Película genial, con constantes vueltas de argumento y además, final feliz. El trabajo de los actores es en general muy bueno. El duelo interpretativo entre "el Rey" (Dustin Hoffman) y Edward Burns es genial. En cuanto a la parte final (inesperada) con Andy García comprado por cuatro perras es de lujo. Aunque deban dividirse la mitad del pastel entre cuatro personas, todo acaba felizmente.

Timothy Bottoms es el pobre desgraciado al que una granada atrapa en una oquedad y solo salva de sí mismo, por puro instinto, sus partes íntimas. Después se ve confinado en una litera de hospital, sin brazos, ni piernas, ni lengua, ni vista. Tan solo puede sentir el calor del sol y retorcerse de dolor en sus recuerdos. Una enfermera se apiada de él y termina acariciándolo. Pero finalmente esto también se acaba. Termina en la más completa obscuridad. Solo, sin sol, sin enfermera, condenado a retorcerse dentro de sí mismo hasta el fin de sus días. Quizás es por que la ví tan joven, pero siempre me ha parecido una película genial.

Bueno, un Western del 1966 con todas las de la ley, unos actores magníficos. Especial atención a la música de Morricone, al que este año de han concedido, por Los Malditos Ocho, el Oscar. Pues pienso que la música de la película que nos ocupa la merecía mucho más, sin duda que ahora. Aprovecho aquí para hablar de Quentin Tarantino, que aprendió de gente como Sam Peckinpha y también de Orson Wells. Del primero tomó gusto por la violencia y del segundo, la costumbre de aparecer en las películas. Cosa que ahora ha dejado de hacer. Y que conste que soy un admirador suyo. Aunque creo que va perdiendo gracia en sus últimas películas.

En la película, y bajo tres momentos básicos: la prehistoria, un viaje a la Luna y otro a Neptuno, se cuenta en realidad algo muchísimo más profundo. No existe el espacio, ni el tiempo, todo son ilusiones que nos creamos nosotros mismos. En la prehistoria, unos orangutanes golpean un tótem y descubren la inteligencia. En el futuro, el hombre se ve a si mismo como bebé y como anciano, al mismo tiempo.