La serie es simplona y desesperante, lo que realmente molesta es que teniendo una buena idea inicial termine en lo que es, es como una versión de la Isla de Gilligan en donde el protagonista nos hace padecer a todos su estupidez, es un absurdo total,nada tiene sentido ni fuerza, y lo que es peor, es que empeora conforme avanza, al final un par de risas no valen la pena para perder tanto tiempo viéndola. Por la fe que tengo en la coherencia de la humanidad, espero no se haga una segunda tempirada, y al final la recordemos como un mal chiste.

Excelente cinta en un tema de hermandad, en general tiene momentos de poder, pero no termina de convencer, el tema de MMA se ve forzado, monstruosamente incorrecto en toda la extensión de la palabra, roles demasiados cliché e increíbles que no terminan de cuajar, por momentos ridícula, de esa vergüenza ajena que nos da miedo recordar.
No hay duda el director y el escritor tenían la idea, pero terminaron por fastidiarse y aventarla a la cara del espectador, tan duro y frio como un chiste mal contado.
Una disculpa sincera a los espectadores de comedia romántica.

Conviene verla desde la última mitad (después de las pandillas de retrasados y las hermanas insufribles). La primer mitad es sosa y ridícula, tediosa segundo por segundo, llena de situaciones tontas en lo general, después de eso toma un aire extraño y se convierte en algo muy interesante, creo eso es lo que le vale la fama de maravilla que posee, pero pareciera que todos olvidan el primer golpe de estupidez, es como un pago extra por el buen final, no estoy seguro lo que sucedió pero al final tiene cierto encanto.