Buena Opera prima de este joven director, quien se perfila como un artífice mas en la factoría de películas de temática gay junto con Marco Berger. El ritmo de la película es algo pausado pero ello lejos de ser vituperable es justamente lo que diferencia al cine de cualquier país del cine pochoclero de hollywood. Cuenta con escenas con una fotografía soberbia y el trabajo de los actores muy bueno. Lo único que le reprocharía es la falta de desarrollo de algunas aristas para nutrir a la historia de un mayor background y de tal modo lograr una mayor empatía con los personajes. Director a tener en cuenta. Espero que siga explotando el cine de temática gay, rubro al que un colectivo no poco cuantioso le rinde culto y espera ansioso el próximo titulo. Ahora comenzaré con mi síndrome de abstinencia ... espero Papu le pongas coto en el corto plazo :)