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Críticas de Alvaro Zamora Cubillo
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Críticas 924
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
8
14 de abril de 2021
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminando de ver “Shanghai Express” (1932) de Josef von Sternberg con Marlene Dietrich, Clive Brook, Warner Oland, Anna May Wong, Eugene Pallette, Gustav von Seyffertitz, Louise Closser Hale, Lawrence Grant, Emile Chautard, entre otros.

Drama basado en “Sky Over China”, también conocida como “China Pass” (1931) de Harry Hervey, uno de los guionistas más solicitados de la primera mitad del siglo XX, elogiado por críticos de literatura, teatro y cine; que a su vez se basó libremente en el incidente del 6 de mayo de 1923, en el que un señor de la guerra de Shandong, capturó el tren expreso de Shanghái a Beijing, donde 25 occidentales y 300 chinos fueron tomados como rehenes.

Todos los rehenes capturados en el incidente fueron rescatados con éxito; y también se hace eco de los elementos del cuento “Boule de Suif” de Guy de Maupassant, en el contexto de los viajeros detenidos en un país en guerra, y una mujer llamada a dormir con el comandante a cargo...

La trama es onírica y poco realista, evidentemente von Sternberg odiaba el realismo; el vestuario es tan exquisito como excesivo, imposible de contener en el supuesto equipaje de La Dietrich; la atmósfera está deliciosamente cubierta de decadencia, exotismo, buena parte para la gran Anna Mae Wong; y deterioro en paredes, listones... y fantasías, sin olvidar el capricho de von Sternberg por los pollos...

La historia es básicamente un romance roto que busca curarse, no es casual que “la verdadera historia” sea la de Dietrich y von Sternberg en la 4° de las 7 películas que hicieron juntos; siendo estrenada durante La Gran Depresión, fue un gran éxito entre el público, recaudando $3.7 millones solo en EEUU, convirtiéndose en el mayor éxito financiero de las colaboraciones de Dietrich/von Sternberg, y siendo la película de mayor recaudación de 1932, superando a la estelar película ganadora del Oscar como Mejor Película, “Gran Hotel”

Obviamente, este fue un vehículo estrella para Marlene, que hace una actuación impresionante, lenguaraz y audaz como Shanghai Lily; cada movimiento suyo está fríamente calculado, apenas para soltar los “flashes” de las fotos que han perdurado hasta hoy como referentes del glamour y lo exótico; pero La Dietrich tiene una gran rival en pantalla, y es la roba escenas Anna May Wong, que aprovecha al máximo el papel de la valiente prostituta china.

Pero “Shanghai Express” es memorable por su estilística cinematografía de claroscuro en blanco y negro; y aunque Lee Garmes recibió El Premio de La Academia a La Mejor Cinematografía, según Dietrich, fue von Sternberg quien fue responsable de la mayor parte.

Aquí hay un gran alboroto por el exceso de ejercicio en todas las áreas; los elementos visuales son abrumadores y suntuosos; los trajes son vistosos y extravagantes; crean una gran cantidad de tejidos, luces y espacios, capturado en la cinematografía en blanco y negro más deliciosa que uno puede encontrar en cualquier lugar.

Y en el fondo se discute el interés en las cuestiones de raza y colonialismo, y señala la peculiar bifurcación donde la mayoría de los personajes blancos respetables son vistos como imperfectos y racistas.

Solo Dietrich, Wong y, en cierta medida, “Doc” Harvey, tienen algún valor moral real; y bien podríamos llamar a la película una sorprendentemente feminista, con Dietrich siendo una presencia fuerte y dominante, y al personaje de Wong, su igual.

Sin embargo, no todo fue color de rosa, a los jefes de Paramount les preocupaba que La Oficina Hays vigilara de cerca la película, debido a la representación del Reverendo Carmichael y la representación de La Revolución China; no es casual que ese país inicialmente prohibiera la película, exigiendo su retirada de la circulación mundial; una prohibición que se levantó cuando Paramount se comprometió a no hacer otra película sobre política china.

“Se necesitó más de un hombre para cambiar mi nombre a Shanghai Lily”

RECOMENDADA

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Alvaro Zamora Cubillo
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7
13 de abril de 2021
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminando de ver “Raintree County” (1957) de Edward Dmytryk con Montgomery Clift, Elizabeth Taylor, Eva Marie Saint, Nigel Patrick, Lee Marvin, Agnes Moorehead, Tom Drake, Rod Taylor, Walter Abel, Rhys Williams, entre otros.

Drama basado en la novela homónima de 1948, escrita por Ross Lockridge Jr., un claro exponente de “La Gran Novela Estadounidense”, una novela canónica, que encarna la esencia del país y que trata de alguna manera la cuestión del carácter nacional; sin embargo, la película varía significativamente en contenido de la novela.

Ambientada en el sur de EEUU, con el telón de fondo La Guerra Civil; cuenta la historia de un maestro y poeta que conoce y se casa con una bella dama del sur; sin embargo, la inestabilidad emocional de ella conduce a la destrucción de su matrimonio... no obstante, su sueño es descubrir el legendario “árbol de la vida”, un cenízaro del que se dice “abre todas las cerraduras y cierra todas las heridas”

Esta fue la película más cara en la historia de MGM, y aunque fue un éxito de taquilla, no recuperó su costo; siendo la primera de solo 2 películas, siendo “Ben-Hur” (1959) la otra, filmada en el proceso de pantalla panorámica MGM Camera 65, y a pesar de sus casi 3 horas de duración, la restauración de los elementos restantes siempre se ha considerado prohibitivamente costosa.

Y por ello, una película tan detallada, pierde sentido si solo se toman elementos “considerados importantes” a menos que se preste mucha atención; además, una de las deficiencias de la historia, es el hecho de que las motivaciones de algunos de los personajes, en particular el héroe, no son demasiado claras, lo que crea una vaguedad que disminuye su impacto dramático...

Eso sí, la actuación de todo el elenco es de primer nivel, y hay numerosas escenas que son más efectivas dramáticamente, pero en general la historia no llega a la impresionante belleza visual de la producción.

El filme sigue a Montgomery Clift y deja a los demás que entren y salgan del relato “a conveniencia” como por ejemplo, Elizabeth Taylor que representa al Sur, corrompe y arrastra al Norte; es el cuerpo que contamina el alma del poeta; mientras que Eva Marie Saint simplemente no tiene profundidad; y cuyas magníficas habilidades de actuación se desperdician casi por completo como “el corazón solitario que espera”

Mientras los personajes cómicos abundan en esta épica, en Lee Marvin, Rod Taylor y Nigel Patrick.

Entonces, el principal error de la historia radica en su vaguedad, en las motivaciones no especificadas y en los conflictos involucrados en Clift, que busca la felicidad alternativamente con mujeres evidentemente opuestas.

En el fondo, la película fue un intento de MGM por repetir el éxito de “Gone With The Wind” (1939) con una epopeya de La Guerra Civil a gran escala; que al igual que aquella, se basó en una 1° novela de un escritor previamente desconocido, que nunca escribió una 2° obra; sin embargo, esta película, a diferencia de la de Margaret Mitchell, fue un gran fracaso.

Empecemos por lo bueno:

SIGO EN LA ZONA DE SPOILERS POR FALTA DE ESPACIO
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Alvaro Zamora Cubillo
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6
12 de abril de 2021
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminando de ver “The Devil is a Woman” (1935) de Josef von Sternberg con Marlene Dietrich, Lionel Atwill, Cesar Romero, Edward Everett Horton, Alison Skipworth, Don Alvarado, Morgan Wallace, Jill Dennett, Tempe Pigott, Francisco Moreno, entre otros.

Comedia romántica basada en la novela “La Femme et le pantin” (1898) de Pierre Louÿs, conocido como un escritor que buscaba expresar la sensualidad pagana con perfección estilística; y tiene como protagonista a una mujer casquivana y apasionada, una mujer en acción que carece de cualquier tipo de conciencia o moral; de ahí el título; por lo que la acción narra en “flashbacks” la obsesión de un hombre mayor por una mujer que no puede pertenecer a nadie, pero que puede frustrar a todos... así, el hombre mayor detalla sus encuentros con ella a su amigo más joven, previniéndolo.

Esta fue la última de las 6 colaboraciones de Sternberg-Dietrich para Paramount Pictures; y la 2° adaptación cinematográfica de la novela; y posteriormente lo hizo famoso Brigitte Bardot y por último, Luis Buñuel filmó “Ese oscuro objeto de deseo” (1974); pero esta es una película totalmente artificial, sobre personas totalmente artificiales en un entorno totalmente artificial; de ahí la actitud mundana hacia las locuras del enamoramiento romántico, y la burla de los dispositivos de la trama estándar de Hollywood que prevalecieron hasta ese momento.

Aparentemente mostrada como un romance ligero, la historia examina el destino de un hombre mayor, cortés y respetuoso, que se enamora tontamente de una zorra interesada que es indiferente a su adoración, y sufre por su pasión; narrada a modo de un cuento espantoso, es también una parábola precisa, sin adornos y sin corazón de la eterna humillación del hombre en la lucha sexual; donde la gran Marlene Dietrich se muestra como una diabólica y devastadora vividora que blande su crueldad con quien se le presente, aun sin motivación, solo por que quiere y puede...

Así, el horror y patetismo cae sobre un hombre esclavo de una mujer que no tiene la intención de satisfacer sus deseos, y que perversamente se divierte con su propio sufrimiento.

La película, apropiadamente titulada, es porque el diablo descrito en La Biblia es alguien que puede hacer que las cosas dañinas nos parezcan más atractivas.

Ese parece ser el tema:

El hombre es débil y una mujer hermosa puede obligarlo a hacer cosas de las que se arrepentirá.

Sin embargo, el título original propuesto por von Sternberg fue “Caprice Espagnol”, una referencia a la suite orquestal homónima del compositor ruso Rimsky-Korsakov, de la cual varias selecciones acompañan a la película; pero Lubitsch, director de Paramount en ese momento, cambió el título, a lo que von Sternberg comentó más tarde:

“Aunque la intención poética de Lubitsch, de sugerir la alteración del sexo del diablo estaba destinada a ayudar a vender la imagen, no fue así; de ahí que la interpretación altamente sofisticada de la película, de una presunción romántica convencional, dejó a la mayoría confundido o aburrido.

Eso sí, con un aspecto de ensueño y una trama de pesadilla, presenta imágenes tan persuasivas que son prácticamente palpables.

Del reparto:

Fascinante, tímida, engañosa, y absolutamente seductora, Marlene Dietrich domina la película como una zorra de corazón helado, que llena su camino con los cuerpos destrozados y las vidas desperdiciadas de los hombres a los que ha traicionado.

Con los párpados pesados asomándose por su rostro inquietantemente hermoso, es la imagen misma de la seducción sardónica; mientras Lionel Atwill exhibe la profundidad de su talento actoral y nos muestra a un hombre plenamente consciente de su completa degradación; y César Romero, en uno de los mejores papeles de su carrera temprana, continúa más que adecuadamente la tradición del “Latin Lover”, pero con un giro; pues aquí hay un héroe romántico que no es lo suficientemente fuerte como para escapar de la telaraña de la tarántula alemana.

Lo más sorprendente de todo es que von Sternberg creó una obra maestra de simbolismo cinematográfico, con insinuaciones tan abundantes que es increíble que pasara El Código de Producción; no obstante, la película fue prohibida en España, tanto que el gobierno español envió una queja oficial a Paramount, exigiendo la destrucción de sus negativos.

La acusación era absurda, ya que von Sternberg nunca había sido un realista, le preocupaban las historias dramáticas, el relato colorista, la iluminación contrastada; y España es meramente una metáfora de lo desconocido, de las fronteras...

La sentencia fue marcarla como “una película maldita” durante muchos años; tanto que el film desapareció... hasta 1959, con motivo de una retrospectiva de Joseph von Sternberg, que Marlene proporcionó una copia que tenía guardada, siendo también la única película de la que Marlene conservó una copia personal; y así pudo recuperarse desde entonces hasta hoy.

“Bésame... y te romperé el corazón”

RECOMENDADA

http://lecturascinematograficas.blogspot.com/
Alvaro Zamora Cubillo
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6
11 de abril de 2021
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminando de ver “The Mirror Crack'd” (1980) de Guy Hamilton con Angela Lansbury, Elizabeth Taylor, Rock Hudson, Geraldine Chaplin, Kim Novak, Tony Curtis, Edward Fox, Richard Pearson, Pierce Brosnan, entre otros.

Película de suspense, basada en la novela “The Mirror Crack'd from Side to Side” (1962) de Agatha Christie que presenta a Miss Marple, una anciana que vive en el pueblo de St. Mary Mead, y actúa como detective consultora aficionada; pero es una mujer inteligente y vivaz que se mueve con rigidez y hablaba en tono entrecortado; y cuyo conocimiento de la naturaleza humana la ha ayudado a descubrir muchos casos imposibles, incluso para los más importantes inspectores de Scotland Yard.

A menudo caracterizada como una solterona anciana, es uno de los personajes más conocidos de Christie, y ha sido retratada en numerosas ocasiones en la pantalla; siendo protagonista de 13 novelas de la citada escritora, así como de varios relatos cortos; su fama adquirida y su buen definido perfil, lo sitúa como el arquetipo del “investigador-aficionado”

SIGO EN LA ZONA DE SPOILERS POR FALTA DE ESPACIO
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Alvaro Zamora Cubillo
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5
10 de abril de 2021
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminando de ver “Kismet” (1944) de William Dieterle con Ronald Colman, Marlene Dietrich, James Craig, Edward Arnold, Hugh Herbert, Joy Page, Florence Bates, Harry Davenport, Hobart Cavanaugh, Robert Warwick, Yvonne De Carlo, entre otros.

Película de aventura y comedia, basada en la obra del mismo nombre escrita en 1911 por Edward Knoblock, que también fue la base del musical de 1953; cuya historia sigue a un pícaro de Bagdad que hace que su hija finja ser miembro de una familia real para poderla casar con un Príncipe.

Esta fue una de las producciones más grandes de MGM en los años 40, donde derrocharon en Tecnicolor, pero fue un fracaso de taquilla, siendo la 3° versión de la historia popular, pero sin la famosa partitura musical.

La historia es bastante ingenua y almibarada, pero posee el encanto de lo exótico y el dinamismo de una película de aventuras; con un aroma de un cuento oriental, donde el juego de los equívocos es el verdadero tema de la trama.

Técnicamente poseedora de decorados opulentos y sobre todo hermoso vestuario, se puede decir que lo suficientemente importante como para merecer el tratamiento de un personaje principal:

Todo lo que se ve es tan exquisitamente ridículo y el material tan obviamente sintético, exagerado, que choca en color y estilo, tan abrumadoramente “kitsch” que es el definitivo ejemplo del período y del género.

Sin embargo, logró obtener 4 nominaciones al Oscar:

Mejor dirección artística/color, fotografía/color, banda sonora/drama y sonido; no ganó nada...

Como dato, el título significa “Destino” en turco y urdu; y toda la premisa es tan ingenua y ahistórica para una producción tan ambiciosa y suntuosa, que trasciende esa deficiencia.

Del reparto, James Craig es un bellísimo Califa, mientras Edward Arnold y Hugh Herbert añaden humor como el Gran Visir y Feisal; mientras que la joven Joy Page es más una virgen morena que una activa protagonista; y el villano es el patético Florence Bates como el suegro molesto de Colman.

De los verdaderos protagonistas, 2 actores muy mayores para esos papeles:

Ronald Colman, de 53 años, todavía tenía una figura sorprendentemente hermosa, incluso cuando está vestido como mendigo, y su línea plateada del cabello está graciosamente oscurecida por el más indecoroso de los turbantes en todas las escenas, menos una en las últimas etapas de la película.

Igualmente espléndida es su coprotagonista alemana de 43 años, la gran Marlene Dietrich en un papel bastante secundario; pero alza y salva el desastre de producción gracias a una rutina de baile caliente, que debió ser bastante atrevida para 1944; y lo fue tanto que la escena fue eliminada cuando se emitió por televisión, siendo restaurada muy recientemente.

Finalmente, la música, punto débil para esta versión de “Kismet”, con canciones cantadas por Joy Page y Marlene Dietrich, no son nada memorables...

Sin embargo, se agradece que la atención y el respeto por los detalles de la vida musulmana son asombrosos para una película de esa época.

“Cuando la vieja Bagdad era nueva y brillante”

RECOMENDADA

http://lecturascinematograficas.blogspot.com/
Alvaro Zamora Cubillo
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