Enredado por las críticas favorables voy a ver la película con curiosidad pero con la mosca detrás de la oreja, no me acabo de fiar. Y confirmo que la desconfianza estaba justificada después de visionar una mala comedia plagada de personajes estomagantes que durante hora y media piden a gritos que los maten de puro necios. A los miembros de la esperpéntica familia víctimas del ataque de unos tipos con caretas, que a la postre también resultan ser unos bobos, sólo les falta pedir la vez para que les metan un punzón en el ojo, una flecha en la nalga o un hachazo en las narices.

¿Y los actores/actrices? Malos con avaricia, y eso que yo a los actores, como a los árbitros, sólo les pido que como mínimo pasen desapercibidos. Pues no, de los que llaman la atención de lo mal que actúan, parece que se estén cachondeando del espectador. Siendo justos, aquí se puede salvar a Sharni Vinson, que está razonablemente bien.

En fin, una tontería como una catedral de la que deberían abominar incluso los más fanáticos del género. Y lo de los críticos como poco, manda carallo.

Un iluminado Aronofsky va un día y se le ocurre mezclar La vida de Brian, Una noche en la ópera (concretamente la escena del camarote de los hermanos Marx), Mi gran noche y un tripi. Como esto no hay quien lo ligue pero Aronofsky es tozudo y se cree un genio, se empecina en componer una obra maestra y echa el resto a base de fichar a extras con la única finalidad de hacer bulto y acabar de desconcertar al incauto espectador.
La combinación, como no podía ser de otra manera, resulta ser un churro religioso-apocalíptico capaz de poner de los nervios al fulano más reposado.
O sea, va un día un tipo al cine a pasar la tarde con unas palomitas y a distraerse un par de horas y sale aturdido, confuso y medio colocado. Luego el pobre hombre lee las críticas y le dicen que es un necio y que no ha entendido nada.
No le pongo un 1 porque lo de Bardem de poeta con bloqueo creativo es humor del fino.

Puedo entender que este engendro haga cierta gracia a algunos adolescentes con coeficiente intelectual al nivel del bono basura, pero no comprendo cómo es posible que críticos talluditos encuentren divertida esta cinta, a no ser que su vida haya transcurrido en un monasterio o que su madre sea peor que la de Norman Bates. O sea, reprimidos del copón.

Los protagonistas son estomagantes, antipáticos hasta la médula, tontos, no tienen ninguna gracia, sobre todo el "cerebro" del guateque, que parece sacado de las catacumbas de la idiotez.

Como sería absurdo entrar a comentar los detalles de este despropósito lo dejo aquí.

Recomendada para rijosos, reprimidos, politoxicómanos y demás fauna de este tipo.

No fui a ver esta película por iniciativa propia sino que tuve que acompañar a una sobrina mía de nueve años, quede claro. La llevaba cogida de la mano como un seguro por si algún conocido me veía entrar o salir de la sala. Uno tiene cierta reputación. La película es tan mala y hay tantas cosas que criticar que más vale dejarlo en unas pinceladas. Película veraniega, alegre, refrescante, ... dicen algunos majaderos. Una astracanada como la copa de un pino, unas actuaciones lamentables, un guión escalofriante, unas coreografías de festival de fin de curso de P-5, ... Con un paisaje tan bonito y hasta la fotografía es mala.

Dos cosillas más.

Primero, lo de Meryl Streep no lo hace sólo el alcohol, quizás soy mal pensado pero o ha pillado el Mal San Vito o toma algo más fuerte y, segundo, si fuera griego estaría cabreado como un mono, más palurdos imposible, hasta algunos me recordaron a los extras de Amarcord.

Esta aclamada película no vale nada. Es así de crudo. El tal Félix Viscarret mezcla música de "spaghetti western" con trompeta de borrachuzo, pone unas gotitas de kale borroka (ya que estamos en Estella), "road movie" de corto recorrido, color sepia que no viene al caso, niña rarita, ... Un extraño cocktail que no sabe a nada. El hirsuto Alberto San Juan y Julián Villagrán están horrorosos. Y eso que la historia era buena, en fin.