El punto de partida de esta película es su perdición. Por lo demás, está bastante entretenida, las actuaciones son convincentes, la caracterización es de diez y algunas escenas son de lo mejor del año. Pero como digo, ese punto de partida, así como la escena final se lo cargan todo.

Ver la genial Código Fuente me animó a ver la película anterior de Duncan Jones. Y cualquier parecido entre una y otra es pura coincidencia. Moon copia los defectos de las cintas de ciencia fición en las que se inspira (2001 o Blade Runner) y no aporta ninguna virtud.

Me ha sorprendido sobremanera la altísima nota y buenas críticas con la que cuenta la cinta. Por esta razón, camaradas, me he visto obligado a escribir estas letras. Espero que no se acerquen a este filme con expectativas demasiado elevadas porque saldrán decepcionados.

En primer lugar, se trata de una cinta de ciencia ficción sin efectos especiales. Craso error. Pero además el argumento tiene unos agujeros bastante importantes. A ver, alguien que haya visto la cinta que me diga qué aporta el robot. Nada, absolutamente nada. El final se ve venir a la legua. Y, además, todo el metraje de la cinta desde el minuto 30 da la impresión de que son simplemente escenas de relleno que van a desembocar a un final supuestamente inesperado. Pero no, te tragas las escenas intrascendentes para ver un final patético.

El actor es inexpresivo, los diálogos son triviales, intrascendentes y banales para el desarrollo, el sentimiento que transmite la película es nulo, nada de emoción, los supuestos momentos climáticos estériles, mal rodados... Dicen que esta peli se rodó en 33 días. Si me dicen que tardaron 6 horas también me lo creo. Olvidable, aunque al menos Duncan Jones parece que va subiendo de nivel.

Pues sí, Inception –voy a llamarla por su nombre original ya que por supuesto sé inglés– es una película decepcionante y fría, con un argumento que supuestamente es su punto fuerte y, ni siquiera, es original. Pero, claro, el director aprovechó que era el hombre de moda en Hollywood para colarnos este bodrio vestido de seda (es una metáfora ya que seda=efectos especiales en este caso, espero me permitan esta licencia poética de mi cosecha).

Los medios por quedar bien hablan maravillas de la peli y como en El traje nuevo del emperador nadie habla en su contra para que no le señalen como tonto. Yo, al menos, no me avergüenzo de decir que no me gustó.

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Ahora veamos un experimento sociológico:


Sé que alguna vez te habrá asaltado la duda de si eres una persona normal o no. Pues ahora vamos a hacer un pequeño ejercicio para saberlo. Yo fui al cine con otras tres personas, un grupo bastante variopinto que nos juntamos por circunstancias del destino. A saber:

1. Mi primo estudiante de ingeniería apasionado de las cosas "raras", llamemosle el "Friki"
2. Una amiga que sólo disfruta con las pelis de Julia Roberts y musicales, AKA la "Romántica"
3. Mi amigo Sergio, algo cateto, burdo, sin educación ni estudios, a partir de ahora el "Retra"
4. Y yo, una persona del todo normal. 28 años, con estudios, parado, católico. Soy el "Normal"

Pues bien, a "Romántica" y "Normal" no le gustó nada la película, el Retra no se enteró de nada pero le moló los efectos y la música y a mi primo alias el "Friki" le apasionó la película y seguramente le haya puesto un 8 o más en Filmaffinity.

Animado por las buenas críticas me animé a ver esta película que esperaba que colmara mis expectativas, pero ni mucho menos. Comparar esta ¿película? con El Caballero Oscuro o con la aún más espléndida Batman Forever es menos que sacrílego. Yo no voy a entrar a valorar la calidad de la animación porque he de reconocer que hace muchos años que no me gustan los dibujitos animados, pero lo que es la historia es lamentable. Batman bajo la capucha roja deambula con un argumento que naufraga y lleno de estereotipos y en ocasiones una violencia ridícula. Los dos puntos que doy a la cinta son por sus primeros quince minutos. Pero lo peor de la película, sin duda es... (sigue en Spoiler)

Pues sí chavales de eso trata la película de que un pringao se hace dueño del mundo... y voy yo y me lo creo. Me sorprende sobremanera que una película sin efectos especiales te pueda meter en un mundo tan fantástico como el de La Red Social y, lo peor es que, por lo que se ve en las críticas, la gente se lo traga de verdad. Es como si yo ahora veo una película de Ed Wood y me creo que los alienígenas planean invadir la Tierra, o como si veo un documental sobre el Polo Norte y me creo que existen los esquimales, ¡anda ya hombre!