La RAE define el narcisismo como "Excesiva complacencia en la consideración de las propias facultades u obras" y la definición se queda corta para explicar lo que Nanni Moretti hace en su última película. En 'El sol del futuro' uno tiene la sensación de estar observando a un niño caprichoso que necesita constantemente ser el centro de atención. No importa si está en el sofá de casa viendo la televisión en familia, siendo acompañado en coche al trabajo o asistiendo al rodaje de una película ajena. Todo está inundado de petulancia y vanidad. Absolutamente todo.

Dudo sinceramente que Moretti sea consciente de la imagen que proyecta. En los tiempos del #MeToo y del #SeAcabó, donde los privilegios de lo masculino están siendo revisados, resulta de vergüenza ajena ver a un hombre blanco y rico compadeciéndose de si mismo en su propia película. Algunos argumentarán que se trata de una parodia y que al final, después de tanto berrinche, el personaje recibe su merecido. Nada de esto. Moretti, consciente de su incontinencia egocéntrica, intenta camuflarse detrás de la autocrítica. Pero es precisamente aquí donde redobla la apuesta: Después de dos horas lloriqueando, al final se autoconsuela. El colmo del narcisismo.

Hace poco volví a ver 'Amarcord' y pensé que había envejecido muy mal. Descubrí que yo no era el mismo y que el mundo, por suerte, tampoco. Me entristeció, era una de mis películas favoritas. Ayer vi 'L'albero degli zoccoli' y sentí que ese hueco quedaba reemplazado. Uno siente la necesidad de describirla como monumental, pero el término es demasiado rocoso para referirse a este poema de tres horas repleto de humanidad. Todo cabe y todo ocurre en esta obra maestra llena de dureza y ligereza, ignorancia y dignidad, sumisión y libertad. Sublime, esa es la palabra. Sublime.

Extraordinario documental sobre un hospital público francés. Nunca antes se había mostrado la sanidad pública de esta manera (que no te engañen las imágenes, de eso va la película). Cuesta imaginar una cotidianidad tan abierta en canal. Además, descubrirás una mirada inédita sobre el cuerpo humano, en forma y en contenido. En resumen, el film es impresionante (a excepción de un arranque y un desenlace absurdos) pero, por favor, absténganse aprensivos/as.

Teniendo en cuenta que no es la primera (ni la última) vez que vemos espacios de confesión femeninos, la particularidad más llamativa de 'Smoke Sauna Sisterhood' es probablemente su puesta en escena. Se trata de una apuesta por el detalle y el fuera de campo que busca crear un clima de máxima intimidad, donde lo táctil y lo sutil protejan y acompañen la vulnerabilidad que el film desgrana. La idea funciona sobre el papel, pero a medida que avanza se hace repetitiva y provoca lo contrario: nos aleja. Una lástima.

Un valiente y bello ejercicio de denuncia que entrecruza dos miradas antagónicas sobre las violencias del patriarcado. Ambas historias comparten la voluntad de aligerar el peso del dolor causado y recibido. En 'Ara la llum cau vertical', el cine y la poesía son rompehielos para llegar al trauma. Y a medida que el viaje y las confesiones avanzan, el remordimiento y la imposibilidad del perdón se desvanecen como la bruma marina. Hermosa y dolorosa. Muy recomendable.