con una cita de Carlos Saura: "El flamenco es un milagro".

Me sorprende todavía no haber visto una película de baile en los últimos años al que al bailarín le sangren los pies. Tal vez para muchos esto parezca una estúpidez pero los hay que buscamos un poco de realismo. Estoy cansado de los clichés de este tipo de películas: chico bailarín conoce a chica, ésta aprende a bailar y la película termina con una coreografía de ambos.

Con todo, estoy seguro que seguiré viendo films de este tipo, esperando llevarme alguna sorpresa. Quiero creer que la serie Fama y el mítico "la fama cuesta y aquí es donde vais a empezar a pagar", dejó el listón muy alto. Supongo que también el "sueño americano" ha hecho mucho daño y de ahí que el desarrollo de estas películas se limite a mostrarnos jóvenes que hacen todo por la fama. Tiene gracia... en la realidad solamente un 1%100 de los bailarines la alcanza, el resto deja la danza o acaba engrosando un simple cuerpo de baile. Pero bueno, también de sueños vive el cine y el hombre.

Y que decir de esa extraña manía de ofrecernos vistosas y largas coreografías, ¿donde queda el bailarín de teatro?. Y esa extraña manía de mezclar la música lírica con los trasgesores hip-hop, r&b... En fín, que pudiendo hacer las cosas bien ¿ porque caemos en el High School Musical de turno?

Recozco haberme sentido culpable en aquella butaca del cine de haber dejado en desuso algunos de esos viejos juguetes que compartieron mi infancia. Hacer sentir, ya dice mucho de una película viendo el panorama cinematográfico actual y mucho más de una película de animación. Y no es poco lo que hace sentir Toy Story 3: ofrece carcajadas, melancolía e incluso creo a ver sentido miedo al ver a cierto mono y al ver a ese Andy camino de la universidad y darme de cuenta de que nos hacemos mayores.

Toy Story 3 es un cúmulo de aciertos, que creo que no reunían las anteriores películas de la saga. La aventura de la guardería no se me hizo tan pesada como aquella primera que nos llevó de un Pizza Planet a la casa de un niño diabólico o aquella del "Almacén de juguetes de Al". Creo que mi memoria selectiva recordará esta última más que las primeras y en especial, los 15 últimos minutos. Reconozco que no pude evitar conmoverme cuando parece que se acerca el final, el fuego quema y las manos se entrelazan. No diré más para aquellos que temen a los famososo "spoilers".

En ningún momento dejé de sonreir o conmoverme y eso me recordó esa magia del cine de la que hablaba Amelie, una magía que con los costes que alcanza una entrada de cine en la actualidad, es necesario que nos recuerden buenas películas.

Me gustaría destacar una excelente banda sonora con la colaboración de Diego el Cigala versionando el ya mítico "Hay un amigo en mí". Y no sólo aportando su música, como solamente él sabe hacerlo, sino atreviéndose a doblar al mismo Buzz Lightyear que nos hace un guiño "Made in Spain" y se nos pone flamenco.

Con todo, solamente me queda decir que cada uno a lo suyo. El tiempo a hacer de las suyas y Andy se ha hecho grande, como alguno de nosotros. Y a Pixar, larga vida, la misma que a aquellos que saben deleitar al espectador. Muestra del deleite es el corto "Noche y Día", que acompaña a la película y del que solamente diré que está a la altura del film.

Sin miedo a exagerar, la película del año y la mejor de Pixar, algo sorprendente tratándose de una secuela.